miércoles, 27 de diciembre de 2023

¡Feliz Navidad! Y algunas aclaraciones....

 

¡Con la foto de nuestros belenistas parroquiales quería felicitaros a todos la Navidad!

Una Navidad agridulce que nos llega con el desgraciado documento que se enfrenta con 2000 años de tradición de bendiciones.

Pero, gracias a Dios, por encima de vaticanos y vaticinios, Jesús se hace hombre para que nosotros podamos llegar a Dios.

Él asume nuestras pobrezas, también las de los curas, obispos y cardenales para darnos la vida eterna y eso es lo que importa.

Lo único que me importa es la Verdad Revelada por Cristo y su gracia transformadora, a través de la Iglesia. Es Jesús quien nos salva, a través de la Iglesia, en la medida en que ésta transmita fielmente la salvación de nuestro Dios.

Si un cura tratara de perdonar los pecados, pero la persona que se confiesa no tuviera arrepentimiento o propósito de la enmienda... Si un juez eclesiástico diera una nulidad matrimonial por simonía y quien la recibe intentara casarse por la Iglesia... Si un sacerdote intentara bendecir lo que Dios maldice.... Nada sería válido, no se recibiría la gracia y es más, cometeríamos un terrible sacrilegio.

De algún modo, en la Iglesia sólo salvamos y damos la gracia en la medida en que queremos hacer lo que Dios quiere hacer. Si yo trato de hacer algo, que Dios no quiere, entonces es imposible. No hay nada que hacer. Por mucho que fuera el Papa no puedo cambiar la Voluntad de Dios.

Por eso, es tan importante que los curas, obispos, cardenales y el mismísimo Papa nos sometamos a las verdades mantenidas como firmes y definitivas por el magisterio anterior. De otro modo, lo que dijéramos sólo serían disparates que no salvan.

Yo quiero ser fiel a Jesucristo absolutamente y al Papa, en la medida en que no niegue el magisterio anterior, de otro modo no puedo obedecer. Por eso, en conciencia, no puedo usar las "supuestas bendiciones pastorales" que han creado porque son sacrílegas y blasfemas. Además, toda bendición de un sacerdote, en la medida en que se hace "in persona Christi" es litúrgica, pues sólo puedo bendecir lo que Dios bendice.

Yo no puedo bendecir a una pareja que estén unidos por un pecado, porque bendecir a una pareja es bendecir lo que les une. Y no puedo bendecir un pecado.

De modo que yo seguiré actuando en conciencia, según lo que creo que es voluntad de Dios y según la enseñanza que no se puede equivocar de toda la Sagrada Tradición de la Iglesia.

Así que alabo a Dios por todos vosotros, al lado de quienes se encarna nuestro Señor Jesucristo y os bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.