viernes, 24 de septiembre de 2010

Un obispo hablando del viaje del Papa al Reino Unido:

Un alemán en Gran Bretaña




Queridos hermanos y amigos: paz y bien. Habían saltado las alarmas. Parecía que los paladines de la tolerancia que usan con fruición de la intolerancia habían estado jaleando semanas atrás el ambiente para asustar cínicamente, para amagar amenazantes. Decían que el Papa Benedicto XVI no debería ir a Gran Bretaña, que sería non grata la visita, y paralelamente a las cautelas agresivas, se organizó –eso exactamente: se organizó– toda una batería de ataques a través de conocidos militantes del ateísmo resentido que creen fervientemente en sus naderías. Y una vez más, la realidad ha sido sorprendente en lo que nos ha venido a contar.

Me ha llamado la atención el interés con el que ese gran pueblo de madura democracia y de sabia cultura dialogante, ha acogido a Joseph Ratzinger, Sucesor de Pedro. La monarquía británica, el parlamento, los intelectuales, los miembros de otras confesiones cristianas y de otras religiones, los jóvenes, los obispos, sacerdotes, religiosos, las familias… Para todos y cada uno ha tenido una palabra que decirles bondadosa y verdadera a la vez, incluso cuando la palabra era bronca. El pueblo real (no el de las ideologías que lo hacen virtual), ha acudido a escuchar la palabra dulce, libre, valiente, verdadera del Papa. Una palabra que goza de la belleza en el decir, la hondura en las cuestiones que aborda, y la sencillez pedagógica con la que este maestro enseña. Belleza, profundidad y pedagogía son tres características de su magisterio.

Una vez más el Benedicto XVI ha hablado al mundo católico y a quien le haya querido escuchar con buena voluntad, abordando los grandes temas que son luminosos en la tradición católica o que nuestro pecado incoherente los ha oscurecido. El Papa ha hablado con enorme libertad, con respeto, con amor, mirando a las personas, a quienes ha tenido delante.

Como sucedió con Jesús cuando hablaba a las personas y a las muchedumbres, había un punto común en el que fácilmente se podían encontrar los verdaderos intereses en torno a lo que nos emociona, lo que nos asusta, lo que nos alegra, lo que nos abruma, lo que nos esperanza, lo que nos permite soñar, querernos, colaborar. Por el corazón de las personas y de las muchedumbres pasaban las trampas, las certezas, las dudas, las virtudes, las corrupciones. Ahí están con su nombre, su domicilio y su edad, las cosas que nos hacen ser verdaderos sin ficción y sin maldades, las que nos hacen tramposos en indebidas pretensiones, las que nos permiten seguir esperando con deseos por cumplir y las que nos condenan al triste escepticismo. De todo eso hablaba Jesús cuando iba de un lado a otro anunciando su Evangelio.

El Papa no ha hecho algo distinto. Si ha hablado de la vida en todas sus fases, de la familia como la familia es, de la libertad religiosa fundamento de toda libertad, de la justicia y los valores democráticos de nuestra sociedad, no lo ha hecho como bufón que tiene que repetir consignas de partido para que le mantengan el sueldo, las dietas y el coche oficial. Incluso cuando lo que se dice –como es el caso del Papa– se escucha con sonrojo por evidenciar nuestras contradicciones, o nos reclama a volver a una fidelidad gozosa y convertida, o nos ayuda a mirar las cosas de nuestra generación con responsabilidad y afecto, incluso entonces, vale la pena escuchar a un maestro.

Una vez más, lo que el Sucesor de Pedro ha dicho en un viaje apostólico podremos leerlo con provecho en el aquí y ahora de nuestro pueblo. Gracias, Santo Padre por hablar palabras que necesitamos recordar en nuestros olvidos, o en nuestras tercas resistencias atrevernos a estrenar. Una Buena Noticia que vale la pena escuchar.

Recibid mi afecto y mi bendición.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm

Arzobispo de Oviedo

A.A. de Huesca y de Jaca

26 de septiembre de 2010

Comentario al evangelio del Domingo XXVI del Tiempo Ordinario, Ciclo C:

El más rico del cementerio (Lc 16,19-31)




¿De qué sirve ser el más rico del cementerio? Jesús propone esta parábola a unos fari-seos celosos de la Ley y los profetas, amigos de Moisés y de Abrahán, pero que vivían con una cierta esquizofrenia moral y espiritual.

Jesús en primer lugar relativiza el valor del dinero apelando a su poderío fugaz y a su gloria caduca. El dinero y todo lo que lo rodea, no tiene la última palabra en esta vida, porque esa palabra postrera la pronunciamos todos por igual, con la misma indigencia y fragilidad con la que igualmente nacimos: Epulón y Lázaro eran iguales ante su origen y ante su destino. El dinero y sus adláteres, no son la moneda para comprar el acceso en la vida perdurable, sino que más bien será una gracia de Dios al alcance de cualquiera que haya tenido corazón de pobre (hayan sido cuales hayan sido sus arcas monetarias).

Lo segundo que destaca Jesús es la infinita diferencia entre el modo de valorar que tiene Dios y aquellos fariseos burlones. Sólo quien entra en la mirada de Dios puede descubrir su secreto, y sólo quien se adentra en su Corazón comprende su riqueza, como el mismo Pablo descu¬brió (Filp 3,7-8).

No bastaba saberse al dedillo las consejas de la Ley y los Profetas. Hay un modo de ser creyente que es inútil: saber cosas de Dios y no vivir conforme a lo que sabemos, encender una vela a Dios en su día, reservándonos para nosotros y nues¬tros diablos el resto de la semana. Epulón comprendió ya tarde la inutili¬dad de la basura de su vida, y quiso enviar a un muerto a los suyos para hacerles ver la engañifa en la que vivían. Pero nadie escarmienta en cabeza ajena. A lo más, queda uno asustado una breve temporada. Curiosamente, Dios desde “sus valores”, lejos de ser un rival de los nuestros, es su mejor exponente. Tenemos la experiencia cotidiana de cómo cuando nos alejamos de la visión que Dios tiene de la vida, ésta se deshumaniza.

Por eso no es extraño que quienes aman el dinero y se bur¬lan de los enviados de Dios, no entiendan nada, se irriten e indignen, y hasta decidan matar al mensajero. No, nuestro mundo no necesita que vengan los muertos para darnos un susto incontestable, sino más bien está nece-sitado de vivos, de cristianos vivos que desde la trama diaria de su existir enseñan a ver las co-sas desde los Ojos de Dios, y amar la vida desde y como Él, ritmando nuestros latires con los de su Corazón, valorando aquello que tiene valor para Él, lo que enajena y enfrenta, lo que ador-mece e in¬hibe, y relativizando lo que corrompe y deshumaniza.





+ Jesús Sanz Montes, ofm

Arzobispo de Oviedo

A.A. de Huesca y de Jaca



Domingo 26º del Tiempo Ordinario

26 septiembre 2010

jueves, 23 de septiembre de 2010

Lecturas del XXVI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C:

Lectura de la profecía de Amós 6, 1a. 4-7

Así dice el Señor todopoderoso:
«¡Ay de los que se fían de Sión y confían en el monte de Samaria!
Os acostáis en lechos de marfil; arrellenados en divanes, coméis carneros del rebaño y terneras del establo; canturreáis al son del arpa, inventáis, como David, instrumentos musicales; bebéis vino en copas, os ungís con perfumes exquisitos y no os doléis del desastre de José.
Pues encabezarán la cuerda de cautivos y se acabará la orgía de los disolutos.»

Palabra de Dios.


R: Alaba, alma mía, al Señor.


Él mantiene su fidelidad perpetuamente,

él hace justicia a los oprimidos,

él da pan a los hambrientos.

El Señor liberta a los cautivos. R.


El Señor abre los ojos al ciego,

el Señor endereza a los que ya se doblan,

el Señor ama a los justos,

el Señor guarda a los peregrinos. R.


Sustenta al huérfano y a la viuda

y trastorna el camino de los malvados.

El Señor reina eternamente,

tu Dios, Sión, de edad en edad. R.


Lectura de la Primera Carta del Apóstol san Pablo a Timoteo 6, 11-16

Hombre de Dios, practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe.
Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.
En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús, que dio testimonio ante Poncio Pilato con tan noble profesión: te insisto en que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.
A él honor e imperio eterno. Amén.

Palabra de Dios.



Aleluya 2Co 8, 9
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriqueceros con su pobreza.


Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 16, 19-31

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
- «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico.
Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abraham.
Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno, y gritó:
"Padre Abraham, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas. "
Pero Abraham le contestó:
"Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces.
Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros."
El rico insistió:
"Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento."
Abraham le dice:
"Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen."
El rico contestó:
"No, padre Abraham. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán."
Abraham le dijo:
"Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto."»


Palabra del Señor.

A partir de ahora...

Un amigo mío me está enviando las homilías del Padre Jesús Sanz Montes ofm, bueno, más que Padre es Obispo.

Es el actual obispo de Oviedo. Fue profesor mío de teología y uno de aquellos maestros que no necesitábamos acudir a libros y manuales diferentes para enamorarnos de la signatura, bastaba con escucharle.

Además, todas sus reflexiones son breves y con mucha enjundia. De este modo, en vez de proponer cualquier reflexión, remitiré estos comentarios. Algún día, también publicaré algún comentario personal.

Que las disfrutéis.

Un abrazo

Sobre el artículo anterior...

EL 8 DE OCTUBRE LLEGA A LOS CINES LA PRIMERA PELÍCULA 100 POR 100 PRO VIDA!




Estimado amigo, se que desde hace tiempo estás más que metido en la lucha por la vida del no nacido. Con la aprobación de la nueva ley del aborto, la situación en España parece haber dado un retroceso...¡PERO NO ES ASÍ! Cada uno de nosotros podemos poner nuestro granito de arena y seguir luchando por esos bebés y esas madres y, de momento, nuestro paso más efectivo debe de ser el de INFORMAR y ARGUMENTAR.



El próximo 8 de octubre, se va a estrenar en las salas españolas una documental que narra las verdades sobre el aborto: BLOOD MONEY, EL VALOR DE UNA VIDA.



La película recoge, sin recurrir a imágenes sangrientas, CONFESIONES de médicos y enfermeras de clínicas abortistas que cuentan la triste verdad que se esconde detrás de esta bien llamada “INDUSTRIA” que tan duramente está golpeando al mundo que se dice “desarrollado”. Además, también participan numerosas mujeres que abortaron en su momento, contando lo que les dijeron y la realidad con la que se encontraron luego.



En España, sabemos que se han querido sumar a la causa de esta película todos los grandes líderes pro vida de nuestro país como Benigno Blanco; Ignacio Arsuaga, Jesús Poveda o Alicia Latorre y de hecho, se ha añadido una parte final al documental de creación 100 por 100 española que sólo podremos ver aquí.





Este es el trailer doblado de la película:

http://www.youtube.com/watch?v=lDPaDgtIWWs



Y este el grupo que han creado en Facebook:

http://www.facebook.com/pages/BLOOD-MONEY/138727132820316?ref=ts





BLOOD MONEY, es una apuesta arriesgada y la ha traído la misma distribuidora que en su día estrenó Bella y La Última Cima, una garantía de que viene de la mano de personas cargadas de buenas intenciones. También nosotros podemos tratar de echar un cable a esta causa, yendo a las salas de cine y haciendo circular y dando a conocer esta y otras iniciativas, y así demostrar que SÍ que defendemos la vida, y que SÍ que estamos dispuestos a seguir luchando por los derechos de los bebés y de sus madres.


Perfil de esta gran película en Facebook

miércoles, 22 de septiembre de 2010

"Te seguiré cortejando" y "Las razones por las que me casé contigo"

Un artículo muy bueno de "www.fluvium.org"


Además es un artículo muy cortito. No dice nada nuevo, pero recuerda dos cosas fundamentales.

martes, 21 de septiembre de 2010

¡¡¡ un viaje histórico como pocos !!!

A medida que voy leyendo, gracias a Dios, los textos del viaje de nuestro Santo Padre al Reino Unido, me doy cuenta de la enorme trascendencia que tiene este viaje no sólo para aquellas naciones, sino para toda Europa. Ha vajado al corazón del agnosticismo, de la duda, de la separación.

Y ha aportado la luz de la esperanza, de la salvación. Les ha dado a Cristo nuestro Salvador. Vamos a rezar todos por los frutos imprevisibles de este viaje apostólico que nos ha dejado como colofón la canonización de un testigo cualificado de le fe sobre el subjetivismo, de la esfera social del cristianismo y su influencia en la sociedad, por encima de quienes se reían de él y trataban de arrinconar la fe a la esfera meramente privada de los fieles.

Veritatis Splendor, es lo que luce.

La Iglesia no busca ser atractiva:

Dijo el Papa Benedicto XVI a los periodistas en el avión que le llevaba al Reino Unido: "una Iglesia que busca sobre todo ser atractiva estaría ya en un camino equivocado, porque la Iglesia no trabaja para sí misma, no trabaja para aumentar sus cifras y así su propio poder. La Iglesia está al servicio de otro: sirve no para ella misma, para ser un cuerpo fuerte, sino que sirve para hacer accesible el anuncio de Jesucristo, las grandes verdades y las grandes fuerzas de amor, amor de reconciliación que se ha presentado en esta figura y que viene siempre de la presencia de Jesucristo".

¡¡Por fin!! Alguien con valentía para que nos dejemos de estupideces. La Iglesia no busca ser atractiva, no busca ganarse a los jóvenes, ni a los matrimonios, ni a los ancianos. no somos testigos de Jehová o mormones paseando por las calles con una sonrisa profident, intentando que no se vean nuestros pecados para ser más atractivos.

La Iglesia, simplemente, busca ser fiel a Jesucristo, nuestro Dios y Salvador. La Iglesia no tiene que adecuarse al mundo para convencerle de nada, sólo debemos adecuarnos a Cristo, ser con Él igual de atractivos e igual de repulsivos, respecto a la exigencia del Evangelio. Nuestra misión es perpetuar la misma salvación que trajo Cristo al mundo con su Vida, predicación, Pasión, muerte y Resurrección, gracias a los sacramentos y a la predicación apostólica.

No debo intentar hacer atractivo el mensaje, sino transmitirlo con la máxima fidelidad y del modo más inteligible posible para los hombres, mujeres y niños del mundo actual.

¡Qué descanso respecto a los métodos de comunicación social y menuda exigencia respecto a mi propia fidelidad evangélica!

Lecturas del XXV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C:

Lectura de la profecía de Amós (8, 4-7)

Escuchad esto, vosotros, los que pisoteáis al indigente para hacer desaparecer a los pobres del país.

Vosotros decís: ¿Cuándo pasará el novilunio para que podamos vender el grano, y el sábado, para dar salida al trigo? Disminuiremos la medida, aumentaremos el precio, falsearemos las balanzas para defraudar; compraremos a los débiles con dinero y al indigente por un par de sandalias, y venderemos hasta los desechos del trigo».

El Señor lo ha jurado por el orgullo de Jacob: Jamás olvidaré ninguna de sus acciones.

Palabra de Dios.


SALMO (Sal 112, 1-2. 4-6. 7-8)


R. Alabad al Señor, que alza al pobre.


Alabad, servidores del Señor,

alabad el nombre del Señor.

Bendito sea el nombre del Señor,

desde ahora y para siempre. R.



El Señor está sobre todas las naciones,

su gloria se eleva sobre el cielo.

¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,

que tiene su morada en las alturas,

y se inclina para contemplar el cielo y la tierra? R.



Él levanta del polvo al desvalido,

alza al pobre de su miseria,

para hacerlo sentar entre los nobles,

entre los nobles de su pueblo. R.



Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2, 1-8)



Querido hermano:

Ante todo, te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, por los soberanos y por todas las autoridades, para que podamos disfrutar de paz y de tranquilidad y llevar una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, porque él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.

Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres:

Jesucristo, hombre él también, que se entregó a sí mismo para rescatar a todos. Éste es el testimonio que él dio a su debido tiempo, y del cual fui constituido heraldo y apóstol para enseñar a los paganos la verdadera fe. Digo la verdad, y no miento. Por lo tanto, quiero que los hombres oren constantemente, levantando las manos al cielo con recta intención, sin arrebatos ni discusiones.

Palabra de Dios.


ALELUIA (2Co 8, 9)


Aleluia.

Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza.

Aleluia.


EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (16, 1-13)

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos:

«Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le dijo: “¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto”.

El administrador pensó entonces: “¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!”

Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?” “Veinte barriles de aceite”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo, siéntate en seguida y anota diez”.

Después preguntó a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?” “Cuatrocientos quintales de trigo”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo y anota trescientos”.

Y el Señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.

Pero yo os digo: Ganaos amigos con el dinero de la injusticia para que el día en que éste os falte, ellos os reciban en las morada eternas.

El que es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco también es deshonesto en lo mucho. Si no sois fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién os confiará el verdadero bien? Y si no sois fieles con lo ajeno, ¿quién os confiará lo que os pertenece?

Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecer a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menos preciará al segundo. No se puede servir a Dios y al dinero».

Palabra del Señor.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Anécdotas sobre las lecturas de este domingo (aún no me he preparado el comentario):

                               Ejemplos Predicables

El perdón de Dios

1- Una encantadora leyenda nos habla de un pe­cador que se confesó con profunda contrición. El confesor absolvió al penitente y le previno contra la recaída. El hombre, con todo, cayó en la misma tentación, y, al presentarse de nuevo contrito al tribunal de la penitencia, el confesor vaciló largo tiempo en absolverle. Cuando, por fin, lo hizo, advirtió: «Ésta es la última vez.» Mas, a pesar de todos los propósitos, la tentación pudo más que el pecador, y cuando por tercera vez fue al confesonario el confesor le negó rotundamente la absolución porque dudaba de que el arrepentimiento del penitente fuera sincero. El buen hombre, en cambio, afirmaba que se sentía profundamen­te contrito. El sacerdote, no obstante, persistió en la nega­tiva. Mas en aquel preciso momento aconteció que desde la alta cruz del coro sonó por la iglesia como un llanto. Sorprendido el confesor, levantó los ojos y vio como la imagen adquiría vida y el Crucificado soltaba la mano derecha del madero de la cruz y trazaba sobre el pecador el signo de la absolución.
Y para el severo confesor sonó esta recriminación: «No has derramado tú la sangre por él.»

2- En una escuela de un barrio de Londres una religiosa estaba preparando a una clase para recibir los sacramentos y hacía varias preguntas encaminadas a des­pertar un verdadero dolor de haber pecado.
— ¿Sabrías hacer un acto de contrición perfecta? — pre­guntó a un niño pequeño.
— ¡Oh sí, hermana! Es fácil. No haría más que mirar un crucifijo y pensar que fui yo quien lo hizo todo.

3-  Absalón, hijo del rey David, se rebeló contra su padre. Y David se vio obligado a mandar su ejército contra él. Pero David no olvidó que era su padre: por lo que, mientras sus capitanes se indignaban y esperaban el momento de vengarse de Absalón,  él se puso en la puerta por donde desfilaban los soldados y gritó a los capitanes: «Id contra los enemigos y destruidlos; pero, por caridad, salvad la vida a mi hijo Absalón (2 Reg 18, 5).
Así pues, cuando las criaturas quieren vengarse del pe­cador y destruirlo, Dios misericordioso les dice: «No; dejadle aún vivir, perdonadle para que pueda convertirse(Ez 33, 11).

(Vademecum de ejemplos predicables, Mauricio Rufino, Herder, Barcelona, 1962,  pág. 1644-1645)

Lecturas del Domingo XXIV del Tiempo Ordinario, ciclo C:

DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO


PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Éxodo 32, 7-11. 13-14

En aquellos días, el Señor dijo a Moisés:
- «Anda, baja del monte, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un novillo de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman:
"Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto."»
Y el Señor añadió a Moisés:
- «Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo.»
Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios:
- «¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto con gran poder y mano robusta? Acuérdate de tus siervos, Abraham, Isaac y Jacob, a quienes juraste por ti mismo, diciendo:
"Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre."»
Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 50, 3-4. 12~13. 17 y 19 (R.: Lc 15, 18)

R. Me pondré en camino adonde está mi padre.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R.
Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R.


SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1, 12-17

Querido hermano:

Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este ministerio.
Eso que yo antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente.
Pero Dios tuvo compasión de mí, porque yo no era creyente y no sabía lo que hacía.
El Señor derrochó su gracia en mí, dándome la fe y el amor en Cristo Jesús.
Podéis fiaros y aceptar sin reserva lo que os digo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero.
Y por eso se compadeció de mí: para que en mí, el primero, mostrara Cristo Jesús toda su paciencia, y pudiera ser modelo de todos los que creerán en él y tendrán vida eterna.
Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
 Lectura del santo evangelio según san Lucas 15, 1-32

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos:
- «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola:
- «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al Regar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido. "
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles:
¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido. "
Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»
También les dijo:
- «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
"Padre, dame la parte que me toca de la fortuna."
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces, se dijo:
"Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros."
Se puso en camino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo.
Su hijo le dijo:
"Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. "
Pero el padre dijo a sus criados:
"Sacad en seguida el mejor traje y vestido; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."
Y empezaron el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.
Éste le contestó:
"Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud."
Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Y él replicó a su padre:
"Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado."
El padre le dijo:
"Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."»

Palabra del Señor.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Comentario a la primera lectura y al evangelio:

Están locos estos cristianos:


Hoy por hoy, todo el mundo trata de vivir con sensatez, de tener sentido común, vaya. Incluso muchos cristianos tratan de conformar su vida según los modelos sociales que están en boga. Son capaces de seguir llamándose católicos y afirmar que hay que actualizar el evangelio, adaptándolo a los tiempos. Que la Iglesia se nos ha quedado caduca y obsoleta y deberíamos aceptar la normalidad de las relaciones sexuales prematrimoniales, incluso que sería bueno que las parejas se "probaran" antes de casarse, para ver si se complementan y evitar el facaso matrimonial. También dicen que para qué vamos a obligar a vivir una castidad matrimonial cuando existen los condones... Y otras muchas lindezas similares.

No voy a entrar al trapo de todas estas disputas. Más adelante iremos desmontando, una por una, todas estas falacias. Hoy, no.

Cuentan que Mondadori (el famoso editor italiano) cuando se convirtió al cristianismo, en la etapa final de su vida, decía que había descubierto que la Iglesia era el único baluarte en defensa del hombre que quedaba incnmovible. De hecho, las comunidades protestantes ya no defienden la vida, los ortodoxos hace tiempo que dejaron de defender el matrimonio, la sociedad occcidental se jacta de sus aberraciones, para luego morir triste y sola en casas vacías, sin hijos, sin familia, sin matrimonio, ni esperanza.

¿Quién fundó la Iglesia? Cristo cuando nos envió al Espíritu Santo y nos prometió que ese mismo Espíritu, el Espíritu de la Verdad, el mismo Espíritu que obró sus milagros en Cristo nos RECORDARÍA la verdad completa. No innova, no se inventa nada. El depósito de la fe, la tradición (transmisión) de la verdad que los apóstoles trasmitieron a sus sucesores, el tesoro más grande que tiene la Iglesia, junto a la acción salvífica de los sacramentos, no se puede tocar. Es necesario transmitirlo íntegro, de generación en generación. Conocerlo cada vez mejor, explicarlo cada vez mejor, sacar cada vez conclusiones más certeras... Pero la misma verdad que embargó el corazón de San Pablo y de San Pedro, es lo mismo que hoy anima a la Iglesia 21 siglos después.

A mí no me salva el sentido común, sólo me salva Cristo. Por eso, estaría orgullosísimo de que me tomaran por loco, con tal de seguir los pasos de mi Señor. De hecho, los jesuitas de Portugal tuvieron que ser amonestados, en los comienzos de la orden, porque salían a las calles disfrazados para que la gente les tomara por locos y así sufrir las mismas humillaciones que nuestro Señor.

Hoy por hoy, a los matrimonios les toman por locos, sólo por renunciar a sí mismos para entregarse a la otra persona. Es una locura renunciar a la propia felicidad para conseguir hacer feliz a la persona a la que quieres. Es una locura enfrentarte con tus hijos, sólo para educarles y mostrarles cuál es el camino cierto. En una palabra, como diría Asterix: "Están locos estos romanos", pues eso, "están locos estos cristianos".

Es curioso, pero vemos que todos los que en algún momento se han reído de la Iglesia y de los católicos por seguir unas doctrinas "trasnochadas" a su entender, han terminado amargados, tristes y solos, con el corazón encogido y sin esperanza en el corazón, deseando que se terminara su vida cutre y rastrera. Sobre este punto, no conozco más excepciones que las de las personas que se han convertido y han aceptado esa moral "caduca" de la que en sus días de vino y rosas no hacían más que reirse o sentirse decepcionados.

En el fondo, uno vive conforme a la doctrina de la que se fía. Uno vive de lo que cree que le va a salvar la vida. Uso el término salvar como una confianza básica en que asi voy a vivir en plenitud. Realmente, a mí Dios me ha demostado por activa y por pasiva que en sus manos es el lugar donde mejor puedo vivir. De este modo, me fío de Dios, de su Iglesia y de su Palabra Viva. Por eso, puedo afirmar con la primera lectura: "Apenas conocemos las cosas terrenas y con trabajo encontramos lo que está a mano: pues, ¿quién rastreará las cosas del cielo? ¿Quién conocerá tu designio, si tú no le das sabiduría, enviando tu santo espíritu desde el cielo?

Sólo así fueron rectos los caminos de los terrestres, los hombres aprendieron lo que te agrada, y la sabiduría los salvó".

O dicho con otras palabras: "Me fío más de Dios que de la sociedad. Que se queden ellos con su sentido común, que yo buscaré hacer lo que Dios me pida. En el fondo, éste es el único camino apto para salvar la vida".

Una vez que hemos llegado hasta esta conclusión, sólo queda ver qué es lo que me pide Dios, que aunque toda mi sensibilidad se ponga de uñas, sé que será lo mejor que puedo hacer. Me fío de Ti, mi Dios. Así leemos el evangelio de este domingo.

[Ve al artículo anterior, en el que incluí todas las lecturas del domingo y reza un poco]

Para empezar, la liturgia suele suavizar mucho el tono del Señor, textualmente dice "quien no odia a su padre y a su madre..." ¡Qué duro!, pero en el fondo se trata de una comparación. Odiar a su padre es por comparación con el amor que debemos tener a Dios. El primero de nuestros amores, aunque alguien crea que eso nos quita de amar a los demás, no es cierto. Cuanto más ame a Dios, más capaz seré de amar a cada persona, porque Dios me irá dando un corazón a la medida del de Cristo y creo que Jesús ama más que yo a cada persona, pero tiene que haber una jerarquía en el amor. Un casado no puede amar a su madre más que a su mujer y un cristiano no puede hacer más caso a su padre que a Dios. Otra cosa sería un desorden. ¡Cuántos matrimonios se frustran porque la mujer sigue unida más fuerte a sus padres que a su propio marido!

Hasta ahora hemos visto que es mejor fiarse de la locura de Dios que de la sensatez de la sociedad, pues ahora vamos a ver si lo ponemos por obra: ¿quién es capaz de decir que ama la cruz?, ¿quién es capaz de decir que prefiere entregarse a Dios que la propia felicidad? Lo que no nos damos cuenta es que, a veces, vivimos equivocados y pensamos que nos va a dar la felicidad, lo que realmente va a frustrar nuestra vida para siempre y que lo que Dios nos pide nos destroza, cuando realmente es lo único que nos da la vida plena.

Jesús termina con una frase muy dura: <<El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío>>. ¿Estamos dispuestos a dejarlo todo con tal de alcanzar a Cristo? ¿No te das cuenta de que sólo si renuncias a todo tu egoísmo vas a poder vivir con plenitud?

Imaginate una matrimonio en el que cada uno se reservara ciertos aspectos de su vida, irían perdiendo la vida, con su mediocridad y al final correrían el reiesgo de perder el amor por sentir el uno respecto del otro que no le aman lo suficiente. Jamás te preguntes si eres feliz, plantéate si estás haciendo feliz a la persona a la que te has entregado porque es dando que se recibe, es muriendo que se resucita a la Vida.

Vamos a dejarnos ya de componendas, vamos a abandonar nuestra molicie y la comodidad del sentido común y vamos a entregarnos definitiva y totalmente. ¡Merece la pena! ¡Vale la pena! ¡Viva la Pepa!

Un fuerte abrazo

Domingo 23 del Tiempo Ordinario, ciclo C:

Primera Lectura



Lectura del libro de la Sabiduría 9, 13-18


¿Qué hombre conoce el designio de Dios? ¿Quién comprende lo que Dios quiere?

Los pensamientos de los mortales son mezquinos, y nuestros razonamientos son falibles; porque el cuerpo mortal es lastre del alma, y la tienda terrestre abruma la mente que medita.

Apenas conocemos las cosas terrenas y con trabajo encontramos lo que está a mano: pues, ¿quién rastreará las cosas del cielo? ¿Quién conocerá tu designio, si tú no le das sabiduría, enviando tu santo espíritu desde el cielo?

Sólo así fueron rectos los caminos de los terrestres, los hombres aprendieron lo que te agrada, y la sabiduría los salvó.



Palabra de Dios.


Salmo responsorial



Sal 89, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17 (R.: 1)


R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.


Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: «Retornad, hijos de Adán.» Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; una vela nocturna. R.

Los siembras año por año, como hierba que se renueva: que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca. R.

Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos. R.

Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos. R.


Segunda Lectura


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón 9b-10. 12-17


Querido hermano:

Yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión; te lo envío como algo de mis entrañas.

Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad.

Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido.

Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano.

Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo.



Palabra de Dios.


Evangelio


+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 14, 25-33


En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:

- «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.

Quien no lleve su cruz detrás de mi no puede ser discípulo mío.

Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla?

No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo:

"Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar."

¿0 qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.

Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»



Palabra del Señor.

[ Sacado de http://www.homiletica.com.ar/]

¡¡ Novedades !!

Por lo menos, hasta que me vea muy agobiado por el trabajo, voy a intentar incluir las lecturas del domingo y, por lo menos, un comentario breve a alguna de ellas.

Un fuerte abrazo

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Cómo actúa Dios:

En estos últimos años de mi ministerio, echo de menos el trabajo con chavales. Tenemos algunos, muy majos, y les estamos preparando de la mejor manera posible. No hay parroquia en Madrid que prepare mejor a sus catecúmenos... ¡Vaya si es que soy de lo que no hay! pero como son tan poquitos no acaban de animarse a llevar a cabo ninguna actividad extra, como son campamentos, convivencias, excursiones... Por mucho que lo intentamos, no sale nada.

Sobre todo tengo personas mayores. Son el tesoro de la parroquia. Hombres y mujeres que se han dejado la piel por la Iglesia y por sus familias. Es necesario, precioso y un deber de justicia cuidarles y atenderles de la mejor manera posible en esta etapa en la que necesitan inyecciones de esperanza, alegría y cariño; pero no están dispuestos a montar un campamento conmigo... ¡qué se le va a hacer!

Cuando ya me había despedido para siempre de estas actividades, de pronto...

Me piden en una asociación de fieles que les eche una mano porque les faltan sacerdotes. Acostumbrado a que las cosas al final no salgan, se lo plantéo a mi párroco sin especial interés. No es que no quisiera ayudar, el problema es que no quiero emocionarme para que después sobrevenga la desilusión.

¡Qué grande es mi párroco! No sólo no pone inconvenientes, sino que me alienta a trabajar con ellos por dos razones fundamentalmente:

1.- Para que pueda tener contacto con la juventud, puesto que es lo que nos falta en la parroquia y así tendemos puentes con los chavales de la parroquia para que puedan tener una experiencia comunitaria;

2.- Puesto que hay familias de todo Madrid, trabajando y evangelizando en unos locales de la demarcación parroquial, ¿a quién mejor vamos a ayudar que a ellos? Que se sepan cuidados y atendidos por los curas de su parroquia.

Decidme si esto no es un claro ejemplo de corazón sacerdotal. Un párroco que se procupa por su vicario parroquial y por las personas que trabajan en el barrio, aunque no lleguen a colaborar directamente con la parroquia. Porque no son nuestros, nosotros (los curas) sí somos suyos.

Un fuerte abrazo.