¡Cuánto daño hacemos por quejarnos, protestar, revolvernos y empitonar sin ton ni son!:

Hace unos días, un representante de "Hazte Oir", decía a unos jóvenes que no obedecieran a los obispos cuando pedían moderación y templanza, respecto al problema del Valle de los Caídos.

Como sabréis, las autoridades gubernamentales cerraron el paso principal por obras y sólo se podía entrar en la Basílica por una entrada lateral, como ésta tuviera problemas para la seguridad, se decidió suspender el culto público.

Los obispos y los monjes entraron en diálogo con las autoridades para poder restablecer el paso a las celebraciones y gracias a su buen hacer ya está prevista la entrada y el uso de la Basílica.

Seguramente también os haya llegado la noticia de que el obispo no ha podido dictar la conferencia que tenía prevista en el campus de la Autónoma, porque algunos grupos anti-sistema la iban a boicotear.Ciertos grupos de presión "católicos" comenzaron a echar en cara a las autoridades académicas que no hacían lo posible por favorecer la libertad de expresión de todos. Cuando lo cierto es que habían sido estas autoridades académicas las que habían promovido y pedido al obispo de Madrid que viniera a sus instalaciones para tener dicho encuentro.

Después de todo, ¡qué injusto es acusar, enviar emails de queja y hacer la vida imposible a todo el mundo! cuando nos dejamos llevar por el fanatismo, la susceptibilidad y no vemos sino ataques a los cristianos indiscriminadamente.

Los únicos culpables de esta situación fueron los grupos anti-sistema. Pero, los que han acusado falsamente a todo el mundo desde la COPE hasta los reclacitrantes de siempre, ¿acaso pedirán perdón?

Ojalá esta Navidad Dios nos guí por caminos de comunión con todo el mundo y aprendamos a ver lo mejor de cada uno y no volquemos nuestra propia basura sobre todo bicho viviente. Que Dios nos conceda amar a cada uno, como Cristo le ama.

Que nos dejemos de susceptibilidades y aprendamos el camino de la Cruz, que es el único que salvará al mundo.