lunes, 30 de agosto de 2010

Cómo me gustaría predicar:


A lo largo de los años he predicado desde muchos puntos de vista. Suelo terder a un estilo apocalíptico. A lo largo de los años, dominado por la ansiedad y el deseo de mejorar la parroquia, he echado todo tipo de broncas... He cambiado mucho de estilo y de maneras de predicar: más teológico, más al corazón, más sobre la actualidad, quizás tendiendo, a veces, a tocar la vida de los feligreses...

Pero, al final, valorando las distintas respuestas que he ido obteniendo me doy cuenta de que echaar broncas, ser apocalíptico o algo cenizo nunca trae buenas consecuencias y, de hecho, cuando me he forzado en moderar el tono y predicar como veo que Dios me pide; no desde la visceralidad, sino con cariño y pensando lo mejor del "auditorio"; descubro que casi todas las personas conectan conmigo, disfrutan de la homilía y salen deseando hacer las cosas  mejor.

De este modo, uno se da cuenta de que tengo que hacer las cosas como Dios ha obrado conmigo, aunque por mi carácter es precisamente lo contrario lo que naturalmente me sale. Por lo que cada homilía me va a exigir no sólo prepararlas, sino pasarle el filtro:

-   ¿Estoy pensando lo mejor de las personas o me pongo en plan "No tenéis ni idea y os vais a condenar"?.

-   ¿Estoy analizando el tema desde la perspectiva más positiva o me dejo llevar por mi pesimismo ramplón?.

-   ¿Estoy animado a luchar con alegría o desespero al más pintado?

En definitiva, me doy cuenta de que el rasgo más importante que Dios me ha mostrado en la vida es doble:

-   Nunca me ha dejado en paz, siempre me ha perseguido y buscasdo, hiciera lo que hiciese, hasta dar conmigo.

-   Siempre ha derrochado conmigo una gran largueza y MISERICORDIA.

El Papa Juan Pablo II definía la misericordia como salvar siempre el bien que se esconde bajo cualquier apariencia de mal. Si en las homilías consigo rescatar todo el bien que anida en el corazón de mis feligreses conseguiremos poner en acto toda una serie de capacidades tremendas de aceptar la voluntad de Dios y cumplirla porque la gente quiere hacer las cosas bien, lo que pasa es que a veces no sabemos cómo hacerlo, o no se nos ha ocurrido, o, a lo peor, nos vemos superados por nuestras miserias. Lo cierto es que sólo vamos a poder tirar hacia arriba si vemos que Dios nos alienta y nos espera y nos da su fuerza siempre.

Por eso, me gustaría que por mucho que me cueste siempre pueda predicar con alegría, optimismo y misericordia. Derrochando la misericordia de Dios.

Un fuerte abrazo.

martes, 24 de agosto de 2010

VERDAD Y LIBERTAD:

Tras el artículo anterior, he encontrado un escrito mucho más claro y mejor expresado que el mío. Además, la talla intelectual de su autor, como su autoridad moral, exigían la publicación de este texto.

http://www.mercaba.org/FICHAS/Humanitas.cl/verdad_y_libertad.htm

lunes, 23 de agosto de 2010

Tolerancia, respeto y caridad cristiana

Una buena persona ha hecho un comentario en el artículo en el que colgaba la primera catequesis a evangélicos.

Bajo su comentario he colgado una respuesta doble o dos comentarios al respecto. Cierto que he sido algo rudo, pero necesitaba una respuesta escueta. Por desgracia, por carácter tiendo a ser quizás demasiado asertivo y puede considerarse irrespetuoso en  ocasiones.

Vayan por delante mis disculpas si alguien se ha sentido ofendido, pero antes de rechazar mis argumentos le sugiero que se plantée porque le molestan tanto, ¿no será que algo de razón tengo? Personalmente, cuanto más me incomoda un argumento que considero ofensivo, suele ser porque va a la raíz de mi problema, de otro modo, me mueve a la risa, quien intenta ofenderme.

Con todo, nos topamos con un problema básico de nuestros días. ¿Se puede reducir todo a opiniones? ¿No existen verdades incontestables, aunque todo el mundo las niegue? ¿Existe la verdad objetiva? ¿Podemos conocerla? A lo mejor es que todo es opinable, no existen las certezas y lo mejor entonces sería no plantearle las preguntas fundamentales, sino vivir, comer, beber, hacer lo que me apetezca y, por fin, terminar con mi vida insulsa, sin tener que sufrir.

Así, nos topamos con un problema fundamental para afrontar la vida que tienen nuestros contemporáneos: el relativismo moral y existencial.

Cuanod hablamos de algún tema importante con alguien, suele terminar por alzar los brazos y sugerirnos: "Ésa es tu verdad. Yo opino de distinta manera" y nos da la espalda pensando que la discusión está zanjada.
¿Existe "mi" verdad o "tú" verdad?

Antes de nada debemos distinguir entre la verdad y nuestro conocimiento de la misma y entre las opiniones y las certezas.

Realidad y conocimiento: La Verdad.

Aquí nos topamos de bruces con una dificultad de nuestro siglo. ¿Las cosas existen por sí mismas o dependen de nosotros para existir? Según los idealismos, no importa si el universo existe o no, lo único que importa es si yo lo conozco y en la medida en que puedo conocerlo.

De algún modo, sólo les importa la existencia subjetiva de la realidad, pero ante esto me surge una duda: ¿conozco la realidad o me la imagino? Al margen del reflejo subjetivo que puede existir en mí, lo importante es la "cosa", el objeto exterior a mí que da origen a mi pensamiento. Si la "cosa" existe fuera de mí, entonces mi deber es conocerla de la mejor manera posible para adecuar mi pensamiento a la realidad: esto es la verdad.

Lo importante no es lo que yo sepa, sino que mi pensamiento se adecue lo más posible a la realidad que existe fuera de mí. De otro modo, me engañaría, me equivocaría y mis conclusiones serían erróneas.

Un día Hegel explicaba sus teorías a sus alumnos y uno de ellos le espetó :"Maestro, en la realidad no sucede lo que usted está diciendo". A lo que Hegel respondió: "Si no sucede así en la realidad, peor para la realidad".

Podemos tener unas teorías muy lógicas, estupendas, preciosas y fantásticas, pero si no se adecúan a la realidad me van a confundir y me conducirán al error. Cuanto más importante sea el objeto de mi estudio, peores consecuencias traerá mi error.

Existen ciertas verdades objetivas que son indemostrables, son certezas de las que se parte. Son los llamados "axiomas". Si me equivoco en los axiomas de los que parto, por muy bien construída que esté mi teoría, conducirá al error. Por ejemplo: el famoso axioma de Descartes: "Pienso, luego existo". Esto es falso, el pensamiento no es la causa de la existencia del hombre, sino más bien al contrario: "porque existo, puedo pensar".

Éste es el problema del idealismo. Las cosas son lo que son, al margen de mi conocimiento de ellas. Aunque yo no sepa que existe una silla delante de mí, si camino hacia ella, realmente me chocaré con esa silla. Esto es lo que se llama "evidencia". Existen ciertas verdades objetivas y observables, por mera experiencia, que si no nos atenemos a ellas no podemos vivir. Esto es, pon ante el mayor de los "idealistas" un buen filete de ternera y dile que se lo coma subjetivamente. Ésa es la gran estupidez del idealismo, el filete existe independientemente de mi conocimiento sobre él. ¡Y está buenísimo por sí mismo!

Debemos reconocer la existencia de la realidad y nuestra cierta capacidad para conocerla, al menos en parte.

Una vez que hemos descubierto la importancia de la existencia de la realidad, surge otra pregunta: ¿podemos conocer la realidad? En cierto modo sí. No digo absolutamente, porque depende de nuestras capacidades. Por ejemplo, el ser humano sin la ayuda de aparatos técnicos no puede conocer todos los sonidos que existen, porque nuestra capacidad auditiva es limitada. De modo, que puedo conocer la relidad, aunque no totalmente.

Con este argumento alcanzamos la verdad: si puedo conocer algo de la relidad, puedo saber algo con verdad. La verdad es la adecuación de mi conocimiento a la realidad que existe. Cuanto mejor conozca la realidad, mejor conoceré la verdad. Por esto, la verdad os hará libres. Si quiero vivir en plenitud debo conocer, cada vez mejor, la realidad de mi vida, qué es lo que me construye y qué es lo que me destruye, para poder elegir bien.

Aquí llegamos a enfrentarnos con el "relativismo". Dicen que como es muy difícil conocer la realidad, puesto que muchas veces nos equivocamos y que la defensa de la verdad nos ha conducido a muchos enfrentamientos, lo mejor es vivir como si no existiera la verdad. Aquí se dividen: unos dicen que pasemos de todo y disfrutemos, sería el relativismo práctico o otros llegan a afirmar que, o bien no podemos conocer en absoluto la realidad, o que, directamente,no existe. Al no existir una naturaleza humana cada uno podría decidir qué es lo que le hace feliz y qué es lo que le hace daño, sería el caso de Gregorio Peces Barba y su caterva de "ius positivistas" (la ley la crea el hombre). ¿No os recuerda al árbol de la ciencia del bien y del mal?. Éste es el pecado por excelencia, yo sólo puedo descubrir lo bueno y lo malo, no decidirlo. Tengo que vivir conforme a la verdad, conforme a lo que las cosas son.

De hecho, a lo largo de mi vida descubro que todos los seres humanos somos muy parecidos. Todos los que llevan una vida mala, aunque a veces parezca que triunfan, terminan mal y todos los que llevan una buena vida, aunque a veces sufran, terminan bien. De hecho, cuando he obrado en contra de mi naturaleza he terminado sufriendo. Pero el pecado no es pecado porque subjetivamente sufra, sino porque aunque yo no me de cuenta, realmente me destruye, me incapacita y me esclaviza. Por desgracia, a veces nos hacemos conscientes, demasiado tarde.

Existe la realidad y yo puedo conocerla con certeza. Esto es un pensamiento alentador y que nos sitúa muy cerca de poder vivir la vida mejor.

No sólo existe la realidad, sino que también existe la Verdad, porque todo lo que es, es según lo que Dios ha querido. Por eso, la Verdad tiene una existencia real, si yo llego a conocer a Dios y Dios me revela la Verdad, podré vivir conforme a esa Verdad toda mi vida y llegar a la plenitud. Aquí no se trata sólo de conocer la Verdad, sino de vivir conforme a ella, de elegirla, de desearla y respetar la naturaleza de las cosas. La plenitud de la vida no se basa en el mero conocimiento, sino de que las elecciones que tomamos se correspondan con la Verdad de la vida. Conocimiento y libertad.

Puesto que existe la Verdad y puedo conocerla, de algún modo, entonces no todo son opiniones, hay certezas absolutas que no admiten réplica. Por eso, no todo es opinable. Imaginaos que estamos en una carretera y se acerca una camión "Mack" a toda velocidad. Si tú no lo has visto y yo te grito "Cuidado, un camión". Seguramente, no me preguntarás en qué medida podemos conocer con certeza que ese camión nos va a atropellar. Seguramente, correrás a refugiarte fuera de la carretera. Eso es una certeza. Hemos llegado al conocimiento de una verdad, que no admite opiniones. Por mucho que tú me digas que "ésa es tu verdad, respétame, que yo tengo otra opinión", si te quedas en la carretera, seguramente morirás con tu opinión equivocada.

Hay verdades opinables. En algunos temas, no podemos alcanzar totalmente una certeza (conocimiento absoluto de la verdad), por eso, es respetable formarse una opinión contrastada. ¿Un filete de ternera es carne roja? Depende de la luz con la que se vea.

Según el grado de verdad que tiene nuestro conocimiento distinguimos las opiniones de las certezas. Necesitamos juzgar, discernir, cribar la verdad de nuestros conocimientos. Necesitamos contrastar nuestros juicios, nuestras opiniones, hasta lograr certezas. Realmente, no es lo mismo que alguien niegue una opinión mía, que todavía no tenía suficientemente contrastada, a que alguien me niegue una verdad de la que estoy cierto, una certeza. Me opondré con más tesón a esta segunda posibilidad, pues he llegado a lacanzar una seguridad en la veracidad de mi juicio, que necesitará una argumentación mayor para sacerme de mi error.

¿Puedo tener certezas equivocadas? Por supuesto. Hay quien vive con una certeza subjetiva errónea. Piensan que "la única verdad que podemos llegar a conocer es que no podemos conocer ninguna verdad", todavía más sangrante es pensar que "la única verdad que existe es que no existe ninguna verdad". Evidentemente, estos juicios son erróneos y hay quien establecía su vida desde el fundamento de este error básico. Tenía por cierta una mentira. No puede ser "A" y "no A", a la vez y en el mismo sentido, sería contradictorio. Si yo tengo razón, quien piense lo contrario debe estar equivocado o al revés.

Tolerancia, respeto y caridad:

Vemos que la verdad puede llegar a ser conocida realmente, tenemos que hay muchas personas que están equivocadas y vivien en el error y, por último, yo creo estar cierto de algunas verdades que otros niegan. De otro modo, vemos que la verdad existe y podemos conocerla, pero en muchos temas no existe la unanimidad. Esto es, unos están ciertos y otros están equivocados. A lo largo de los siglos, nos hemos sometido, nos hemos esclavizado, hemos combatido y nos hemos asesinado para obligar a los demás a rechazar lo que nosotros considerábamos un error y obligarles a aceptar la verdad. ¿Cómo hay que actuar? Aquí nos topamos con un hecho: hay personas equivocadas. ¿En qué medida puedo influir sobre ellas? Siempre partimos de que personalmente somos los que conocemos la verdad, por supuesto. ¿Cómo voy a estar yo equivocado? Pero ya hemos visto que yo también me puedo equivocar porque no es tan fácil alcanzar la verdad. Debo buscar siempre la verdad.

¿Es lícito obligar a alguien a aceptar la verdad? Antes incluso de ver si es lícito o no, comprobamos que la verdad no es sólo cuestión de conocimiento, sino que exige una puesta en marcha de la libertad. Cuanto más fundamental para la vida sea la verdad, más se exige la libertad para aceptarla. Cuando afecta a la propia vida, esto se ve incluso en la aceptación de verdades científicas. Ciertas demostraciones científicas fueron aceptadas muy tarde porque la comunidad científica tenía mucho que perder (como le pasó a M.Curie).

Bien, hasta allí todos de acuerdo. Yo no puedo obligar a alguien a aceptar la verdad, puedo tolerar que una persona esté equivocada, pero no puedo permitir que enseñe una mentira, por el bien de los niños y de la sociedad en general. Esto es lo que piensan los fanáticos de cualquier género, incluso hubo una época en la que la Iglesia actuaba así. Aunque a decir verdad, fue la primera que abandonó esta vía. Vemos que en el auténtico progreso humano, la Iglesia siempre ha sido la avanzadilla.

¿Por qué la Iglesia dejó de imponer la verdad? Porque se dió cuenta de que la verdad sólo puede ser "aceptada" libremente. La verdad no sólo se conoce, sino que es exigencia humana que nos adhiramos a ella, pero para eso debemos estar libres de cualquier coacción. La verdad exige libertad, una adhesión voluntaria y libre. "Por consiguiente, el derecho a la libertad religiosa no se funda en la disposición subjetiva de la persona, sino en su misma naturaleza", como dice el Concilio Vaticano II en "Dignitatis Humanae".

De hecho, no sólo admitimos la libertad de creer en lo que cada uno considere, sino que la libertad de cátedra es una riqueza, pues cada uno tiene capacidad de reconocer la verdad y evitar el error. Partimos de una confianza básica en la capacidad personal para descubrir la verdad y en un juego justo, la verdad siempre acaba saliendo a la luz. No tenemos miedo a la verdad, estamos seguros de que nos da la razón, por eso no tememos a una pública discusión. Cuanta mayor sea la libertad, mayor es la capacidad de reconocer la verdad y aceptarla.

Ultimamente se oye mucho hablar de tolerancia. Hay que tolerarlo todo, se nos dice. ¿Es eso cierto? ¿Es la tolerancia lo que cimienta una sociedad? Se oye hablar de que los Estados Unidos son el paradigma de la tolerancia. Yo no me lo creo, los EEUU son el paradigma del respeto. ¿Qué es la tolerancia?, ¿no hay nada mejor que eso?

¿Qué es la tolerancia? Permitir un mal, para evitar un mal mayor o para conseguir un bien. Por ejemplo, en la facultad de Derecho han instalado unas máquinas expendedoras de preservativos. Yo, sinceramente, creo que eso es algo que puede hacer mucho mal a mucha gente porque promueve unas relaciones sexuales que destruyen a las personas. ¿Puedo destruir esas máquinas? No, por respeto a un bien mayor que es la convivencia ciudadana. Debo tolerar la existencia de esas máquinas. Si las destruyo, otro podría destruir la capilla pensando equivocadamente que es un gueto fascista. Así, por el bien mayor de la convivencia debo tolerar un mal.

Hay una realidad todavía más grande: el respeto. ¿Qué es el respeto? Es reconocer que algo o alguien tiene valor. ¿Se puede respetar una teoría? En la medida en que sea verdadera. Las ideas o teorías no son dignas de respeto más que por la verdad que conllevan. Lo único que puede valorarse en una teoría es su grado de verdad, ya sea en los axiomas, como en su lógico desarrollo, como en sus conclusiones. Yo no puedo respetar el racismo, ni la injusticia.

Lo único que es digno de respeto por sí misma es la persona. Una persona aunque esté equivocada es digna de respeto, no puedo negar su valor intrínseco, aunque esté equivocada. La persona no vale porque sea útil, vale porque Dios la ama por sí misma. Toda la creación Dios la quiere en tanto que nos sirve para alcanzar el fin para el cual hemos sido creados, pero la persona es el único ser al que Dios ama como un fin en sí y no como medio para alcanzar nada. De hecho, Dios no nos crea porque seamos útiles a la evangelización o a cualquier otro proyecto, Dios nos crea porque quiere vivir con nosotros, porque nos ama.

La mentira no tiene derechos, quien tiene derechos es la persona, aunque esté equivocada. El fundamento de  los derechos de la persona es el amor de Dios. Por eso, los animales no tienen derechos. Tenemos derecho a disfrutarlos las personas. Una persona tiene derecho a la libertad de cátedra o de credo, aunque esté equivocada, aunque desee corromper a la sociedad, por su propia dignidad de ser creada por amor.

¿Qué es la caridad? Hábito divinamente infundido, que inclina a la persona a amar a Dios por él mismo sobre todas las cosas, y al hombre por amor a Dios. Para poder amar es necesario buscar el bien de la persona amada. El verdadero amor no es un sentimiento, sino una disposición de la voluntad de buscar lo mejor para la otra persona.

Yo no quiero que me toleren. Yo no soy un mal, nadie es una mal absoluto. Nadie tiene que "tolerarme". Como mínimo, deberían respetarme. Todos debemos descubrir el valor que tiene cada uno, ése es el reconocimiento mínimo de las personas. Incluso el ser humano más malo, tiene ciertos derechos que no le concede la sociedad, sino que les son reconocidos. Tengo derechos inalienables, porque soy amado por Dios. Pueden no amarme, pero deben reconocerme.

Ahora, por cristiano yo no sólo debo respetar a mi prójimo, sino que debo buscar lo mejor para él, por eso debo interesarme en ayudarle a descubrir la verdad. Ya será responsabilidad suya aceptarla o no, pero porque quiero lo mejor para él no me da igual que se salve o no, que descubra la verdad o no. Lo que no puedo hacer es obligarle, porque el amor incluye el repeto, pero sí debo hacer todo lo que sea necesario para que, respetando su libertad, pueda hacerle entrar en razón.

Como dice el Concilio en "Dignitatis Humanae": "En primer lugar, profesa el sagrado Concilio que Dios manifestó al género humano el camino por el que, sirviéndole, pueden los hombres salvarse y ser felices en Cristo. Creemos que esta única y verdadera religión subsiste en la Iglesia Católica y Apostólica, a la cual el Señor Jesús confió la misión de difundirla a todos los hombres, diciendo a los Apóstoles: "Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto yo os he mandado" (Mt., 28, 19-20). Por su parte, todos los hombres están obligados a buscar la verdad, sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla y practicarla.
Confiesa asimismo el santo Concilio que estos deberes afectan y ligan la conciencia de los hombres, y que la verdad no se impone de otra manera, sino por la fuerza de la misma verdad, que penetra suave y fuertemente en las almas. Ahora bien, puesto que la libertad religiosa que exigen los hombres para el cumplimiento de su obligación de rendir culto a Dios, se refiere a la inmunidad de coacción en la sociedad civil, deja íntegra la doctrina tradicional católica acerca del deber moral de los hombres y de las sociedades para con la verdadera religión y la única Iglesia de Cristo. Se propone, además, el sagrado Concilio, al tratar de esta verdad religiosa, desarrollar la doctrina de los últimos Pontífices sobre los derechos inviolables de la persona humana y sobre el ordenamiento jurídico de la sociedad".

Existe la verdad, podemos conocerla y debemos enseñarla, respetando la libertad de cada uno, pero advirtiéndoles de los errores posibles. Nuestra única arma apostólica es "la misma fuerza de la verdad, que penetra suave y fuertemente en las almas". Existe la verdad, existen ideas equivocadas. Existen personas que conocen la verdad y personas que, creyendo, conocerla, están equivocadas.

Las personas son dignas de todo respeto, pero ¿y las ideas equivocadas?

Es absurdo pensar que todas las ideas merecen un respeto. No es cierto, las ideas valen lo que aportan. No tienen un valor per se, sino por la verdad que conllevan. No puedo respetar una mentira, lo que sí debo hacer es respetar al que está equivocado, o incluso al que miente, y aún amarles. Las ideas deben trasnmitir un conocimiento, ése es su valor.

De otro modo, si me diera igual que una persona conozca o no la verdad, sería un cainita (¿Acaso soy yo el gurdián de mi hermano?). Sí, somos guardianes unos de otros. Si mi hijo, mi hermano o mi amigo se equivocan en un tema fundamental de la vida, por lo que van a hacerse daño, yo no puedo quedarme tranquilo sin advertirles del riesgo de corren. Puedo tolerar su error (porque no puedo obligarles), pero no respetaré su postura (es una equivocación y no es digna de respeto), aunque les respetaré a ellos (porque aunque están equivocados son dignos de consideración) y más aún, porque les amo, seguiré a su lado incondicionalmente y no me cansaré de intentar sacarles de su error (aunque por respeto no le daré la tabarra siempre que les vea).

Lo más importante para que una sociedad prospere no es la tolerancia, es el amor. Las personas son dignas de amor, las ideas han de tolerarse, por respeto a las personas.

Por todo esto, es evidente que la evangelización exige dar a conocer la verdad y luchar contra el error que esclaviza a las personas. No es lo mismo una cosa que otra. Si la Iglesia Católica tiene razón, entonces los protestantes se equivocan, aunque no en todo. Hay ciertos aspectos de verdad, en cuanto compartida con la fe verdadera, en las doctrinas protestantes. Hay salvación en el protestantismo, aunque la plenitud de la salvación subsiste en la Iglesia Católica. Debemos anunciar la verdad, con mucho respeto a cada persona, pero no da igual una cosa que otra. Cada persona tiene una exigencia fundamental de buscar la verdad. Quien volutariamente, frustra esa necesidad íntima, está rechazando libremente a Dios.

En definitiva, debemos odiar el pecado y el error y amar con toda el alma al pecador y al equivocado.

Lamento un artículo tan largo, pero era necesario y más´largo debería haber sido si hubiera fundamentado todo bien, pero baste esta aproximación. Si alguien quiere una aclaración más extensa, se lo remitiré vía email.

sábado, 21 de agosto de 2010

Segunda catequesis a evangélicos:

Al día siguiente, estudié un poquito más; de la mano de Scott Hahn; y les envié un par de argumentos sólidos dirigidos a la línea de flotación de la fe protestante. Ahí va la catequesis:

No hay nada más básico para un protestante que el argumento de la "Sola Fide", esto es, uno no se salva por las obras, sino única y exclusivamente por la fe, pero no una fe que deba manifestarse en la vida, sino simplemente, aceptar a Jesucristo aunque mi vida sea una mierda. Para los protestantes ésta es la razón por la cual la Iglesia católica había caído y Lutero y Calvino se alzaban sobre sus cenizas.


De hecho, San Pablo nunca enseñó la doctrina de la sola fide. (I Corintios 13, 2) Aunque tenga una fe capaz de mover montañas, si me falta el amor, nada soy.

Por mucha fe que tenga, si me faltan las obras de amor no soy nada, queda bastante claro,

(Santiago 2, 24) El hombre se justifica por las obras y no sólo por la fe.

Indiscutible, el único problema es que muchas sectas protestantes no aceptan como canónica la carta de Santiago porque evidentemente, toda ella es anti protestante. Lo que sí es indiscutible es que es un texto que la Iglesia aceptó desde mucho antes de la separación protestante.

El otro tema fundamental para los protestantes es la "Sola Scriptura". Esto es, la única guía en la vida cristiana es la Biblia. Sólo podemos basarnos en la Biblia para conocer a Dios, es la única autoridad. Pero, realmente, en la Biblia no sólo no se afirma esto, sino que se dice todo lo contrario, que necesitamos las tradiciones. Se lo podéis preguntar: "¿dónde enseña la Biblia que la Biblia sea nuestra única autoridad?" Obligadle a pensar.

Seguramente, él os sacará a colación estos textos:

(Segunda Timoteo 3, 16, 17): "Toda Escritura inspirada por Dios es útil para enseñar, para rebatir, ...". Pero lo que no dice el texto es "sólo la Escritura".

(Mateo 5,17): "No he venido a abolir la Ley, ni los profetas". La Tradición de la Iglesia no lo abole, sino que le da su cumplimiento más perfecto.

(Mateo 15, 3): ¿Por qué transgredís el mandamiento de Dios por vuestra tradición?". Aquí se refiere a las tradiciones farisaícas que se oponían a la Ley de Moisés. Efectivamente, hay que cargarse toda tradición corrupta.

Vosotros podéis aportar estos textos:

( 2 Tesalonicenses 2, 15): "Así pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta". Queda claro que San Pablo no sólo se fijaba en los evangelios, sino en otras tradiciones que había aportado él mismo a sus discípulos.

¿Cuál es el pilar de la fe protestante? Sólo la Biblia, entonces... ¿por qué dice la Biblia misma que el pilar de la fe y el fundamento de la verdad es la Iglesia?

( Primera Timoteo 3, 15): "... la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad".

Os seguiré escribiendo.



Un fuerte abrazo

Primera catequesis a evangélicos:

Durante la Misión, tuvimos que afrontar el embate de grupos protestantes evangélicos. Estos días, en los que se han quedado solos, los cinco misineros más jóvenes, me piedieron que les preparara unas catequesis para ayudarles a mostrar la verdad de la Iglesia a estas personas que sólo aceptan la autoridad de la Biblia.

De modo que les preparé dos catequesis con las dudas que me presentaban.

Ahí va la primera y un elenco de testimonios de evangélicos convertidos al catolicismo. Lo cuelgo del blog tal y como se lo mandé a los misioneros, aunque puede mejorarse, era de noche y estaba muy cansado, prefiero que sea un testimonio de la Misión:

Ellos afirman que Dios abandonó a la Iglesia por sus muchos pecados. Ved (Mateo 28, 20), (Mateo, 16, 18) y (Juan 14, 18-21).


Os pongo el texto literal de una Biblia protestante (Cantera-Iglesias) para que no pueda deciros que hemos manipulado el texto:

Mateo 28, 20.- " Y mirad, yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo."

Jesús se compromete a estar con nosotros todos los días, no sólo si somos fieles. Todos los días pecamos y, aún así, Jesús estará con nosotros hasta el fin del mundo: siempre.

Mateo 16, 18.- " Y yo por mi parte te digo: tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del averno no podrán contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos, y lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo; y lo que desates en la tierra, quedará desatado en los cielos."

En este texto queda muy claro que Jesús le dice a Pedro que el infierno nunca vencerá a la Iglesia de Pedro y que le da la autoridad sobre las llaves del cielo. Quien Pedro quiera irá al cielo, quien se enfrente a Pedro, se condena.

Juan 14, 18-21: "No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo ya no me verá, pero vosotros me veréis, porque yo viviré, y vosotros viviréis. Aquel día conoceréis vosotros que yo [estoy] en mi padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él."

Un argumento de razón es: En el supuesto de que, efectivamente, Cristo nos hubiera abandonado a los católicos por pecadores, que él piense si los evangélicos no pecan nunca. En ese caso, ¿qué pasa, Cristo no se compromete con nadie y nos ha abandonado a todos?

Por otra parte, le puedes preguntar: ¿quién existió antes el evangelio escrito o la Iglesia? Fue la Iglesia quien recopiló los textos evangélicos, por eso, es la Iglesia quien nos los ha dado. ¿Quién tiene poder para dar el evangelio? La iglesia es el intérprete auténtico del evangelio.

Segunda carta de San Pedro 1, 20: (Estoy cansado, mirad la cita en la Biblia. Desde ahora sólo incluyo la cita y el significado). Ninguna profecía de la Escritura está a merced de la interpretación propia de cada cual. Hablaron unos hombres de parte de Dios y la interpretación de la Escritura debe ser de acuerdo a esos hombres: los Apóstoles. ¿Cuál es la Iglesia que se ha mantenido fiel al depósito de la fe? La única que sigue manteniendo una cadena ininterumpida de sucesores de esos Apóstoles, que son los obispos de la Iglesia Católica. Los obispos entroncan por sucesión con los mismísimos Apóstoles de Jesús.

En todo caso, nunca interrumpáis vuestra catequesis por atender al evangélico. Cuando termine la catequesis es cuando podéis hablar con él. Podéis correr el riesgo de que siempre os interrumpa y no podáis dar tranquilamente la catequesis. Por eso es bueno que se espere.

Ahí va un buen testimonio:

Pastores evangélicos regresan a la Iglesia Católica


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Los “malos católicos” se hacen protestantes y los “buenos protestantes” ...

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Por Martín Zavala M.P.



Sorprendidos por la verdad

La noticia corrió velozmente. Ahora ya millones lo saben y muchos millones mas lo sabrán. Se trataba de algo que no se esperaban los católicos y mucho menos los evangélicos. Era algo casi imposible de pensar en nuestro tiempo de ‘ecumenismo’ y mucho menos que sucediera en Estados Unidos, considerado como la cuna del protestantismo evangélico actual. Durante años había sucedido exactamente lo contrario y la noticia de última hora decía exactamente lo contrario.



Por las ‘fuentes’ y la amplitud de testimonios no podía ser mentira. Es un hecho que en vez de ser reversible va aumentando a medida que pasa el tiempo. Se trata de la “conversión” de pastores, ministros, predicadores y lideres evangélicos y protestantes hacia la Iglesia Católica. Sí. Antes eran fuertes pilares del protestantismo americano y promotores del anti-catolicismo ¡han regresado a la Iglesia de Cristo! Y por su testimonio han ido atrayendo, como una avalancha que crece, a mas protestantes al redil donde se encuentra la Plenitud de la verdad y de los medios de salvación la Iglesia Católica.



Scott Hann, Paul Thigpen, Marcus Grodi, Steve Wood, Bop Sungenis, Julie Swenson, Dave Amstrong, David B. Currie, Tom Howard, Peter Kreeft, Douglas Bogart, por mencionar solamente a algunos de ellos. Antes fueron fuertes promotores evangélicos y anti-católicos, ahora todos son convertidos al catolicismo. Cada uno de ellos en diferentes tiempos y por diferentes medios, pero con muchas cosas en común, ahora están unidos en la Iglesia Católica. Ef 4,4-5

*Hemos agregado las direcciones de ellos porque algunos "evangélicos" y pastores estan tan sorprendidos de estos testimonios que nos han escrito dudando de esta gran realidad. Si les escribes no olvides que ellos son americanos y necesitas escribirles en inglés. Ah... y la lista sigue creciendo porlo que iremos colocando las nuevas conversiones de pastores evangélicos hacia el catolicismo.



De Católico a protestante: Ignorancia y mal testimonio.

Al escuchar y leer los testimonios de estos hermanos protestantes inmediatamente salta a la vista una tremenda diferencia entre lo que los llevo a ellos a incorporarse a la Iglesia Católica y lo que lleva a muchos católicos el irse a una agrupación evangélica o secta protestante fundamentalista.



En todos los países es común oír a los que se hacen ‘protestantes’ su famosa frase testimonial: “Cuando yo era católico...” enseguida de eso inmediatamente explican su forma de vivir cuando ‘eran católicos’ pues afirman: “Yo era un borracho, infiel, grosero, drogadicto, mentiroso, ratero...” Con todo eso lo que quieren afirmar es que el ser católico los llevo a eso. Sin embargo lo que en realidad afirman, sin darse cuenta, es que eran unos “malos católicos” y por eso fueron a parar a una agrupación mas.



Testimonios de ese tipo abundan por donde quiera. Primero afirman que era católicos y eso es común, pero hay que aclarar que tipo de "católicos eran" pues como en toda religión e iglesia: Hay buenos, regulares y muy malos. Algunos católicos, por ejemplo, lo son pero solo de nombre. De hecho la mayoría de los "católicos" que se van a otra iglesia no son los mejores católicos, sino todo lo contrario.Ellos mismos lo dicen en su testimonio: Que eran alcohólicos, groseros, con odio, sexualidad desenfrenada, drogas, no conocían la Biblia, no conocían a Dios etc. Nunca se escucha un testimonio de un protestante diciendo: Cuando yo era católico yo tenía a Dios en mi corazón, vivía por luchar en santidad y conocía mucho de la Biblia...”. No. Sin duda que los “malos católicos” por no vivir su fe o por no conocerla en profundidad, son los que más fácilmente caen en las redes de alguna secta proselitista.



De protestante a Católico: Conocimiento pleno y santidad.

Algo maravilloso que se encuentra en los testimonios de estos pastores americanos evangélicos que toda su vida fueron anti-católicos y que ahora regresaron a la Iglesia es lo siguiente: “Ninguno de ellos dice que eran malos protestantes; ni que eran unos viciosos; ni que no conocían la Palabra de Dios”. No. Todo lo contrario. Ellos afirman que tenían una relación personal con Jesucristo, eran conocedores profundos de la Escritura, tenían una vida cristiana y daban testimonio de ella. Si se salieron de allá no porque fueran malos buscando ser buenos. No. Ellos individualmente, uno por uno y en diferentes tiempos lo que hicieron fue estudiar mas profundamente la Biblia y la Historia de la Iglesia para conocer mas la plenitud de la verdad.



Ellos buscaron con toda su mente y corazón la voluntad de Dios y su sorpresa fue creciendo a medida que avanzaban en su estudio pues lo que descubrieron, y lucharon por no aceptar, era que todo apuntaba a donde ellos no pensaban ni querían que apuntará: La Iglesia Católica.

Leyeron estudios de teología protestante; libros de exégesis bíblica de autores evangélicos; estudios sobre los escritos de los Padres de la Iglesia de los primeros siglos; Historia de la Iglesia y del cristianismo primitivo en bibliotecas protestantes... y fueron literalmente“sorprendidos por la Verdad”. Al ir avanzando en la búsqueda del conocimiento pleno de la Palabra y en su deseo de vivir mas en santidad haciendo la voluntad de Jesucristo se fueron encontrando con evidencias y pruebas de que eso estaba plenamente solo en la Iglesia Católica.



Para muchos de ellos fue un “shock” emocional, espiritual y racional. Ellos no buscaban eso ni pensaban que eso encontrarían. Ellos solamente querían la plenitud de la verdad pues eran ministros protestantes que ya estaban sirviendo en iglesias y agrupaciones cristianas. Ellos no lo buscaron, pero sin duda que Dios si los estaba buscando a ellos y puso los medios para atraerlos. Al final tomaron la decisión de hacer la voluntad de Dios y han ingresado a la única Iglesia fundada por Cristo: La Iglesia Católica.



La noticia está corriendo como un río acaudalado que a su paso se va haciendo mas y más grande. Ahora ya son muchos los pastores que han regresado y cientos de fieles que se han hecho plenamente cristianos al ingresar al catolicismo. Cristianos que siendo buenos cristianos están decidiendo ser mejores cristianos todavía y plenamente unidos a Jesucristo por medio de la Eucaristía y de la comunión plena con la Iglesia que él fundó.



Varios de ellos eran maestros de teología, escritores de libros, pastores y estudiosos... lo que pasó es que se pusieron a estudiar lo que eran los fundamentos de la fe católica y se metieron a estudiar en serio terminando sorprendidos por la verdad fundamentada en la Biblia sobre la fe católica como la fe cristiana que viene desde el principio. Bendito sea Dios que están regresando al camino de la plenitud.



Que diferente el testimonio de ellos al de los ex-católicos, pues es común oír a muchos protestantes y hasta a algunos ex-sacerdotes decir: " Cuando yo era catolico era borracho, mujeriego, ratero, mentiroso, drogadicto... y ahora ya cambie de vida..." En cambio estos pastores que están regresando a la Iglesia Católica dan testimonio de que ellos estaban viviendo en el amor de Jesucristo, transformados por el poder de Dios, expertos en la Biblia y en teología, predicando en radio y televisión, llenos de Jesús y de su Espíritu... pero cuando quisieron caminar mas en la plenitud de la verdad de Jesucristo el mismo Señor Jesús los guió hacia la Iglesia Católica.



Se revelaban al principio a creer esto y lucharon contra esa idea; profundizaron y preguntaron a otros buenos y estudiosos evangélicos y aunque eran maestros en teología estudiaron mucho mas la Biblia... todo fue inútil. Tuvieron que aceptar que la Biblia y la historia les mostraba lo que Jesucristo les quería decir personalmente. La plenitud de la vida cristiana esta en la Iglesia Católica. El Espíritu Santo los guiaba y terminaron siendo católicos.



¡Que diferencia! Los malos católicos se hacen protestantes y los mejores evangélicos protestantes se están haciendo católicos. Bendito sea Dios por la forma como él hace las cosas, pues mientras que por un lado hay catolicos que por ignorancia se van a las sectas, por otro lado los mejores evangelicos al querer profundizar mas en la verdad y en su relacion con Cristo se estan haciendo catolicos.



Todos los caminos conducen a Roma

Este antiguo refrán parece ser similar en el plano espiritual. Buscaron por todos los ‘caminos’ y su búsqueda de la verdad y de la plenitud del cristianismo los llevo a ‘Roma’. Allí encontraron la comunión con el Papa y su relación personal con Jesucristo aumentó al tener también una relación personal no solo con Cristo=cabeza, sino también con su cuerpo=La Iglesia 1 Cor 12,13ss



Todos ellos ahora están sirviendo en la Iglesia Católica y dan su testimonio por radio, revistas, televisión y por todo el mundo. Incluso tienen libros, casetes, páginas de Internet...ah y por medio de ellos ahora hay un movimiento fuerte en Estados Unidos de ex-pastores evangélicos regresando a la Iglesia, pues Dios sigue atrayendo por su testimonio a mas hermanos hacia la única Iglesia que fundó Cristo: La Católica.



Camino a “Roma” fue para ellos un descubrir la verdad plena sobre la fe y sobre muchos malentendidos que habían aprendido desde su niñez. Comprendieron la famosa frase del cardenal Newman: “En el mundo no llega a cien el número de personas que rechazan a la Iglesia Católica. Mas bien son miles los que rechazan ‘una imagen equivocada’ de lo que piensan que es la Iglesia Católica”. Era cierto. Descubrieron que lo que habían oído y repetido miles de veces era una “falsa” comprensión de lo que es el catolicismo.



De lo bueno a lo excelente: La Plenitud de la fe

Algunos datos que sorprenden y enriquecen esta noticia de última hora son los que veremos sobre el perfil de algunos de algunos de ellos. Asómbrese junto conmigo al ver quienes se están convirtiendo a la Iglesia Católica:



1) Scott Hann. Ex-pastor presbiteriano y ex-profesor de teología protestante.

Su anti-catolicismo, su excelente conocimiento como predicador y teólogo protestante y su impactante testimonio de conversión hacia la Iglesia católica hacen de este hombre de Dios un fascinante testimonio. Miles de evangélicos y cientos de pastores protestantes han regresado al catolicismo por el testimonio de este ex-pastor evangélico.

Su testimonio es uno de los mas increíbles, pues es un experto en Biblia y era un radical anti-católico. Su testimonio es uno de los principales en estar atrayendo a otros pastores evangélicos hacia la Iglesia Católica. Actualmente es profesor en la Universidad Católica en Stuebenville, Ohio.

*Franciscan University

Franciscan Way

Steuvenbille,OH 43952



2) Paul Thigpen. Ex- editor y escritor para varias revistas evangélicas.

Desde pequeño asistió a una Iglesia Presbiteriana del sur. Realizó estudios religiosos en la Universidad de Yale. Fue Pastor asociado. Luego fue misionero evangélico en Europa, después fue Bautista, Metodista, Episcopaliano y Pentecostal. Finalmente hizo estudios para obtener su doctorado en Historia de la Teología lo cual le facilitó el camino hacia la Iglesia Católica.Cuenta él que su encuentro con la Iglesia Católica lo lleno de gozo en abundancia, fue como un llenarse de nuevo del gozo del Espíritu Santo.

*Religious Studies Depr.

S.W. Missouri State University

901 South National Ave.

Springfield, MO 65804



3) Marcus Grodi. Ex-ministro protestante con Licenciatura en Teología y Biblia.

Hizo sus estudios de teología en el seminario protestante Gordon-Conwell en Boston, Massachussetts. Obtuvo su Master Degree in Divinity.

Marcus afirma: “Yo solamente quería ser un buen pastor. Cada domingo predicaba como pastor evangélico a mi rebaño. Le preguntaba a Jesucristo: ¿Estoy predicando la verdad o el error? Como puedo yo estar seguro e eso, si a mi alrededor hay otros pastores evangélicos leyendo el mismo pasaje y cada quien da una interpretación diferente. Un día cuando había dudas fuertes en las reunión con otros pastores, la verdad la ‘decidíamos” sometiéndolo a votación. Que increíble, pero como cada quien pensaba estar iluminado por Dios... entre mas leía historia de la Iglesia y conocia mas la Biblia menos podía continuar siendo protestante. Encontré la plenitud de la verdad en la Iglesia Católica, me encontré mas plenamente con Jesucristo.

Por eso como católico ahora digo, que debemos de conocer porque creemos lo que creemos”.

*P.O. Box 4100

Steuvenbille,OH 43952



4) Steve Wood. Ex-director de un Instituto Bíblico en la Florida

Ex-pastor evangélico de una Iglesia interdenominacional. Estuvo sirviendo también en Costa Mesa en la Iglesia evangélica “El Calvario” mientras hacía sus estudios en un Instituto de la iglesia Asambleas de Dios. Trabajó en proyectos de evangelismo juvenil; fue lider de ministerios evangélicos en la prisión; organizó un Instituto de estudios bíblicos para adultos. Después hizo estudios de post-grado en el famoso seminario evangélico de teología Gordon-Conwell en Massachusetts.

En algunas de las cosas de su testimonio de conversión Steve dice: “Entre mas estudiaba los primeros siglos de cómo era la Iglesia primitiva mas me daba cuenta que se parecía a la Iglesia Católica. Estudie mas a los “primeros padres de la Iglesia” y escudriñe mas la Biblia. Mas confusión había en mi. Para empeorar la situación, me entere de que dos de mis compañeros más inteligentes y más anti-católicos del seminario evangélico también estaban pensando en hacerse católicos.



Un día cuando estaba predicando, continua Steve diciendo, yo sentí que el Señor me decía: “Ahora o nunca”. Si en medio de todos yo daba un paso de fe y reconocer la verdad yo perdería todo. Perdería mi trabajo como pastor, no podría sostener a mi familia, era mi carrera y era mi llamado. Yo había invertido 20 años preparándome para ser un ministro protestante y Dios me decía: ¡Hazlo, ahora!... y lo hice.

Pedí disculpas a mi congregación reunida. Los “ancianos”líderes me siguieron. Yo les dije que ya no podía seguir engañándome a mí mismo. Mi peregrinar hacia la Iglesia que Cristo fundó: La Católica, ya había iniciado. Luego: Ore mas, estudie mas, conocí la plenitud y llegué. La plenitud de una relación personal con Cristo está en tener una relación personal también con el cuerpo de Cristo: Su Iglesia (1 Cor 12) la Católica..

*Family Life Center

P.O. Box 6060

Port Charlotte, Fl 33949



5) Bop Sungenis. Ex-profesor de Biblia en la estación evangélica "Family Radio".

Siendo protestante escribió un libro en contra de la Iglesia Católica llamado: “Rewards in Heaven? Donde criticaba a los católicos por creer en la importancia de las obras y creyó demostrar que eso era falso. Estudió como evangélico en el “Washington Bible Collegue” en Washington, D.C. Después se especializó en la “George Washington University.



Bop dice: Como católico yo tengo la “paz” que viene como consolación de vivir en la verdad. Yo ahora he tomado mi lugar en el ejército de Cristo Rey en esta gran batalla por la salvación de las almas.

Yo debo de ayudar a mis hermanos protestantes a que conozcan que la Iglesia Católica no es solamente la verdadera Iglesia, sino el hogar donde todos pertenecemos.

*Catholic Apologetics Intl.

P.O. Box 2247

Columbia, MD 21045

6) Duglas Bogart. Ex-misionero evangélico en Guatemala.

Mi sueño era ser misionero y en mi Iglesia evangélica de Phoenix, AZ me dieron esa oportunidad de hacerlo con mi esposa. Sin embargo con el tiempo, sin darme cuenta, Dios me fue guiando hacia su Iglesia. Con mucha tranquilidad Douglas afirma: “Leí muchos libros de teología, de historia, y de testimonios. Estudié el Nuevo Catecismo con la Biblia. Leí los escritos de los Padres de la Iglesia(Primeros siglos del cristianismo) y descubrí que la iglesia primitiva era mucho más católica que evangélica o protestante. Terminé aceptando la verdad y ahora soy católico”.

drbogart@hotmail.com



7) David B. Currie. Ex-ministro evangélico con un “Master in Divinity”.

Nació y creció en una familia evangélica fundamentalista. Su papá fue un predicador. Su mama y su papa fueron profesores evangélicos en el “Instituto Bíblico Moody”. David obtuvo su licenciatura en teología en el “Trinity International University” en Deerfield, Illinois. Después obtuvo su “Maestría en Biblia y teología” en la “Trinity Evangelical Divinity School”.

¿Qué le movió a decidirse a ser católico? Su respuesta es, dos cosas: El estudio de la Biblia porque entre mas la estudiaba mas iba descubriendo que la Palabra de Dios lo guiaba hacia el catolicismo y la segunda es que la misma Biblia le mostró que la Iglesia Católica es la única Iglesia fundada por Cristo.



8) Otros tremendos testimonios de ex-pastores y y ex-lideres evangélicos son de los

siguientes que muy pronto pondremos en este sitio.



1.- Dave armstrong

6078 Auburn

Detroit Michigan 48228 2.- Rick Conason

C/o 80 Pine Street 34 th florr

New York, NY 1005

3.- Al Kresta

P.O. Box 504

Ann Arbor Michigan 48106 4.- James Akin

6308 Rancho Mission Rd.

San Diego, CA 92108

5.- Tim Staples

C/o Envoy Magazine

Gap Knob Road

New Hope, KY 40052 6.- Julie Swenson

282 Park View Terrace Suite # 301

Oakland,CA 94610

7.- Terry Frazier

500 Providencia # G

Burbank, CA 91501 8 y 9 .- Kristine y Marty Franklin

c/o Catholic Parish Offices

218 E. 39 th Street

Hibbing, MN 55746

10.- Jeff Childers

22360 Knightwood

Joliet Illinois 60431 11 y 12 .- Ray y Ruth Ryland

900 Granard Parkway

Steuvenville, OH 43952

13.- Kevin Lowry

4960 Grove City Road

Gove City, OH 43123 14.- Gerald Christian Matatics

Biblical Foundations

International

PO Box 569

Dunmore PA 18512 USA

15.- Steve Ray

9298 Platt Road

Milan, MI 48160 16.- Margarita Parrilla

Ex-Reverenda Bautista

Puerto Rico





Todos ellos han encontrado la plenitud de la Verdad y ahora sirven en la Iglesia Catolica teniendo una mas profunda relacion con Jesucristo.





9) Antiguo pastor anglicano, nombrado obispo por Juan Pablo II

Un sacerdote convertido del anglicanismo a la Iglesia católica fue nombrado el 4 de enero por Juan Pablo II obispo auxiliar de Westminster. Se trata del padre Alan Stephen Hopes, quien hasta ahora era vicario general de la misma diócesis. Trabajará ahora muy de cerca del cardenal Cormac Murphy-O´Connor, arzobispo de Westminster.

Monseñor Alan Stephen Hopes nació en Oxford, en 1944. Después de haber alcanzado el «Bachelor of Divinity» del «King’s College» en Londres, fue «ordenado sacerdote» en la Iglesia anglicana en 1968. Desempeñó su ministerio parroquial en varias diócesis de Londres y en 1987 se convirtió en «prebendary» (canónigo) de la catedral de San Pablo.

En 1992 fue «recibido» en la Iglesia católica y, después de tres años de estudios, fue ordenado sacerdote en la diócesis de Westminster, el 4 de diciembre de 1995.

Después de dos años como vicario de la parroquia de «Our Lady of Victories», de Kensington, fue nombrado párroco de «Our Most Holy Redeemer and St Thomas More», en Chelsea. En 2001, se convirtió en vicario general de la arquidiócesis.

Monseñor Hopes es uno de los pastores anglicanos que abandonaron la Iglesia de Inglaterra después de que se aprobara la ordenación sacerdotal de mujeres en esa iglesia.





Todos ellos ahora son católicos verdaderos y cristianos al 100% Ahora predicando el tesoro espiritual de lo que encontraron: La plenitud de la vida cristiana en la unica Iglesia fundada por Cristo.



Si eres católico dale gracias a Dios y decídete a serlo al 100% siendo un discípulo auténtico de Jesucristo teniendo una relacion personal con El y testimoniando su Palabra unido a su Iglesia: La Catolica.. Si eres evangélico, ten calma, se honesto contigo mismo, investiga y conoce el verdadero catolicismo y ora mucho. Estudia los fundamentos de la fe católica: Biblia, Tradición y la historia de la Iglesia. Allí encontrarás por que los católicos creemos, lo que creemos. Jesucristo es nuestro Señor y Salvador.



El Espíritu nos une para formar un solo cuerpo: La Iglesia(1 Cor 12,13) y la voluntad de Jesús es que no haya divisiones sino unidad(Jn 17,21) Lucha por la plenitud de la verdad. Ser católico es un regalo de Dios.

Se descubre la falsedad de "Alberto" el famoso sacerdote convertido resulto un fraude.





Son las dos de la mañana y estoy agotado, mañana más.



Un fuerte abrazo e invocad al Espíritu Santo, que Él os allane los abstáculos.

¿Cuál era el trabajo de un cura misionero en ese ambiente?

Sinceramente, yo no valgo para la misión, aunque cuando voy a un lugar como éste, al final, siempre me entra unas profundas ganas de quedarme a ayudar y repartir los sacramentos y formar a las personas, pero bueno.

Fui a Santo Domingo, porque no me quedaba más remedio. Ya dije en algún artículo anterior que me lo había pedido un joven de mi parroquia, que además es de las Congregaciones Marianas de la Asunción. No sé decir que no, cuando alguien me dice que necesita un sacerdote.

En principio, mi planteamiento era auxiliar a los misioneros con los que iba. Ayudarles a rezar, celebrar los sacramentos, culminar su labor evangelizadora confesando a quienes ellos lograran convencer, resolver alguna duda doctrinal...

Al final, conocí el gran batey de Paloma de la mano del matrimonio que nos llevó hasta allá. Me paseaba por entre las casas, fui conociendo a distintas personas, acabé atendiendo a una madre que había perdido un hijo ahogado en una laguna, asistí a una familia en el velatorio de su padre... También di directamente varias catequesis a distintos grupos de todo tipo de edades y les preparé para evitar los argumentos protestantes. Confesé cuanto pude, incluso presionando un poco a algunos catecúmenos, me desesperé por no poder bautizar a cuantos me lo pedían y ayudé cuanto pude al Padre Andrés, que no se dejaba ayudar fácilmente y siempre se iba él a los campitos de más difícil acceso.

Por otra parte, tuve que adaptarme a un grupo no fácil de misioneros que sabían muy bien qué tipo de oración querían y tuve que esforzarme para ayudarles a rezar, celebré Misa en muchas comunidades distintas de la parroquia y, en todo momento, resolvía no sólo dudas puntuales para apoyar las catequesis de los misioneros, sino que con Luis y Mercedes, preparamos una cierta formación básica, sistemática y profunda sobe todo tipo de dudas doctrinales y morales de nuestros misioneros.

Es decir, trabajé como un loco, disfruté como un loco, sufrí como un loco, me agoté como un loco y creo que no llegué a volverme loco.

Puedo decir que disfruté mucho con el trabajo y más con mis compañeros de misión. Traté de hacérselo fácil y evité por todos lo medios meterme en la organización, que se apañaran ellos... Y lo hicieron muy bien.

Al final, cuando me iba, llevaba muchas personas buenas en el corazón para rezar por ellas y alguna dirección espiritual a unos cuantos cientos de kilómetros... Cuando regresen a Sevilla, aunque ellos todavía no lo saben... Je, je, je...

¿Volvería?


Por gusto no, ya os he dicho que yo disfruto haciendo el vago y con las menores molestias posibles. Pero es cierto que sí he notado que Dios me ha empezado a pedir algo respecto a estas personas que no tienen quién les predique. También es cierto, que he dejado atrás a personas que me han pedido que vuelva y yo no sé decir que no en estas condiciones. Se junta a todo esto, que he viajado con un equipo muy bueno, alegre y trabajador de misioneros... Pero el próximo curso es la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud) en Madrid, que me están liando par que ayude en algunos temas y que viene el Papa. Por obligación no voy a poder faltar a la JMJ, pero esta misión no puede quedar en agua de borrajas... Ya veremos cómo lo prepara el buen Dios.

Lo que hemos visto...

Atrás quedó la República Dominicana, pero en ella continúan trabajando cinco misioneros de nuestro grupo, que siguen evangelizando esas tierras. Ya van cansados, según me cuentan, pero siguen dando el callo.

Habría que hablar de varios aspectos de estos días de misión. Vamos a ir por partes.

Situación de nuestra misión:



Nuestra misión se localiza hacia el este de la República, en la diócesis de San Pedro de Macorís, al este de oca Chica, al sur de El Seibo y al oeste de La Romana. Nos encontrábamos en la parroquia de San José de los Llanos, al oeste de la diócesis de San Pedro. Es una parroquia enorme, con más de 30 campitos y bateyes.
San Pedro de Macorís


Tuve la suerte de celebrar la Eucaristía en algunos campitos y bateyes, pero el grueso del trabajo lo realizamos entre Paloma y Cayacoa. Este semana los que se quedaban trabajarían en Gautier.

Situación social:

Los datos no están contrastados, son fruto de mi observación y de lo que me han dicho "in situ", quien quiera documentarse deberá acudir a fuentes oficiales.

La población dominicana asciende a unos 7 ó 9 millones de habitantes, mientras que la población haitiana dentro de la República Dominicana sería una minoría de unos 3 o 4 millones.

Existe un tremendo racismo, tanto vales cuanto más blanca sea tu piel, de modo que el negro haitiano no vale absolutamente nada. En un batey un niño negro llamó "negro" a otro chaval, cuya piel sólo era un poco más oscura, cuando le reconvinimos su acción le preguntamos: ¿Qué pasa, yo valgo más que tú por ser blanco?. Cuál fue nuestra sorpresa cuando nos respondió, en un tono que no admitía réplica: "sí".

En la zona en la que nos movíamos existe una tremenda pobreza, no es tan llamativa en el pueblo de San José de los Llanos, pero se vuelve clamorosa en los campitos y extrema en los bateyes. Lo de que no es llamativa en San José es por contraste, pero comparado con España sí que resulta bochornosa.

La gran mayoría de los habitantes de los campitos y bateyes, hasta hace poco trabajaban en la caña de azúcar, pero cada vez hay menos trabajo, pues se están levantando muchas cosechas de este producto para sustituirlas por el arroz, dieta fundamental del dominicano.

Hay campos de caña que son propiedad púbica (gubernamentales) y otros que están en manos privadas. Una familia destaca sobre el resto de empresarios de la caña, los Vicini, son los principales explotadores de la caña de azúcar en los bateyes de nuestra parroquia.

Muchos bateyes fueron construidos por los Vicini para que en ellos viviera un obrero de la caña, mientras durara su trabajo. Hoy por hoy, pueden convivir más de 20 personas en una sola choza del batey, en unas condiciones infra humanas. Además, junto a esas edificaciones (muchas veces con paredes de poliespan, con una ligera capa de cemento para recubrirlas), se hacinan otras chabolas con materiales paupérrimos.
Muchos de los habitantes del batey viven sin un peso que gastar y no se mueren de hambre porque por todas partes crecen árboles frutales. Se mueren por todo tipo de enfermedades con fácil solución si hubiera un poco de dinero.

También es justo anotar que en el batey de Cayacoa, los Vicini han construido más casas, los han dotado de colmados y hasta han levantado un templo o capilla para la atención de estas personas. Lástima que también hayan levantado un templo evangélico. No tengo nada contra ellos, pero ante las posibilidades económicas de estos últimos no había necesidad de facilitarles las cosas.

Muy pocos habitantes de los bateyes entran de un modo legal en la República, por lo que tampoco pueden inscribir a sus hijos, ni levantar actas de nacimiento. Esto no parece muy importante, pero es fundamental, como veremos cuando analicemos la situación religiosa de la zona de nuestra misión.

En esta zona de la República y con tantos haitianos que sólo hablan el creol (una jerga a caballo entre el francés y otras lenguas indefinibles) nos encontramos en uno de los ambientes sociales más difíciles y duros de todo el país.

Mientras estábamos misionando, un niño de apenas 7 años apareció ahogado en Paloma, el padre había abandonado a la madre  y ésta lloraba, aullaba y se revolcaba por el suelo desesperada. Una jauría humana la rodeaba, contemplando impertérritos la escena. Nadie la consolaba, nadie le ayudaba... Nadie la quería.

Es cierto que también tienen una gran capacidad de solidaridad, un hombre ciego de Cayacoa, siempre estaba acompañado, parecía que todo el mundo se turnara para guiarle, pero falta mucha humanidad. Aquí te das cuenta de que sin Dios, tampoco hay hombre.

En otras misiones me asombraba que ante la pobreza, las personas parecían más felices que en nuestro opulento primer mundo. Aquí he descubierto, que si esas personas podían ser felices en cualquier circunstancia, se debe exclusivamente a que han sido evangelizados y viven con el Señor. En estas tierras reina el paganismo y el vudú y Dios está ausente de sus vidas, por eso todo es amargura y tristeza.

Ahora, disponen de una rara virtud que me hace esperar que sea posible el cambio: una sinceridad y una sencillez aplastantes. Si se les predicara el Evangelio en toda su novedad, se convertirían de corazón, pero faltan obreros dispuestos a morir por ello.

La gente de esta zona no se casa por la Iglesia y habitualmente tampoco por la ley (matrimonio civil), sino como dicen por aquí: se casan "por la ventana". Esto da lugar a todo tipo de injusticias. Los niños nacidos pertenecen a la madre, no al padre, que puede pasar de ellos absolutamente. Esto degenera en que la madre necesita dar de comer a los niños, por esa razón, necesita que un hombre la admita y todo desemboca en una especie de prostitución solapada en la que las mujeres son esclavas de los hombres. No tienen la menor dignidad y muchas niñas, en cuanto llegan a a adolescencia acaban siendo violadas si no acceden a acostars con quien se lo solicite.

Desde luego, los padres no se quieren, los hijos no son queridos y muchas veces son maltratados, igual que sus madres, porque conviven no ya con su padre, sino con padrastros que simplemente retozan con sus madres. Todo esto es un caldo de cultivo único para vidas tormentosas, atormentadas y violentas. La vida humana no vale nada.

Ésta es la sociedad que hemos venido a evangelizar.

Situación religiosa:


Ya hemos tocado el tema del matrimonio y la familia, de la falta de Dios, del paganismo, del vudú y de las virtudes innatas de la sencillez y la sinceridad.

Aunque han tenido buenos misioneros, hoy por hoy, en la diócesis de San Pedro de Macorís sólo quedan algunos sacerdotes extranjeros,sobretodo los Paúles.

Como hay muy pocos curas, no pueden llegar a celebrar la Misa en todos los campitos y bateyes que tienen asignados. Poco a poco, se va perdiendo la presencia católica, los sacramentos, la catequesis y al retirarse la Iglesia, los protestantes (con mucho dinero, gracias a la financiación americana) se van haciendo con el control.

Por si fuera poco, al obispo se le ocurrió prohibir los bautizos de las personas que no tuvieran el acta de nacimiento. El argumento a favor es para ayudar al gobierno en el control de la inmigración. La consecuencia práctica es que los más pobres de la sociedad no pueden ser católicos porque el obispo no les deja. De hecho, comienza a notarse una profunda brecha social entre las personas más sencillas y sus pastores, más interesados en llevarse bien con el gobierno que en evangelizar a los pobres.

Los pobres sacerdotes se encuentran con las manos atadas, pues no deben desobedecer a su obispo, pero ven consternados, que personas que se van convirtiendo y quieren bautizar a sus hijos no pueden hacerlo porque no tienen los papeles en regla y tal y como van las cosas, nunca los tendrán.

Este obispo, es el mismo que hace unos años expulsó de la República Dominicana a dos misioneros españoles que habían conseguido evangelizar, con la garra propia de España, una amplia zona de la diócesis. Además, uno de ellos, logró crear un sistema de autofinanciación de su parroquia dando trabajo a muchas personas. El otro, consiguió mucho dinero para financiar distintas obras y 5 comedores en varios lugares de su parroquia, pero cuando le expulsaron, con él se fue el dinero necesario para mantenerlos y el obispo los cerró.

En un caso, el sacerdote se enfrentó con la familia más poderosa de Santo Domingo, denunciando el estado de opresión en el que se encontraban los trabajadores de la caña de azúcar. Llegó a responsabilizar, en general, a todo el pueblo dominicano y, en particular, al gobierno de la situación de esclavitud y racismo que se cernía sobre los haitianos. Era un hombre de fuego, pero sus últimos años se olvidó de evangelizar y sólo atendía al tema social.

El otro caso, es muy diferente, pues aunque ayudó mucho, y de un modo más duradero, a mejorar las condiciones de las personas de su parroquia, nunca perdió de perspectiva su misión sacerdotal y, de hecho, en sus comunidades se conserva mejor la fe católica. Era un hombre paciente y trabajador sin descanso. Al final, nadie me ha querido contar cuál fue el problema real, pero se enfrentó con el obispo en un tema fundamental de la pastoral. Por lo que veo, creo que pudo ser defendiendo la doctrina católica, ante un obispo que le da igual todo, salvo estar cerca de los gobernantes. Nunca respondió el obispo a sus cartas y al final, ni siquiera acudió a la parroquia cuando el Padre Antonio se despidió. El obispo no llegó a hablar con él, simplemente le ordenó por carta que le devolviera la parroquia que se le había confiado.

Hoy, apenas queda nada de su gran trabajo, salvo en el corazón de Dios. Por lo demás, se lo han cargado todo.

El sacerdote que nos acogió, el Padre Andrés, es un hombre dominicano. Un buen sacerdote; de la sociedad de vida apostólica que fundó San Vicente de Paúl; trabajador, sencillo y con una humanidad plena. Cuando tenía que celebrar Misa en algún campito de difícil acceso porque hasta los todoterrenos quedaban "enchivados", varados en el fango, se alzaba los pantalones y recorría los kilómetros que quedaran a pie. Llevaba varios años sirviendo a las Hijas de la Caridad (la rama femenina de su instituto), de ahí su talante conciliador, comprensivo y amable. No porque las Hijas de la Caridad derrochen esas virtudes, sino porque el sacerdote que las lleva o es así o ya se puede ir cortando las venas.

En fin, le pillamos en un momento de aclimatación a la nueva realidad pastoral que se le exigía, aprendiendo a llevarlo todo y, por si fuera poco, en una parroquia que en el mandato anterior tres sacerdotes no daban abasto, el Padre Andrés tenía que llevarla solo.

Parecía poquita cosa,con una formación limitada, pero resultó ser un hombre de Dios, capaz y entregado. Así me gustarían todos los curas. ¡Viva el Padre Andrés!

En definitiva, respecto a la religión, se podría definir al dominicano con el que nos enfrentábamos a diario como "un buen católico de cintura para arriba", como diría el Padre Andrés, sin perder la sonrisa.

martes, 17 de agosto de 2010

Ya estoy de vuelta de la misión en República Dominicana.

Aunque hoy no estoy en condiciones de escribir demasiado, me levanté a las seis de la mañana del día 15 de agosto y son las seis de la tarde del día 16 de agosto, según el horario dominicano, no quería irme a la cama (son las doce y veinte de la noche en España) sin dejar constancia de que YA ESTOY EN CASA... ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!.

Un fuerte abrazo, mañana más.