domingo, 25 de septiembre de 2011

Hoy ha sido la presentación del niño en el templo...

Hoy, Don Manuel Martín de Nicolás me ha presentado en la parroquia con una entrevista. La gente se lo ha pasado pipa, mi hermana me ha dicho que ha sido la forma más original de presentar a un cura que ha visto nunca y Don Manuel lo ha hecho con toda delicadeza y cariño.

En definitiva, ya soy un vicario parroquial más de Nuestra Señor de la Visitación de Las Rozas. Me lo estoy pasando genial. Mucha gente se confiesa, hay bastantes grupos que atender y posibilidad de encajar las direcciones espirituales a lo largo del día. La parroquia está abierta practicamente todo el día. De ocho de la mañana a una o una y media de la tarde y de cinco a diez de la noche.
Pero lo mejor son los compañeros. No voy a decir demasiado porque quizás lean el blog, pero doy muchísimas gracias a Dios por tener compañeros tan educados y que forman un cuerpo blindado, son sacerdotes que se quieren y eso es lo más grande de una parroquia. No tanto los grupos, sino la unidad presbiteral. Cuando en una parroquia los curas son un equipo, ya puede haber problemas que allí está Dios.

Si los curas no se quieren... Olvídate de hacer apostolado. No hay nada que hacer. Pero si tienes al lado un amigo sacerdote, nada nos detendrá. ¡Bendito sea Dios!

Me ha dicho mi hermana, literalmente, de otro modo no me atrevería a publicarlo: "Me daba pereza ir (viven al final de Arturo Soria, hay un buen trecho hasta mi parroquia), pero me ha encantado. Hemos conoocido a tu párroco y es majísimo. Además había muchas familias y niños y era todo gente muy buena. Vas a estar fenomenal, me vas a ver más por aquí que por tu antigua parroquia. además se puede aparcar bien por tu zona".

Creo que no hay más que decir.

Buenas noches.

Siempre he pensado que no toda democracia vale la pena...

Cuando uno estudia Derecho se da cuenta de que se dicen muchos topicazos, que la mayoría de las veces son falsos. efectivamente, la democracia es el menos malo de los sitemas políticos, pero ¿qué democracia?, ¿la española?, ¿la alemana?, ¿la estadounidense? Porque nuestra ley electoral es muy distinta a otras. ¿Querer cambiar la ley electoral es querer "cargarse" la democracia? Quizás sea, querer mejorarla.

 
La democracia, ¿el menos malo de los sistemas políticos?
Fernando Pascual
La nueva tiranía
Juan Manuel de Prada

        La frase aparece con cierta frecuencia: la democracia es el menos malo de los sistemas políticos.

        En la misma, sin embargo, se usa como sujeto la expresión “la democracia”, como si se refiriese a un sistema más o menos homogéneo. En realidad, existen muchos modos, unos mejores, otros peores, de organización democrática.

        Por mencionar algunas modalidades diferentes, hay democracias en las que todo pasa necesariamente a través de los partidos políticos, y otras en las que el pueblo vota según otros sistemas de representación. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que premian de modo mayoritario a los partidos (o al partido) más votados, y dejan con menor representación a los menos votados. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que usan complicados sistemas de elección que permiten, por ejemplo, que un partido político con 200.000 votos concentrados en algunas circunscripciones pueda tener varios parlamentarios en el Congreso, mientras que otro partido político con más de 1.000.000 de votos, distribuidos en muchos lugares, no tenga ningún parlamentario. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que se rigen por constituciones amplias y con muchos detalles respecto de los derechos fundamentales, y otras que funcionan desde constituciones breves y con vaguedades sobre tales derechos. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias en las que una votación en el parlamento o un referéndum popular pueden permitir la muerte de seres humanos indefensos a través del aborto, o aprobar por voto la agresión a un país vecino desde ambiciones expansionistas, y otras en las que tales injusticias serían imposibles. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que han permitido o permiten discriminaciones raciales y religiosas, mientras que otras garantizan los derechos fundamentales de todos, sin discriminaciones basadas en el color de la piel o en las creencias religiosas. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que bajo la idea de garantizar la libertad de expresión permiten insultos o calumnias contra inocentes, mientras que otras persiguen y castigan el uso abusivo de la palabra cuando daña injustamente a otros. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que aceptan someterse a tratados internacionales por encima de las leyes soberanas, mientras que otras consideran que sólo el pueblo, desde sus representantes, legisla sobre sus temas internos, incluso contra acuerdos asumidos por el propio gobierno con otros estados. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias en las que partidos políticos representados en el parlamento controlan e impiden el acceso al mismo de nuevos partidos políticos o movimientos cívicos a través de leyes electorales muy restrictivas y con un fuerte control de los medios de comunicación social, mientras que otras democracias permiten más libertad de organización y participación de todos en la vida pública. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias en las que los partidos imponen listas cerradas a sus electores, mientras que otras democracias permiten votar a personas concretas o realizar una consulta previa (las famosas “primarias”) para establecer qué candidatos entran en cada lista electoral. ¿Cuáles son las mejores?

        La serie de preguntas podría hacerse mucho más larga. Podríamos decir, en resumen, que hay democracias pensadas para garantizar los derechos fundamentales de todos los hombres y mujeres que forman parte de un Estado, mientras que otras buscan simplemente perpetuar en el poder a los poderosos y permitir injusticias según preferencias de mayorías más o menos manipuladas. ¿Cuáles son las mejores?

        La frase según la cual la democracia es el menos malo de los sistemas políticos necesita, cuando antes, ser sustituida por otra mucho más sensata: un sistema político, democrático o de otro tipo, sólo será menos malo (mejor) respecto de otros sistemas políticos en la medida en que garantice los derechos fundamentales de todos los que viven como miembros de un mismo Estado.
 

viernes, 23 de septiembre de 2011

¡Jesús es el vino de la fiesta!

Con estas palabras, Benedicto XVI, recordaba a los novios en el discurso que hemos publicado antes, que aunque hoy parece que tenemos todo tipo de majares al alcance de la mano, lo realmente importante en una fiesta, lo que nos da el "puntillo" de alegría... es el Señor.

Cuántas personas intentan buscar la felicidad a tientas, renunciando a la verdad, adhiriéndose a lo fácil, para descubrir al cabo del tiempo que se han roto, que se han quedado con la tripa llena y el corazón vacío... ¡Que han vivido mucho, sí!, pero están más solos que la una.


¡Cuánta gente piensa que quiere a alguien por que disfrutan mucho con esa persona y están todo el día encima! Sólo para descubrir que no se aman de verdad, que se fagocitan y cuando se acaba lo bueno, se quedan solos y se abandonan...

En el fondo, qué poquitos son los que encuentran el Camino y lo siguen.


¿Sabéis que es lo que me da más pena? Que en el fondo, muchos de ellos, si en casa hubieran visto otra cosa... tedrían muchas más oportunidad es de vivir con alegría.

¿Por qué la gente piensa que Jesús es un aguafiestas? ¿Por qué creen que es más divertida la mentira? A lo mejor es porque los cristianos sonreimos poco. Deberíamos disfrutar más de la vida y agobiarnos menos por los problemas del mundo, ¿o es que piensas que vas a poder arreglarlo todo? Quizás, si te agobiaras menos y vivieras más, te envidiarían más porque realmente tienes el secreto de la felicidad. Lo que pasa es que en vez de vivirlo, no hacemos más que advertir de los peligros.


El Papa a los novios les ha dicho cosas tan sencillas como que no se trata de "sentirse bien" con el otro, sino de querer bien al otro, de querer el bien del otro. ¡Qué maravilla cuando una novia es capaz de decirle a su novio: "Vete a casa, que si no mañana no vas a poder madrugar para estudiar"!

Realmente, cada vez me doy más cuenta de que el Señor lo único que quiere es que vivamos una vida a tope, una vida llena, una vida fantástica y maravillosa. Que sólo siguiendo lo que Él nos dice podemos ser realmente felices porque sólo Él tiene nuestro libro de instrucciones.


Que nos fiemos cada día más de Jesucristo. Que sigamos lo que Él nos dice y hagamos lo que nos pida, sólo así tendremos la vida espectacular que Él quiere para nosotros... y el majadero que se conforme con menos... ¡pobrecito!, la vida le va a dar más palos que a un hijo tonto. Efectivamente, al principio, parece que es más divertido acostarte con tu novia y encerrarte a solas con ella en la vida... Hasta que descubres que lo único que os ha unido es el sexo y que ni os conocéis , ni tenéis las mismas aficiones... que ni siquiera sois amigos. A partir de allí te queda aguantar una vida pesadísima o salir huyendo y no aprender nunca.


Con lo fantástico que es aprender a sufrir por alguien que merece la pena, ir conociéndola poco a poco, saliendo con más gente, aprendiendo a conocerla y amarla, descubriendo sus virtudes y sus intereses, haciendo planes en común con más gente y viendo cómo se desenvuelve y cuando llegue el momento entregarte a ella en cuerpo y alma con fidelidad para siempre y abiertos a una vida explosiva que surgirá a vuestro alrededor, de la mano de Dios.


¡Qué diferente es la vida con el Señor! Ojalá nunca nos perdamos la aventura más apasionante de nuestras vidas...


Un fortísimo abrazo. Que seáis tan listos de poder aprovechar la vida mejor.

Una cartita para los novios. ¡Ahí va ésa!

Discurso del Papa a parejas de novios
Discurso que el Papa Benedicto XVI dirigió a jóvenes parejas de novios reunidas en la Piazza del Plebiscito de Ancona (Italia), durante su visita pastoral a esta ciudad italiana, para clausurar el 25º Congreso Eucarístico Nacional.
Ancona, 11 de septiembre de 2011.
Orar
Obras Completas
Santa Teresa de Jesús
Creer y amar con Benedicto XVI
José Luis García labrado
La esencia del cristianismo
Romano Guardini
La vida de Jesucristo en la predicacion de Juan Pablo II
Pedro Beteta
Práctica del amor a Jesucristo
San Alfonso María de Ligorio
La escuela del Espiritu Santo
Jacques Philippe
Camino
La Virgen Nuestra Señora (26ª ed.)
Jesús de Nazaret
Después de esta vida (5ª ed.)
Queridos novios,
        Estoy contento de concluir esta intensa jornada, culmen del Congreso Eucarístico Nacional, encontrándome con vosotros, casi como queriendo confiar la herencia de este acontecimiento de gracia a vuestras jóvenes vidas. Por lo demás, la Eucaristía, don de Cristo para la salvación del mundo, indica y contiene el horizonte más verdadero de la experiencia que estáis viviendo: el amor de Cristo como plenitud del amor humano.
        Doy las gracias al arzobispo de Ancona-Osimo, monseñor Edoardo Menichelli, por su cordial saludo, y a todos vosotros por esta viva participación; gracias también por las palabras que me habéis dirigido y que yo acojo confiando en la presencia en medio de nosotros del Señor Jesús: ¡sólo Él tiene palabras de vida eterna, palabras de vida para vosotros y para vuestro futuro!
        Los que planteáis son interrogantes que, en el actual contexto social, asumen un peso aún mayor. Quisiera ofreceros sólo alguna orientación para una respuesta. Para estos aspectos, el nuestro es un tiempo no fácil, sobre todo para vosotros los jóvenes.
        La mesa está repleta de muchas cosas deliciosas, pero, como en el episodio evangélico de las bodas de Caná, parece que haya faltado el vino de la fiesta. Sobre todo, la dificultad de encontrar un trabajo estable extiende un velo de incertidumbre sobre el futuro. Esta condición contribuye a dejar para más adelante la asunción de decisiones definitivas, e incide en modo negativo sobre el crecimiento de la sociedad, que no consigue valorar plenamente la riqueza de energías, de competencias y de creatividad de vuestra generación.
        Falta el vino de la fiesta también a una cultura que tiende a prescindir de claros criterios morales: en la desorientación, cada uno se ve empujado a moverse de forma individual y autónoma, a menudo solo en el perímetro del presente.
        La fragmentación del tejido comunitario se refleja en un relativismo que oculta los valores esenciales; la consonancia de sensaciones, de estados de ánimo y de emociones parece más importante que compartir un proyecto de vida. También las decisiones de fondo se vuelven frágiles, expuestas a una perenne revocabilidad, que a menudo se considera expresión de libertad, mientras que señala más bien su carencia.
        Pertenece a una cultura privada del vino de la fiesta también la aparente exaltación del cuerpo, que en realidad banaliza la sexualidad y tiende a hacerla vivir fuera de un contexto de comunión de vida y de amor.
        ¡Queridos jóvenes, no tengáis miedo de afrontar estos desafíos! No perdáis nunca la esperanza. Tened valor, también en las dificultades, permaneciendo firmes en la fe. Estad seguros de que, en toda circunstancia, sois amados y custodiados por el amor de Dios, que es nuestra fuerza.
        Por esto es importante que el encuentro con Él, sobre todo en la oración personal y comunitaria, sea constante, fiel, precisamente como el camino de vuestro amor: amar a Dios y sentir que Él me ama. ¡Nada nos puede separar del amor de Dios!
        Estad seguros, además, de que también la Iglesia está cerca de vosotros, os apoya, no deja de miraros con gran confianza. Ella sabe que tenéis sed de valores, los verdaderos, sobre los que vale la pena construir vuestra casa. El valor de la fe, de la persona, de la familia, de las relaciones humanas, de la justicia. No os desaniméis ante las carencias que parecen apagar la alegría en la mesa de la vida.
        En las bodas de Caná, cuando faltó el vino, María invitó a los siervos a dirigirse a Jesús y les dio una indicación precisa: “Haced lo que él os diga" (Jn 2,5). Atesorad estas palabras, las últimas de María recogidas en los Evangelios, casi un testamento espiritual, y tendréis siempre la alegría de la fiesta: ¡Jesús es el vino de la fiesta!
        Como novios os encontráis viviendo una etapa única, que abre a la maravilla del encuentro y que hace descubrir la belleza de existir y de ser preciosos para alguien, de poderos decir recíprocamente: tu eres importante para mí. Vivid con intensidad, gradualidad y verdad este camino. ¡No renunciéis a perseguir un ideal alto de amor, reflejo y testimonio del amor de Dios!
        ¿Pero cómo vivir esta fase de vuestra vida, dar testimonio del amor en la comunidad? Quisiera ante todo deciros que evitéis encerraros en relaciones intimistas, falsamente tranquilizadoras; haced más bien que vuestra relación se convierta en levadura de una presencia activa y responsable en la comunidad.
        No olvidéis, además, que para ser auténtico, también el amor requiere un camino de maduración: a partir de la atracción inicial y del “sentirse bien” con el otro, educaos a “querer bien” al otro, a “querer el bien” del otro. El amor vive de gratuidad, de sacrificio de si, de perdón y de respeto del otro.
        Queridos amigos, todo amor humano es signo del Amor eterno que nos ha creado, y cuya gracia santifica la decisión de un hombre y de una mujer de entregarse recíprocamente la vida en el matrimonio.
        Vivid este tiempo del noviazgo en la espera confiada de este don, que debe ser acogido recorriendo un camino de conocimiento, de respeto, de atenciones que no debéis extraviar nunca: sólo con esta condición el lenguaje del amor será siendo significativo también con el paso de los años.
        Educaos, por tanto, desde ahora a la libertad de la fidelidad, que lleva a custodiarse mutuamente, hasta vivir el uno para el otro. Preparaos para elegir con convicción el "para siempre" que distingue al amor: la indisolubilidad, antes que una condición, es un don que debe deseasrse, pedirse y vivirse, más allá de cualquier situación humana cambiante.
        Y no penséis, según una mentalidad difundida, que la convivencia sea una garantía para el futuro. Quemar etapas acaba por “quemar” el amor, que el cambio necesita respetar los tiempos y la gradualidad en las expresiones; necesita dar espacio a Cristo, que es capaz de hacer un amor humano fiel, feliz e indisoluble.
        La fidelidad y la continuidad de vuestro querer os harán capaces también de estar abiertos a la vida, de ser padres: la estabilidad de vuestra unión en el Sacramento del Matrimonio permitirá a los hijos que Dios quiera daros crecer confiados en la bondad de la vida.
        Fidelidad, indisolubilidad y transmisión de la vida son los pilares de toda familia, verdadero bien común, patrimonio precioso para toda la sociedad. Desde ahora, fundad sobre ellos vuestro camino hacia el matrimonio y dad testimonio de él también a vuestros coetáneos: ¡es un servicio precioso!
        Sed agradecidos a cuantos con compromiso, competencia y disponibilidad os acompañan en la formación: son signo de la atención y del cuidado que la comunidad cristiana os reserva. No estáis solos: buscad y acoged en primer lugar la compañía de la Iglesia.
        Quisiera volver aún sobre un punto esencial: la experiencia del amor tiene dentro de sí la tensión hacia Dios. ¡El verdadero amor promete lo infinito! Haced, por tanto, de este tiempo vuestro de preparación al matrimonio un itinerario de fe: redescubrid para vuestra vida de pareja la centralidad de Jesucristo y del caminar en la Iglesia.
        María nos enseña que el bien de cada uno depende del escuchar con docilidad la palabra del Hijo. En quien se fía de Él, el agua de la vida cotidiana se transforma en el vino de un amor que hace buena, bella y fecunda la vida.
        Caná, de hecho, es anuncio y anticipación del don del vino nuevo de la Eucaristía, sacrificio y banquete en el que el Señor nos alcanza, nos renueva y nos transforma. No descuidéis la importancia vital de este encuentro; que la asamblea litúrgica dominical os encuentre plenamente partícipes: de la Eucaristía brota el sentido cristiano de la existencia y una forma nueva de vivir (cfr Exhort. ap. postsin. Sacramentum caritatis, 72-73). No tendréis, entonces, miedo de asumir la comprometida responsabilidad de la elección conyugal; no temeréis entrar en este "gran misterio", en el que dos personas se hacen una sola carne (cfr Ef 5,31-32).
        Queridísimos jóvenes, os confío a la protección de san José y de María Santísima; siguiendo la invitación de la Virgen Madre –"Haced lo que él os diga"– no os faltará el gusto de la verdadera fiesta y sabréis llevar el "vino" mejor, el que Cristo da para la Iglesia y para el mundo. Quisiera deciros que yo también estoy cerca de vosotros y de quienes, como vosotros, viven este maravilloso camino del amor. ¡Os bendigo de todo corazón!
 

martes, 6 de septiembre de 2011

Gracias a Dios

Hoy he recuperado mi ordenador. A partir de mañana volveremos a introducir entradas. De todos modos debo dar las gracias a la familia Sastre Martínez que me obligaron a aceptar un portátil HP fantástico para que pudiera trabajar, aunque no me ha dado la vida para colgar nada hasta ahora.

Volvemos con noticias frescas: un amigo mío, José Enrique, me va a ayudar a mejorar la presentación del blog, también tendrá privilegios de administrador.

Un abrazo para todos.