martes, 25 de octubre de 2011

La Iglesia se expande al ritmo de las persecuciones:

 

Don José Luis Mumbiela, nuevo obispo de la diócesis de la Santísima Trinidad en Almaty (al sur de Kazajstan)  vino el miércoles y el domingo pasados a mi parroquia, invitado por Don Anastasio Gil, director de Obras Misionales Pontificas de España.

Una de las cosas que más me sorprendió era su sencillez y cercanía. Nos contaba que hace décadas no existía el catolicismo en esas tierras.

Fue "gracias" a las deportaciones stalinistas de polacos, lituanos y alemanes, entre otros, como empezó a haber católicos en el sur de las estepas rusas. Gracias a que Stalin deportó allí a miles de católicos, la Iglesia se hizo un lugar en Kazajstan. Hoy son unos 200.000 católicos, quizás un 1% de la población.

Si observamos la Historia de la Iglesia, los comienzos de la expansión del cristianismo tuvieron lugar en las priemras persecuciones por parte de los judíos. Eso obligó a muchas familias cristianas a huir de Jerusalén y de las zonas de influencia israelita.

Cuando la persecución la llevó a cabo el Imperio Romano, la expansión cristiana se generalizó a todo el orbe conocido y hoy estamos observando que cuando los critianos son expulsados y obligados a huir volvemos a encontrarnos conque llegamos a zonas del globo donde antes no hubiéramos podido soñar.

En el fondo, comprobamos que incluso los enemigos de la Iglesia cumplen los planes de Dios. Todo es providencial.

Otro día hablaremos de la voluntad de Dios y de su permisión.

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