martes, 30 de octubre de 2012

Un artículo muy bueno sobre Halloween


 "Hace pocos días vi una propaganda de cubrecamas y toallas para niños, estampadas con la imagen de un ataúd que contenía una sonriente calavera. Me pregunté: ¿por qué puede llegar a fabricarse algo tan morboso para un niño? ¿Le gustará a alguno irse a dormir viendo la imagen de la muerte en su propia cama? Al comentar mis dudas me dijeron: ¡es que se viene la fiesta de Halloween
 En efecto, durante la noche del 31 de octubre cada año se ha extendido con más fuerza, especialmente entre niños y adolescentes, el festejo de Halloween.
 
Cuando se acerca la fecha se escuchan todo tipo de opiniones acerca del tema. Desde quienes demonizan la fiesta, pensando que si sus hijos se disfrazan de vampiros, estarán rindiendo culto al mismo Lucifer, hasta quienes dicen: “es una fiesta inocente, burlesca y sin ninguna connotación religiosa o filosófica”. Por eso, muchas instituciones educativas las promueven “porque divierte mucho a los niños”. Ese parece ser el más fuerte argumento: ¡es divertido! Pero pocos parecen caer en la cuenta de que Halloween está suplantando, nada menos que a la Fiesta de Todos los Santos que la Iglesia celebra el 1º de noviembre.
En los orígenes…
El nombre Halloween es la deformación americana del término, en el inglés de Irlanda, «All Hollows´ Eve»: Vigilia de Todos los Santos. Debido a la costumbre inglesa de contraer los nombres para una pronunciación más rápida y directa, esto derivó en el definitivo "Halloween", aunque la fiesta religiosa original nada tiene que ver con la celebración del Halloween actual.
Esta antiquísima fiesta cristiana llegó a Estados Unidos junto con los emigrantes irlandeses, que tenían una profunda devoción por los santos. Y allí echó raíces para sufrir paulatinamente una radical transformación, perdiendo el sentido católico de esa noche y acentuando el aspecto lúgubre y morboso, lleno de terror y fantasmas, donde los muertos se alzan atormentando a los vivos. 
Halloween no es más que la última versión, secularizada y repaganizada, de una fiesta católica, que se fue transformando en un carnaval del terror y en una gran oportunidad para el consumo. Actualmente muchos están buscando, en su versión “New Age”, sus raíces paganas, reorganizando un nuevo calendario esotérico. 
Antes del cristianismo
La fiesta se remonta, en realidad, a tiempos anteriores al cristianismo. Hacia el siglo VI antes de Cristo, los antiguos celtas del norte de Europa celebraban el 1 de noviembre, como el primer día del año. La fiesta de Samhein, fiesta del sol, que comenzaba la noche del 31 de octubre, marcaba el fin del verano y de las cosechas. Los colores del campo y el calor del sol desaparecían ante la llegada de los días de frío y oscuridad. Creían que en aquella noche, el dios de la muerte permitía a los difuntos volver a la tierra, fomentando un ambiente de muerte y terror. La separación entre los vivos y los muertos se disolvía aquella noche, haciendo posible la comunicación entre unos y otros. Según la religión celta, las almas de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces y podían ser liberadas ofreciendo a los dioses sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos.
Creían que esa noche los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían libremente para aterrorizar a los hombres. Para aplacarlos y protegerse se hacían grandes hogueras y, disfrazándose de maneras macabras, trataban de pasar desapercibidos a sus miradas amenazantes.
Cuando los pueblos celtas se convirtieron al cristianismo, no todos renunciaron a las costumbres paganas. En el siglo VIII, el cristianismo colocó la fiesta de Todos los Santos el 1º de Noviembre, quedando así la noche del 31 de octubre, como la Vigilia de esa gran fiesta. La coincidencia cronológica generó no pocas supersticiones sincretistas, que mezclaron la fiesta de los santos, con las antiguas creencias celtas.  
Sin embargo el “Halloween” que hoy se celebra muy poco tiene que ver con los celtas, y menos aún con la fe cristiana. Es un fenómeno completamente estadounidense.
Los mejores consumidores del nuevo mercado: niños y adolescentes. 
Obviamente, ante una globalización cultural, Uruguay no podía pasar mucho tiempo sin adoptar los nuevos “cultos” de la sociedad de consumo, en una resignada digestión que asimila cuanta frivolidad venga de parte del dios mercado
Asistimos en Halloween a una proliferación de artículos más o menos macabros, como calaveras, esqueletos, brujas, vampiros, tableros ouija, y un sinfín de productos en la línea del ocultismo. 
Aparentemente no se presenta como una oferta religiosa, sino como una parodia de la religiosidad cristiana auténtica, con fines preferentemente consumistas: vender productos de carnaval, además de espacios publicitarios en las películas de terror y sitios en internet. Halloween se propone comercialmente como una fiesta joven, divertida, diferente, «transgresora». Y aquí, niños y adolescentes son los destinatarios privilegiados del nuevo producto... 
¿Sólo diversión? En el umbral del espiritismo...
Pero tampoco puede considerarse como un mero fenómeno comercial, ya que se ha transformado en una fiesta importante del calendario neopagano y muchos movimientos, películas, literatura, y diversas propuestas culturales fomentan, a la luz de esta fiesta, creencias de tipo gnóstico, esotérico y espiritista, claramente opuestas a la fe cristiana. 
Nos parece importante tomar conciencia de la cantidad de niños y adolescentes que adhieren ingenuamente a un sinfín de creencias ocultistas, gracias a la  poca capacidad crítica de sus padres y educadores frente a la colonización cultural en la que nos encontramos. No son pocos, los que cada vez son más permeables y crédulos para traer de los pelos todo tipo de propuestas espirituales y ocultistas que estén de moda, sin percibir sus reales contenidos a primera vista. Si un padre no está de acuerdo con la religiosidad ocultista, ¿tiene que aceptar que le impongan a sus hijos la fiesta de Halloween en su jardín o escuela en la versión pagana?
 
Para darse cuenta de la magnitud del fenómeno, basta consultar cuanto ha crecido entre niños y adolescentes la creencia en el contacto con los difuntos -de tipo espiritista- y el miedo a fenómenos ocultistas, o el interés por lo paranormal. Si bien la culpa no es de la fiesta de Halloween, ella se ha vuelto parte de la propuesta cultural esotérica y espiritista que prolifera ya en gran cantidad de películas, telenovelas, dibujos animados y videojuegos. Y la avalancha de materiales que reciben los niños siempre están educando en un contenido, sea explícito o implícito. Siempre se transmite una visión del hombre que sienta las bases para opciones que pueden venir un poco más tarde.
Lo más preocupante y contradictorio es que los principales promotores y organizadores de estos festejos sean, en su mayoría, los propios padres y educadores. Y más preocupante para nosotros es que pasen olímpicamente en instituciones católicas con el argumento de: ¡es divertido! ¡Cómo si algo por ser divertido automáticamente fuera inofensivo y justificable!

¿Qué hacemos entonces con Halloween?
No pensamos que haya que condenar demonizando la fiesta, pero sí informar al menos sobre el origen y sentido del fenómeno, y ver que se da una excelente oportunidad para hablar de los santos, la muerte y la vida eterna (en vísperas del 1 y 2 de noviembre) anunciando la buena noticia del amor de Dios que nos salva, rescatándonos de toda forma de mal. 
Un especialista europeo en este tema (P. Gulisano), recomienda a padres y educadores:
"Educadores y familias deberían movilizarse contra la falta de educación, de buen gusto, contra la profanación del misterio de la muerte y de la vida tras la muerte, pero no es fácil ir contra corriente, desafiar las modas imperantes.
Entonces se puede hacer fiesta en Halloween, recordando lo que este día ha significado durante siglos y lo que sigue testimoniando. Hay que salvar Halloween, dándole todo su antiguo significado, liberando esta fiesta de la dimensión puramente consumista y comercial y sobre todo extirpando la pátina de ocultismo sombrío del que ha sido revestida.
Por tanto, aconsejaría organizar la fiesta y explicar claramente que se está festejando a los muertos y los santos, en modo positivo e incluso simpático para que los niños sean educados en una visión de la muerte como un acontecimiento humano, natural, del que no hay que tener miedo...
En mi opinión se puede y se debe hacer fiesta. El 1 de noviembre, que fue el Año Nuevo celta y luego Todos los Santos, es una festividad extraordinaria para los cristianos, y no vale la pena dejarla en manos de charlatanes y ocultistas. No hay que tener miedo del Halloween «malo», y por esto hay que conocerlo bien. Halloween, de todas formas, no se puede ignorar, y forma parte ya del escenario de nuestros tiempos". (Entrevistado por Zenit). 
Una educación responsable
Si bien es verdad que muchos niños solo lo celebran como una mera diversión, no es menos cierto que el mundo de los espíritus y la brujería es cada vez más cotidiano para ellos y se les despiertan muchas dudas sobre estos temas.
Mientras sigue avanzando una visión secularista y pragmática de la vida, dejando a Dios de lado, crece una gran avidez por lo oculto y lo extraño. Progresivamente nos encontramos con una mayor superstición y credulidad en antiguos mitos paganos... y el imaginario de chicos y grandes parece ser asaltado por toda clase de fuerzas ocultas, fantasmas y hechizos. 
Sin la fe en Dios, el ser humano se arrastra hacia la necesidad de protegerse de fuerzas extrañas que no puede dominar, llenándose de miedo y buscando solución en ese mismo mundo lleno de espíritus, fantasmas y "energías". 
Como cristianos, profesamos que solo Jesucristo nos libera de la muerte y de toda forma de mal. Solo Él es la luz que brilla en la oscuridad de los largos inviernos espirituales del hombre. Solo El le da sentido al sufrimiento con su Cruz. Solo El es vencedor sobre el horror y la muerte. Solo Dios basta para quién ha recibido la gracia y vive como discípulo de Cristo. 
Seguir a Jesús, y celebrar los santos en la víspera del 1 de noviembre, es celebrar la vida, la victoria del amor sobre el odio, la victoria de la vida sobre la muerte, la victoria de Jesucristo que es nuestra, porque estamos unidos a él.
No creo que haya recetas para desafíos de este tipo, pero lo que se puede pedir a cualquier cristiano es un mínimo de discernimiento y responsabilidad frente al consumo de fenómenos que si en sí mismos pueden parecer inofensivos, abren la puerta a no pocos peligros y tergiversaciones del sentido de la vida y de la muerte, del sentido de la diversión y de la fiesta. Enseñarle a los niños el verdadero contenido de la fiesta en una visión crítica, es parte de una educación responsable."
Miguel Pastorino, 
Director del Dpto. Comunicación Social de Arquidiócesis de Montevideo 

¿Pasa algo por celebrar la noche de Halloween?








Un actor disfrazado posa durante el "Halloween Horror Party 2012", en Alemania. | ReutersEs una de las tres noches más importantes de las sectas demoníacas. En esta noche, se está volviendo a las creencias celtas de que la frontera entre el reino de los vivos y el de los muertos se debilita y muchos practican artes adivinatorias o incluso juegan con la Güija. Los disfraces se vuelven más tenebrosos y parece como que es una noche en la que el mal se permite y la brujería campa a sus anchas.

Hoy por hoy, esta fiesta pagana, por mucho que algunos hayan tratado de cristianizarla, cada vez se está volviendo más y más oscura. Antes los niños simplemente iban pidiendo caramelos, hoy se mezcla con cuetiones mucho más turbias.


Realmente, el tema de los disfraces no es baladí, puesto que los niños disfrazados tratan de identificarse con los personajes que representan.

En todo caso, es un intento de celebrar cosas feas, turbias, y al final mentiras. Existe un cierto juego con Satanás y los demonios y, todo esto, no puede traer nada bueno. En todo caso, parece un cierto carnaval, con todas las pésimas consecuencias morales que traen estas celebraciones excesivas.

Mucha gente piensa que el 1 de noviembre se celebra la fiesta en la que conmemoramos a los difuntos. No es cierto, eso lo celebramos el día 2. El 1 de noviembre la Iglesia Católica celebra a todas las personas que están en el Cielo, que ya han triunfado y nos han precedido en el Reino de los Cielos. Justo lo contrario que parcen celebrar quienes disfrutan del Halloween. Disfrutar con el miedo es algo morboso que daña el corazón y dificulta las relaciones personales.

¿Qué celebramos los cristianos el Día de todos los Santos? Ante todo que Dios nos ha creado para compartir todo cuanto es y tiene con nosotros. Nos ha creado con una vocación originaria al amor. Es el amor lo que nos define y nos hace grandes y es gracias al Amor de Dios y a su Misericordia como vamos a alcanzar lo que nos promete, el Cielo.

Hoy, la víspera de todos los Santos, los paganos y ciertos cristianos que se dejan seducir por las modas celebran justo lo contrario, la llegada del infierno a nuestro mundo. ¡Bonito modo de celebrar una fiesta con nuestros hijos!

 Quizás pudiéramos evangelizar esta fecha, como hicieron los primeros cristianos. En vez de escandalizarnos, podríamos proponer positivamente algo nuevo conque nuestros hijos podrían celebrar una fiesta divertidísima y además inspiradora para los corazones. Quizás, bastaría en vez de disfrazarles de majaderos o vampiros o esbirros del Diablo, podríamos disfrazarles de mártires (también con sangre y heridas), pero que pudieran compararse e identificarse con un santo o un mártir en vez de con una criatura del infierno. ¿No os parece? Y que en vez de escupir y ensuciar las puertas, que sonrieran, trataran especialmente bien a todos con los que se encuentren y sean ellos los que repartan y compartan dulces. Que se note la diferencia entre el mundo pagano y la Luz de Cristo Resucitado. ¡Nosotros no celebramos el miedo ni el mal! Sino la luz, la alegría, la vida y que Dios nos ha creado para Amar. Sólo hay que ver la diferencia entre nuestros jóvenes durante la JMJ y los cabestros de los paganos, esos mismos días, insultando y blasfemando. ¿Nos vamos a divertir como ellos?

Es el día 2 cuando en la Iglesia rezamos por todos nuestros familiares difuntos por si acaso están en el purgatorio y pueden necesitar de nuestras oraciones para poder llegar al Cielo.

Sobre la noche de Halloween

Halloween

Saltar a: navegación, búsqueda
Halloween
Jack-o'-Lantern 2003-10-31.jpg
Calabaza, motivo ornamental típico de esta celebración.
Nombre oficial Halloween
Otros nombres Noche de Brujas, Noche de Difuntos
Origen de la celebración Celta
Día de celebración 31 de octubre
Celebrado desde Siglo XIX
Lugar de celebración Internacional; celebrado principalmente en Estados Unidos
Halloween (contracción de All Hallows' Eve, 'Víspera de Todos los Santos'), también conocido como Noche de Brujas o Noche de Difuntos, es una fiesta de origen celta que se celebra principalmente en los Estados Unidos, Canadá, Irlanda, el Reino Unido y en países no anglosajones como México y Colombia en la noche del 31 de octubre. Tiene origen en la festividad celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos. En gran parte, es una celebración secular aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa de 1840.1
El día se asocia a menudo con los colores naranja, negro y morado y está fuertemente ligado a símbolos como la Jack-o'-lantern. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror.

Índice

Historia

Snap-Apple Night pintado por el artista irlandés Daniel Maclise en 1833. Se inspira en una fiesta de Halloween que asistió en Blarney, Irlanda, en 1832.

Origen del nombre

La palabra "Halloween" (Alfabeto Fonético Internacional /ˌhæl.əʊˈiːn/) es usada como tal por primera vez en el siglo XVI, y proviene de una variación escocesa de la expresión inglesa "All Hallows' Even" (también usada "All Hallows' Eve") que significa «víspera de todos los Santos».

Origen celta

Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain, que deriva de irlandés antiguo y significa fin del verano.2 Los antiguos britanos tenían una festividad similar conocida como Calan Gaeaf. En el Samhain se celebraba el final de la temporada de cosechas en la cultura celta3 y era considerada como el «Año nuevo celta», que comenzaba con la estación oscura.4 5
Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el Otro Mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado. En Escocia los espíritus fueron suplantados por hombres jóvenes vestidos de blanco con máscaras o la cara pintada de negro.6 7
El Samhain también era un momento para hacer balance de los suministros de alimentos y el ganado para prepararse para el invierno. Las hogueras también desempeñaron un papel importante en las festividades. Todos los otros fuegos se apagaban y en cada hogar se encendía una hoguera en la chimenea. Los huesos de los animales sacrificados se lanzaban a la hoguera.8
Otra práctica común era la adivinación, que a menudo implicaba el consumo de alimentos y bebidas.

La tradición romana

Cuando tuvo lugar la ocupación romana de los dominios celtas la festividad fue asimilada por estos. Aunque ya se celebraban los últimos días de octubre y primeros de noviembre una festividad conocida como la «fiesta de la cosecha», en honor a Pomona (diosa de los árboles frutales), se mezclaron ambas tradiciones. Las manzanas eran muy populares y pronto formaron parte de la celebración.

Cristianización de la festividad

En una época en la que predominaban las festividades «paganas»,9 los Papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) intentaron suplantarla por una festividad cristiana (Día de Todos los Santos) que fue trasladada del 13 de mayo al 1 de noviembre.

La festividad llega a Estados Unidos

Cartel que anuncia la llegada del Halloween en 1904.
En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos, donde queda fuertemente arraigada. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición durante la Gran hambruna irlandesa. Fueron ellos quienes difundieron la costumbre de tallar los «Jack-o'-lantern» (calabaza gigante hueca con una vela dentro) [cita requerida], inspirada en la leyenda de «Jack el Tacaño».
Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros estados. La fiesta adquirió una progresiva popularidad en las siguientes décadas.
La internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al cine y a las series de televisión. En 1978, se estrenaba en EEUU y en el mundo entero La Noche de Halloween, de John Carpenter; una película ambientada en la víspera de Todos los Santos que supuso una referencia para el cine de terror de serie B; con innumerables secuelas e imitaciones.

Actualidad

Hoy en día Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo estadounidense y canadiense. Algunos países latinoamericanos, conociendo aún esta festividad, tienen sus propias tradiciones y celebraciones ese mismo día, aunque coinciden en cuanto a su significado: la unión o extrema cercanía del mundo de los vivos y el reino de los muertos. En Europa son muchas las ciudades en las que los jóvenes han decidido importar el modo con el que Estados Unidos concibe Halloween celebrándolo con fiestas y disfraces. Aunque en algunos lugares, como Inglaterra, la fiesta original ha arraigado de nuevo.
El hecho de que esta fiesta haya llegado hasta nuestros días es, en cierta medida, gracias al enorme despliegue comercial y la publicidad engendrada en el cine estadounidense. La imagen de niños norteamericanos correteando por las oscuras calles disfrazados de duendes, fantasmas y demonios, pidiendo dulces y golosinas a los habitantes de un oscuro y tranquilo barrio, ha quedado grabada en la mente de muchas personas.

En esa noche los espíritus visitaban las casas de sus familiares, y para que los espíritus no les perturbasen los aldeanos debían poner una vela en la ventana de su casa por cada difunto que hubiese en la familia. Si había una vela en recuerdo de cada difunto los espíritus no molestaban a sus familiares, si no era así los espíritus les perturbaban por la noche y les hacían caer entre terribles pesadillas.

Truco o trato

Truco o trato en Suecia
Originalmente el Truco o trato (en inglés «Trick-or-treat») era una leyenda popular de origen céltico según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente «truco o trato». La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu (que recibiría el nombre de Jack O'Lantern, con el que se conocen a las tradicionales calabazas de Halloween) él usaría sus poderes para hacer «truco», que consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda. Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro (y con el tiempo, debido a la asociación mental entre el espíritu y las calabazas[cita requerida], el nombre de este sería dado a ellas, que es como son conocidas hoy día cuando llega esta fiesta).
Realmente, aunque se ha generalizado la traducción «truco» en castellano por el inglés «trick» y «trato» literalmente por «treat», en el caso del «Trick-or-treating» no se trata de un truco propiamente dicho sino más bien de un susto o una broma por lo que una traducción más exacta sería por ejemplo «susto o dulce» o <>.
En la actualidad, los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase «truco o trato», «truco o dulce» o «travesura o dulce» (proveniente de la expresión inglesa trick or treat). Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.
En México existe una versión denominada Calaverita en la que los niños preguntan ¿me da usted mi calaverita? en lugar de ¿Truco o Trato? refiriendose a un dulce con forma de calavera.
El recorrido infantil en busca de golosinas probablemente enlace con la tradición neerlandesa de la Fiesta de San Martín[cita requerida]

Jack El Linterna

Elementos clásicos de Halloween.
El Diablo, a quien llegó el rumor de tan negra alma, acudió a comprobar si efectivamente era un rival de semejante calibre. Disfrazado como un hombre normal acudió al pueblo de éste y se puso a beber con él durante largas horas, revelando su identidad tras ver que en efecto era un auténtico malvado. Cuando Lucifer le dijo que venía a llevárselo para pagar por sus pecados, Jack le pidió una ronda más juntos como última voluntad. El Diablo se lo concedió pero al ir a pagar ninguno de los dos tenía dinero, así que Jack retó a Lucifer a convertirse en una moneda para pagar la ronda y demostrar sus poderes. Satanás lo hizo, pero en lugar de pagar con la moneda Jack la metió en su bolsillo, donde llevaba un crucifijo de plata. Incapaz de salir de allí el Diablo ordenó al granjero que le dejara libre, pero Jack no lo haría a menos que prometiera volver al infierno para no molestarle durante un año.
Transcurrido ese tiempo, el Diablo apareció de nuevo en casa de Jack para llevárselo al inframundo pero de nuevo Jack pidió un último deseo, en este caso que el Diablo cogiera una manzana situada en lo alto de un árbol para así tener su última comida antes de su tormento. Lucifer accedió, pero cuando estaba en el árbol Jack talló una cruz en su tronco para que no pudiera escapar. En esta ocasión Jack le pidió no ser molestado en diez años, además de otra condición: que nunca pudiera reclamar su alma para el inframundo. Satanás accedió y Jack se vio libre de su amenaza.
Su destino no fue mejor: tras morir (mucho antes de esos diez años pactados), Jack se preparaba para ir al cielo pero fue detenido en las puertas de San Pedro, impidiéndosele el paso pues no podían aceptarle por su mala vida pasada, siendo enviado al infierno. Para su desgracia allí tampoco podían aceptarlo debido al trato que había realizado con el Diablo, y éste le expulsó de su reino y le condenó a deambular por los caminos con un nabo hueco con un carbón ardiendo dentro como única luz que guiara su eterno vagar entre los reinos del bien y del mal. Con el paso del tiempo Jack el Tacaño fue conocido como Jack el de la Linterna o «Jack of the Lantern», nombre que se abrevió al definitivo «Jack O'Lantern». Esta es la razón de usar nabos (y más tarde calabazas, al ser más grandes y fáciles de tallar) para alumbrar el camino a los difuntos en Halloween, y también el motivo de decorar las casas con estas figuras horrendas (para evitar que Jack llamara a la puerta de las casas y proponer Truco o trato).

viernes, 26 de octubre de 2012

Sobre la virtud de la fortaleza (más catequesis para chavales...)

Buenos días, al final no hay forma de zafarse de ciertas cosas y aunque en mi parroquia ya no es necesario que siga haciendo las catequesis para los chavales de los domingos, resulta que una de mis cuñadas me ha pedido que siga haciéndolo para que puedan usarlas en su parroquia.

Además me amenaza con dejar de invitarme a cenar... Así que no me queda más remedio que plegarme a sus exigencias. Ahí va la siguiente catequesis:


Atención: Son dos caras de catequesis, mas dos cuentos, mas un articulo que busqué en Internet y me pareció majo.

martes, 23 de octubre de 2012

¡Qué grande es Dios!

A medida que voy rezando, preparando catequesis y encuentros, poco a poco, me voy dando cuenta de la gozada que es ser cristiano y, además, católico.

Entre otras cosas, si fuésemos musulmanes no podríamos tener ningún acceso a Dios. Lo dejó todo por escrito en el Corán y se acabó la historia, a partir de entonces lo único que podemos hacer es obedecerle y suplicarle, pero nunca va a revelarte nada que haya en su corazón. Si es que fuera cierto, claro.

Si fuésemos budistas, toda la espiritualidad se centra en dejar de tener deseos, en llegar a la ataraxia. Muchas veces no creen que haya Dios es más bien una fuerza impersonal a la que te unirás cuando consigas purificarte. No hay relación con Dios y tampoco es Amor, es el todo. Es como una necesidad ontológica de volver e la Unidad, al Uno. Como si Dios en vez de amarte a ti tal y como eres, deseara fagocitarte.

Si fuésemos judíos, nos habríamos quedado a medio gas. ¡Hace más de 2200 años que Dios se calló! Ya no dice nada. Desde dos siglos antes de Cristo, el Dios de Israel no ha abierto los labios. Ya no hay profetas, ni sacrificios, ya no hay templo, no queda nada... Sólo silencio. ¿No será que cuendo habló en Cristo no quisieron escucharle? Sus oraciones no son íntimas, son fórmulas que todo israelita debe proferir, pero falta la oración del corazón. Ya no tienen su Presencia en el Templo porque ya no hay Templo. Dios es el Totalmente Otro, les Amó, pero ya no saben dónde está.

Sólo en Cristo se cumplen todas las profecías y promesas de Israel. Dios nos Ama en Cristo. Todo el Amor que Dios manifestaba a Iarael a lo largo de toda la Historia de la Salvación ha llegado a su Plenitud y se nos ha manifestado completamente en Cristo y como Cristo ha Resucitado, Vive y nosotros podemos entrar en contacto con Él, a través de la Iglesia y de los Sacramentos y de la entrega del depósito de la fe que ha llegado a nuestros días gracias a la sucesión apostólica, a través de las generaciones en las manos de los obispos. Y gracias a la oración que Dios escucha siempre porque permanece con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

¡Gracias mi Dios! ¡Qué grande eres! ¡Cómo me quieres! ¡Cuánto me has esperado! ¡Aquí estoy, Señor!

No me digáis que no es espectacular meditar en estas cosas en este gran Año de la Fe al que nos ha convocado el Santo Padre...

Un abrazo muy fuerte

miércoles, 10 de octubre de 2012

Respecto a las catequesis infantiles





En mi parroquia me han pedido que me haga cargo de la atención a los niños y a los catequistas de la primera comunión. ¡Menudo lío! y ¡qué bonito!. Por un lado, es un tema que me encanta por ayudar a los padres a formar a sus hijos en la fe. Por otra parte, es algo tremebundo y horripilante, cuando te das cuenta de que la formación cristiana de sus hijos es lo último que preocupa a algunos papás.

Me he encontrado con situaciones tan peregrinas como que viniera un padre quejándose de que la catequesis durara más de un curso, cuando en algunos colegios sólo dura eso. Nos exigía que creáramos un grupo de un sólo año. Con mucho cariño le invitamos a que apuntara a sus hijos a las catequesis del colegio en cuestión.

Sinceramente, no es responsabilidad mía que estos niños vayan al cielo. Nosotros, en la parroquia, sólo podemos ayudar a los papás que se dejan ayudar y a los demás, podremos exhortarles, tratar de conquistarles, pero la libertad individual es sagrada.

Si no van a Misa con sus hijos, si no rezan con sus hijos, si les dicen, como he visto tantas veces, "eso son estupideces de los curas", sinceramente, que cojan a sus niños y se vayan con ellos al Burguer King.

Hay veces, que te encuentras a un niño entre un millón, en esos ambientes, que aunuqe sus padres sean unos (lo que sea) ellos sí que han notado el paso de Dios por sus vidas y quieren ir a Misa (aunque nadie les lleve) y rezan... Por ellos, se me parte el alma, y somos capaces de hacer lo que haga falta, pero por el amor de Dios... ¡Dejad que los niños se acerquen a Jesús!, ¡No se lo impidáis!

Ahora, cuando te encuentras con padres que están por la labor, es una de las actividades más bonitas que podemos realizar. ¡Vivan los papás!, ¡Vivan los catequistas!, ¡Viva Cristo!

Última catequesis de los domingos

Ya sabéis que en principio, debería haber dejado ya las catequesis de los domingos, pero para facilitar a Don Elvis su progresiva incorporación a la parroquia, voy a desarrollar una última catequesis para los niños que vienen los domingos.

La oración del Rosario:

Ya sabemos que es algo muy bueno orar y hablar con Dios Padre, con nuestro Señor Jesucristo, con el Espíritu Santo dador de Vida y con María, nuestra Señora.

De hecho, sin un trato cotidiano, no podemos llamarnos cristianos. Un cristiano es una persona que vive con Jesús, sin ese trato íntimo y cercano, es imposible que estemos viviendo con Él.

Pues bien, además de ayudarnos para la oración de la lectura de la Sagrada Biblia y de algún libro piadoso que nos ayude a centrar la atención en lo que queremos considerar con el Señor, hay una ayuda especial a la oración especialmente indicada para los más sencillos. Es uno de los modos de orar que más complacen a Dios y a María.

Por su sencillez, es especialmente indicada para comenzar la oración contemplativa porque arranca de nuestro corazón las vaharadas soberbias de pensar que nosotros somos capaces de tratar directamente con Dios.

Por su cadencia, al ser una oración rítmica te ayuda a acompasar el corazón con lo que dices y es una forma magnífica de entrar en contemplación.

Por su contenido, es una oración magnífica, pocas veces podrás decir a la Vigen María cosas más bonitas que las que le dicen los que rezan el Rosario. Además, al contemplar cada misterio durante unos segundos, poco a poco vas entrando en la consideración de los Misterios de la vida de Cristo y de nuestra Señora. Te vas empapando de la Escritura y llegas a darte cuenta de que constantemente estás en la presencia de Dios, que Nuestro Señor te acompaña todos los instantes de la vida y que la Virgen María guardas tus entradas y salidas.

En el año 1208 la Virgen María se apareció a Santo Domingo de Guzmán y le pidió que mucha gente rezara el Rosario, entre otras cosas le prometió:

LAS QUINCE PROMESAS DE LA VIRGEN MARÍA A QUIENES RECEN EL ROSARIO

1.- Aquellos que recen con enorme fe el rosario recibirán gracias especiales.
2.- Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
3.- El Rosario es un arma poderosa par no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.
4.- Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las misma almas se santificarán por este medio.
5.- El alma que se encomiende a mí en el Rosario, no perecerá.
6.- Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida, no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
7.- Aquel que sea verdadero devoto del Rosario, no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
8.- Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte, encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
9.- Liberaré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
10.- Los niños devotos del Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
11.- Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
12.- Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
13.- Mi Hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
14.- Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único Hijo, Jesús Cristo.
15.- La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

BENEFICIOS DEL ROSARIO

1.- Nos eleva gradualmente al perfecto conocimiento de Jesucristo.
2.- Purifica nuestras almas del pecado.
3.- Nos permite vencer a nuestros enemigos.
4.- Nos facilita la práctica de las virtudes.
5.- Nos abrasa en amor de Jesucristo.
6.- Nos consigue de Dios toda clase de gracias.
7.- Nos proporciona con qué pagar todas nuestras deudas con Dios y con los hombres.


EL SANTO ROSARIO ES CONSIDERADO COMO LA ORACIÓN PERFECTA PORQUE JUNTO CON EL ESTA AUNADA LA MAJESTUOSA HISTORIA DE NUESTRA SALVACIÓN. CON EL ROSARIO DE HECHO, MEDITAMOS LOS MISTERIOS DE GOZO, DE DOLOR Y DE GLORIA DE JESÚS Y MARÍA. ES UNA ORACIÓN SIMPLE, HUMILDE COMO MARÍA. ES UNA ORACIÓN QUE PODEMOS HACER CON ELLA, LA MADRE DE DIOS. CON EL AVE MARÍA LA INVITAMOS A QUE RECE POR NOSOTROS. LA VIRGEN SIEMPRE NOS OTORGA LO QUE PEDIMOS. ELLA UNE SU ORACIÓN AL LA NUESTRA. POR LO TANTO, ÉSTA ES MÁS PODEROSA, PORQUE MARÍA RECOGE LO QUE ELLA PIDE, JESÚS NUNCA DICE NO A LO QUE SU MADRE LE PIDE. EN CADA UNA DE SUS APARICIONES, NOS INVITA A REZAR EL ROSARIO COMO UN ARMA PODEROSA EN CONTRA DEL MALIGNO, PARA TRAERNOS LA VERDADERA PAZ.

Es una oración que gusta mucho a la Virgen María porque una persona soberbia nunca sería capaz de rezarla, pues la encontraría monótona y vulgar. Sólo los sencillos son capaces de recorrer las cuentas del Rosario con sencillez de corazón, hablando confiadamente con su Madre y honrando al Señor. Junto con la oración litúrgica es lo que mejor puede preparar el corazón a recibir todos los regalos que Dios deposita en las manos de su Madre para nosotros.

Con esta simple oración, Dios hace caer las murallas con las que rodeamos nuestro corazón y lo abre a la gracia. Es la oración más poderosa que Dios nos ha ofrecido. Con esta oración la Santa Liga conquistó el Mediterraneo para la cristiandad, muchos pecadores se han convertido, muchos contumaces han abrazado la fe, muchos pecadores han recuperado las fuerzas y la gracia de Dios y muchas personas se han visto libres de las asechanzas  del Enemigo.

Si hacemos caso de Lourdes y Fátima y tantas otras veces en las que María se ha aparecido, siempre ha hablado del Rosario como su oración favorita y estoy absolutamente convencido de que es por su tremenda sencillez. El mejor camino para llegar a Dios es la humildad. Si alguien reza cada día el Rosario, nunca tendrá la soberbia de pensar que sabe más que Dios o que su Iglesia.

De hecho, no hay oración que aborrezca más el diablo que el Santo Rosario. Es una oración que muestra nuestra obediencia a la Santa Madre Iglesia porque ha sido muy recomendada por todas los Papas y los Santos. Cuando tienes la cabeza desorientada y no eres capaz de centrarte, siempre puedes acudir a repetir estas 50 Avemarías que aquietan tu corazón y te ofrecen la certeza de estar en manos de María porque no hay Camino más seguro para llegar a Jesús que las manos de su Madre.

Realmente, si ofreces cada misterio o incluso cada Avemaría por una intención concreta, te estás asegurando un baño de gracia para la persona por quien lo ofreces... Pero hay un camino todavía mejor. Renuncia a pedir tú directamente las cosas, abandónate en manos de María y ofrécele a ella directamente cada misterio y será Ella quien se encargue de pedirle al Padre por sus propias intenciones y Dios aplicará la gracia que corresponde a tus ratitos de oración a las personas que más convengan. Tú abandónate en María que Ella sabe más, te quiere más y puede más.

La segunda parte de la catequesis consistiría en enseñarles a rezar el Rosario. Si no conseguimos un Rosario para cada uno, lo que sí nos ha dado Dios son 10 dedos en las manos, uno por cada Avemaría. Les enseñáis los misterios, a contemplarlos, a poner una intención en cada misterio, luego las letanías y sobretodo a que lo recen diariamente y tengan el Rosario siempre en el bolsillo, dispuesto para ser usado.

Un fuerte abrazo y me encanta que mi última catequesis sea sobre el Rosario de María.

jueves, 4 de octubre de 2012

Tenemos nuevo cura...

Hace pocos días, llegó un sacerdote nuevo a nuestra parroquia. Tiene 34 años, lleva 4 años ordenado y se llama... Elvis Fernándes. De ahí la foto... Je, je.

Con gran dolor de mi corazón, pero sabiendo que lo va a llevar mejor que yo y que tiene más fuerza, le hemos encomendado entre otras cosas las actividades con los chavales más jóvenes, el grupo de los Domingos, las excursiones, convivencias y campamentos.

Así que dejarán de aparecer por este blog las catequesis de cada Domingo porque ya no seré yo quien las prepare.

Rezad por el P. Elvis y por nuestra parroquia.