viernes, 8 de febrero de 2013

Convivencia con jóvenes

Pues, realmente a mí me apetencen poco estos planes. Estoy con mentalidad de viejo y donde esté mi camita, que se quede lo demás... Pero veo que vienen bien estos planes.

Al principio, me da una pereza espantosa, luego se va pasando y uno asume las cosas y al final te lo pasas divinamente, porque además me voy con gente excepcional. Si tuviera que aguantar a los típicos majaderos borrachuzos, pues quizás ya no montaría estos planes, pero voy con gente muy buena que saben lo que quieren y están dispuestos a crecer porque de hecho, ya están creciendo a pasos agigantados. ¡Qué maravilla es verles hacerse unas personas de provecho!... Je, je...

La verdad es que no vamos a hacer nada especial. Me voy con jóvenes de 18 p'arriba. No les voy a dar ninguna charla, ni vamos a hacer nada formativo especial. Simplemente quiero que nos vayamos a descansar y a disfrutar unos días y que puedan empezar a acostumbrarse a llevar un ritmo de vida cristiano (ofrecimiento de obras, Ángelus, oración, Rosario, Misa y examen de conciencia diarios).

No todo puede ser hacer cosas extraordinarias, sino vivir la presencia constante de Dios en todas las actividades de la jornada. Así que nos vamos a descansar en el cortijo de una familia de la parroquia que nos lo dejan. Al parecer vamos a tener un fin de semana con un tiempo extraordinario, gracias a Dios.

Los planes van a ser muy sencillitos: conocer la ciudad de Segura, dar un paseo por el coto del cortijo, reírnos, hablar, jugar por la noche a juegos de mesa divididos en equipos... En fin, lo mismo que haríamos cada uno por nuestro lado, pero en la presencia de Dios. a ver si nos acostumbramos a rezar un poquito cada día y a ir a Misa diariamente. ¡Ojalá fructifique esto!

Mi afán es que vean que no hay que hacer nada especial para poder vivir con Dios y que ellos solitos, en su casita, pueden hacer lo mismo que vamos a hacer todos juntos. Por eso no preparo grandes meditaciones, sino todo muy sencillito y normal. Me encantaría que cuando vuelvan a casita, echen de menos lo que han vivido aquí y comiencen a rezar por su cuenta un ratito. Con eso me doy con un canto en los dientes y para eso os pido que recéis por ellos.

Un fuerte abrazo

P.D.- Cuando estés tirado en el sofá, aburrido, piensa que yo estoy en la sierra de Jaen, tranquilamente, pasándomelo pipa... (A que soy mala persona...)

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