sábado, 28 de abril de 2012

Jornada de oración por las vocaciones:

Este fin de semana en el Seminario Diocesano de Madrid, está teniendo lugar la Jornada de Oración por las Vocaciones.

Desde que era seminarista acudía a estas Jornadas con chavales de mi parroquia, rezábamos, quedábamos con los amigos, nos juntábamos muchos y por fin nos íbamos a tomar un bocata de calamares y una cevecita a la Plaza Mayor.

Siempre he intentado ir el viernes con el arciprestazgo de San Miguel, el mismo en el que está la parroquia de Santa Casilda, con quienes empecé a acudir a esta cita anual.

Este año va a ser diferente, pues los jóvenes de mi parroquia no podían ir el viernes, así que hemos quedado para ir hoy. Vamos a tratar de quedar con un par de seminaristas amiguetes y a rezar un buen rato.

Muchas veces, cuando se habla de vocaciones parece que es necesario hablar de matrimonios... Estoy harto de estas asimilaciones. El matrimonio es una vocación natural, en principio, quien no esté llamado a alguna vocación "especial" está llamado al matrimonio. No hay que rezar demasiado para que nadie se sienta llamado a formar una familia, sólo los locos lo rechazan (y no todos). Si bien es cierto que Cristo lo elevó a sacramento, a signo de salvación y realmente es una vocación divina, pero mientras no falten católicos, no faltarán matrimonios. El problema es que necesitamos curas y religiosos con urgencia. Hay que rezar porque salgan, rogad porque el Padre envíe obreros a su mies...

Realmente es un momento para rezar por las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. Para esto sí que hay que estar abierto a la voluntad de Dios y realmente o rezamos o Dios no va a poder abrirse paso en la conciencia de las personas para mostrarles la belleza de esta vocación a Él mismo. ¿Os habéis dado cuenta qué maravilla es el que Dios te quiera para Sí, que quierea reservarte para disfrutarte sólo Él? ¿Qué tesoros escondidos debe tener esta llamada? Pues no os los voy a contar porque sería desvelar el secreto del rey. Si quieres probarlo, planteate en serio tu vida. ¿Para qué vas a vivir?, ¿Para quién vas a vivir?

Una frase se me quedó grabada de San Francisco de Borja, mi santo patrón: "No más serviré a señor que se me pueda morir". Dicho de otro modo, cualquier chica por guapa que sea va a envejecer, le va a cambiar el carácter y puede fallarte y al final morirse y dejarte solo. ¿Quieres asegurarte de estar con alguien que no envejece, nunca falla y siempre te va a amar y tú lo vas a ver cada día más y mejor? Sólo Dios, ¡SÓLO DIOS!

¡SÓLO DIOS!

Un abrazo y sed ambiciosos... ¡Aspirad a lo mejor!


No hay comentarios:

Publicar un comentario