martes, 6 de marzo de 2012

Lo que he vivido en la Javierada 2012:

Por fin regresamos ayer por la tarde-noche a Madrid y ya en la parroquia tuve una conversación con la última persona que me faltaba por hablar de los peregrinos que vinieron conmigo.

La verdad es que el domingo fue un poco caos, por la tarde. No les hice rezar nada en el bus, pero es que ya me daba pena por lo agotados que les veía y, al fin y al cabo, la noche anterior habían rezado como fieras. Después de un Vía Crucis de dos horas, tuvimos una vigilia de más de una hora de duración... Y tras la vigilia, en el autobús, aún quisieron los chavales rezar un Rosario.

Ha sido una Javierada perfecta. Me consta que todos los que dependían de mí han regresado en estado de Gracia. Hemos sacado conversaciones muy majas con cada uno y se de buena tinta que, de verdad, quieren tirar para arriba... ¿Qué más puedo pedir?

Nos lo hemos pasado "pipa", hemos celebrado con "agua carbonatada" algún que otro aprobado in extremis, hemos rezado a lo grande, ha habido un buen rollizo espectacular, les quiero mucho más que cuando salimos y yo creo que ellos mismos están todavía más unidos. Además, mientras íbamos al "baño" (excusa oficial) nos desayunamos unos churritos con chocolate que no se los pierde un santo. Esto es, no sólo volvemos más cerca de Dios, sino que hemos disfrutado mucho más que los enanos. Es lo bueno que tiene ir con pocos y mayores (entre 20 y 25 años). Es mucho más fácil organizarse y tener cositas extraordinarias. Nos hemos duchado cada día y la última noche hasta me consiguieron una camita. No hay ni un sólo punto negativo.

Hemos ido con 370 jóvenes de Acción Católica General de Madrid, siete autobuses y el nuestro salía de mi parroquia con la de San Miguel y Santo Tomás Moro, con chavales muy majos, "grand class". Nos lo hemos pasado genial con ellos y nos han aguantado muy bien. ¡Qué bueno es hacer planes juntos!

La única pena han sido los que han faltado.

Por otro lado, respecto a los chavales de mi parroquia (viven en la zona y vienen a Misa a mi parroquia), que van con otros grupos, me quedo mucho más tranquilo porque he visto cómo trabaja el sacerdote de esa parroquia en cuestión y no me ha disgustado. Es un buen cura, gracias a Dios, y busca hablar con cada uno, algo que creo básico en el apostolado con jóvenes.

Respecto a consideraciones personales, ha sido una de mis mejores Javieradas por las personas que venían conmigo y porque he podido ver al Cristo de Javier sonreirme. Que lo he visto con estos ojitos... ¡¡Qué maravilla!!

Gracias, Señor, por concederme este tiempo de gracia. Estoy en una parroquia fenomenal y aunque muchos de los jóvenes con los que trato son mejores que yo, encima puedo darles al Señor y aportarles alguna que otra cosita. Estoy en una parroquia excepcional, con unos curas que me dan mil vueltas, feliz y contento. No tengo ni una sola cruz. En otras ocasiones, ahora estaría agobiado, pensando por dónde me van a caer los palos, pero sinceramente, últimamente, no me importa en absoluto. Vivo el día a día y sólo quiero olvidarme de mí y servir a mi Señor, aunque no lo consigo.

A ver si próximamente publicamos foticos de nuestra excepcional Javierada para regocijo de los propios y envidia de los ajenos... je, je...

Si Dios quiere, mañana encontraremos casa para hacer una convivencia con los chavales del grupo de los domingos. Si alguien conoce algún sitio, que me de ideas, por favor, porque todos los lugares habituales están ya cogidos.

¡¡Viva Cristo, Viva María, viva la Iglesia y viva España!!

2 comentarios:

  1. Por fin he conocido a vuestros fantásticos hijos... ¡ Qué pena que vayan a San Miguel! Porque dan mucha vida. Si es que teníamos que haber empezado hace muchos años... Pero bueno, lo que Dios quiera, cuando Dios quiera, como Dios quiera...

    Un fuerte abrazo y realmente en San Miguel tienen un buen grupo de chavales, que da gusto verles. No me extraña que no vuelvan...

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