martes, 26 de febrero de 2013

Por fin hemos vuelto de la convivencia de confirmación...



Aviso que la foto es del año pasado. Todavía no me han dado las fotos de esta última convivencia.

Si Dios quiere, ya está hablado con los curas, la próxima convivencia será para todos los grupos de todas las edades de la parroquia. cuando haga buen tiempo, si es que los monitores pueden hacer un hueco en sus exámenes.

 Con un frío del patín, pero gracias a Dios sin un copo de nieve o una gota de lluvia hasta que terminamos todos los juegos de exterior... Hemos conseguido volver con vida de una convivencia con 27 energúmenos chiquititos de confirmación. ¡Ha sido un exitazo en todos los sentidos!

  • Muchos a los que obligamos a ir y si no venían no se confirmaban, me dieron las gracias por obligarles porque de otro modo se habrían perdido el mejor fin de semana que han tenido en mucho tiempo.
  • Todos me están preguntando ya cuándo hacemos otra convivencia. Ésta vez con mejor tiempo.
  • Casi todos salen siendo mejores amigos.
  • Casi todos se plantean seriamente participar en algún grupo de fe a partir de ahora y después de la confirmación. Incluso algunos quieren compaginar el grupo de los domingos, auque tengan que seguir yendo a catequesis de confirmación.
  • Prácticamente todos han salido de la convivencia confesados.
  • Los juegos les han encantado.
  • Han comido fenomenal, en cantidad y muy bien preparada la comida.
  • No conseguíamos que se fueran a sus casas.
  • Tuvimos dos malitos y sin embargo me decían que les compensaba haber venido. Uno me decía: "No, si yo hoy estoy fatal... pero ayer... ¡menudo día!".
  • Además me consta que muchos de ellos se han enterado de las charlas mejor que en sus propias catequesis.
  • El grupito de los mayores han servido con lealtad, se han entregado y han estado a los pies de los pequeños. Eso para mí es un gran orgullo. Dentro de poco será un gran equipo de monitores. Además se encargaron de dar ellos las dos últimas charlas de formación y salieron estupendas.
  • Han rezado como fieras. Cada día han tenido ofrecimiento de obras a la Virgen María, han bendecido la mesa y dado gracias por los alimentos, el Angelus, una meditación de 30 minutos, Misa, Rosario, examen de conciencia y dos charlas de formación cada día y no sólo no se han quejado sino que lo han disfrutado.
  • Los monitores, además tenían otra meditación a primera hora de la mañana y nunca han llegado tarde. Me consta que les ha venido genial y que han disfrutado más que los niños.
Por todo esto es por lo que digo que ha sido una gran convivencia. Un completo éxito de la gracia de Dios, que escribe con buena letra con la pata de una mensa. Además nos ha hecho el mejor tiempo posible y sólo cuando dí gracias a Dios por el tiempo y le dije que ya no necesitábamos el sol, en quince minutos se puso a nevar y en cinco había cuajado la nieve. Además, hasta pudieron jugar con la nieve.

Gracias, Dios mío, por lo mucho que nos cuidas... ¡Ojalá pueda seguir viendo tus maravillas en la vida de tanta gente buena!

viernes, 22 de febrero de 2013

Temario para una convivencia con chavales de confirmación

Ahí van cuatro charlas de formación que vamos a dar en la convivencia que vamos a tener este fin de semana con los chicos de la confirmación:

Charla sobre lo que quiere Jesús de nosotros: la santidad.

  • Hay veces que nos confundimos de cabo a rabo. Si les preguntas a los chicos que creen que es ser cristiano te dirán que creer en Jesús. Al final, lo que quieren decir sin saberlo es que un cristiano no se diferencia en nada de un ateo. Tiene los mismos gustos y deseos que cualquiera, pero de vez en cuando reza y va a Misa y pide ayuda a Jesús. Eso no es ser cristiano. Un cristiano acepta y vive el evangelio, lleva una vida distinta de la de un pagano y ama, piensa y vive de un modo completamente diferente. ¡Eso es ser cristiano! Y no basta con ir a Misa y rezar, tiene que haber una conversión profunda. En un momento de tu vida te encuentras con la persona de Jesús yte cambia la vida. Te reconoces amado por Él y tratas de corresponder a ese amor.
  • La fe no es tanto creer en lo que no se ve, como corresponder al Amor de Dios.
  • Jesús, en el Evangelio, siempre busca a cada persona. Le dan igual los grupos, Él busca tener una relación personal con cada uno de nosotros. No nos ha creado para una determinada misión. No se trata de que tengas que cumplir un propósito concreto en tu vida. Tu vida está abierta a muchas posibilidades. Dios no te limita, hace posible el ejercicio de la libertad. Dios te ha creado por Amor y Jesús lo único que quiere de ti es vivir contigo, vivir en comunión. Vivir los dos juntos. Eso es la santidad.
  • La santidad, entonces, no es ser muy bueno. Hacer muchas cosas buenas, sino vivir con Jesús. Si os fijáis, el ladrón y asesino que crucificaron al lado de Jesús está en el cielo y no hizo nada bueno durante toda su vida. Simplemente, tuvo la oportunidad de quedarse con Jesús y la aprovechó. No se trata de hacer méritos, sino de dejar que Jesús viva contigo.
  • Muchas veces, comprobamos que eso no es fácil. Jesús mismo nos dice que si alguien quiere ser su discípulo tiene que coger su cruz de cada día y seguirle.
  • Eso es ser cristiano. Seguir a Jesús, vivir con Él, amarle, cumplir su Voluntad, vivir como Él vivió, amar como Él amó y continuar con su misión.
  • ¿Cuál es la misión de Jesús? Salvar a cada persona. ¿Cuál es tu misión? Salvar a cada persona.
  • El cristiano es una persona que se identifica con Jesús. ¿Tú qué haces?

Charla sobre la vida de la santidad:

  • Una vez que hemos visto que vivir en cristiano es otra cosa distinta de la que creíamos. Podemos empezar a concretar cómo es realmente la vida de un cristiano:
  • Lo primero de todo, es necesario volver a un punto anterior. Un cristiano es una persona que vive con Jesús. Por eso, no se trata de cumplir los mandamientos. Antes hay otro tema. Si no tengo amistad con Jesús, ¿cómo puedo vivir con Él? Por eso, antes de nada, un cristiano es una persona que BUSCA a Jesús, aunque a veces no le encontremos.
  • ¿Cómo puedo buscar a Jesús? Muchas personas se creen que por ir a Misa ya cumplen. Si yo no convierto cada Misa en la ocasión de encontrarme con Jesús, ¿puedo decir realmente que le busco? Si hace mucho que no comulgo porque no me confieso, ¿se puede decir que le busco? Así que lo primero de todo es vivir los sacramentos. No sólo celebrarlos, sino hacerlos vida. Buscar a Jesús en la Misa y en la confesión.
  • También es esencial leer los Evangelios y hablar con intimidad con Jesús. No sólo darle gracias y pedirle cosas, sino buscar un trato de amistad íntima con Jesús. Aquí les habláis sobre la ORACIÓN.
  • "Seréis mis amigos si hacéis lo que Yo os mando". Nos dice Jesús en el Evangelio. Así que éste es un punto muy importante, pero menos que los otros dos. Si sólo intentáis ser buenos, acabaréis hartos porque la alegría cristiana sólo la da la experiencia del Amor de Dios, no querer justificarse por las obras. Pero es necesario querer hacer lo que Jesús no pida. no sólo son los mandamientos, también son las Bienaventuranzas. ¿Realmente quieres hacer lo que Jesús te pida? Si dices que no, entonces realmente no eres cristiano, eres un simpatizante, pero no vives con Jesús.
  • Que concreten cómo pueden hacer la voluntad de Dios en sus vidas: Primero en su relación con Dios, luego con sus familias, con sus amigos, en el colegio, en la calle, en casa... En todo momento. No se trata de ser buenos, sino de reconocer a Jesús en los demás y que todos puedan reconocer a Jesús en ellos.
  • Para más aclaración consultad: 

Charla sobre la necesidad de la comunidad cristiana y del grupo:

  • El Señor no ha querido salvarnos aisladamente, sino que formamos un cuerpo, el Cuerpo de la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, somos la Gran Familia de los Hijos de Dios. No somos francotiradores, sino que la Confirmación nos constituye en "milites Christi", soldados de Cristo. Militamos bajo la bandera del mejor Capitán y no luchamos solos.
  • Además, en las circunstancias actuales se hace tremendamente difícil que un cristiano pueda vivir aislado del resto. A nuestro alrededor las cosas no nos son fáciles y tenemos experiencia de que nos necesitamos los unos a los otros. Yo tengo que rezar por cada uno de mis hermanos y necesito que cada uno de mis hermanos rece también por mí. Necesito juntarme con gente que piensa como yo. Necesito que me alienten en el apostolado, que me animen ante las dificultades y tengo experiencia también de que cuando trato de estar solo, porque es más cómodo, he acabado efectivamente dejando de luchar y me ha llevado la corriente hasta el punto de que prácticamente vuelves a vivir lo mismo que viven los que no tienen fe. Que cuenten la diferencia que hay entre vivir la fe a tu manera y cómo has vivido cuando estabas con el grupo.
  • A la hora de hacer apostolado, de evangelizar, de acercar a tus amigos a Dios es necesario poder invitarles a algo concreto para que puedan ver, que puedan hacerse amigos de otros cristianos, como tú, y así la conversión sea mucho más fácil. Para eso montamos convivencias, peregrinaciones, javieradas, campamentos... Y si tu ya tienes un grupo de formación, es mucho más fácil invitar a una reunión concreta que ponerte a resolver todas las dudas que tus amigos puedan tener.
  • Por otra parte, si no frecuentas un lugar donde recibas una formación sólida, donde te hablen frecuentemente de las cosas que tenemos que hacer, poco a poco te vas olvidando y al final pasas de todo. si no tienes un ámbito donde te resuelvan las dudas que te vienen a la cabeza, al final perderás la fe. Y si tus amigos te exponen sus dudas te darás cuenta de que no sabes resolverlas adecuadamente. si no tienes un grupo de formación en el que puedas exponer todas esas dudas y dificultades, al final te quedas solo ante el peligro, pierdes eficacia, te quedas boqueando fuera del agua y al final vivirás como si no tuvieras fe.
  • Otro argumento es que cuando empezamos a rezar podemos pensar que somos los mejores. si tienes un grupillo con el que te reúnas y vivís la fe juntos, te darás cuanta de que no estás haciendo nada extraordinario y al ver el ejemplo que te dan los que te rodean, te animarás a luchar más, a corresponder mejor a la gracia de Dios.
  • Hay cosas que pueden pasarte, que te pueden asustar. Si tienes gente a tu alrededor que vive lo mismo que tú, te darás cuenta de que no eres el raro de tus amigos, que no eres una excepción. Necesitamos amigos cristianos.

Apostolado, evangelización:

  • Realmente, los dos mandatos imperativos que Jesús nos ha dado son: "Amaos los unos a los otros como Yo os he amado" y últimamente, una vez que Resucitó y antes de la Ascensión nos dijo: "Id al mundo entero y anunciar el evangelio a toda la creación". Estos dos mandamientos surgen del mismo corazón. Dice el Señor que "Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad". Dios ama a cada persona y le parte el corazón ver cómo muchos se alejan de Él y viven una vida tirada por el suelo. Dios quiere que cada persona pueda experimentar la alegría de la Salvación.
  • Caín cuando asesinó a su hermano y Dios bajó preguntándole por él contestó: "¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?". ¡Pues sí! Si tú quieres a alguien de alguna forma eres su guardián. La lealtad en la amistad surge de esto: Si consigo algo muy bueno, lo comparto con mis amigos. Si me entero de algo y no lo comparto, soy un mal amigo.
  • ¿Por qué no hacemos apostolado? O bien porque no queremos a nuestros amigos y pensamos que se van a alejar de nosotros. O bien porque no amamos a Dios y nos parece un marrón tremendo el tener que vivir con el Señor. O bien porque pensamos que todo el mundo se salva. Es mentira. Quien no vive con Jesús sólo puede salvarse, dice el catecismo, si ama y busca la verdad y vive esa verdad que conoce en su vida. ¿Conoces a algún amigo tuyo que realmente puedas decir que busca la verdad? ¿que no se conforma con las mentiras que nos dice el mundo? Macho, o les hablas del Señor o son carne de cañón.
  • ¿Cómo se hace apostolado? Invitando a seguir el mismo camino que alguien abrió para ti. Todo comienza con la experiencia de la amistad. A través de una javierada, a través de una convivencia, a través de invitarles al mismo grupo por el que tú vas... A veces, algún amigo te plantea un problema grande en su vida y puedes acercarle a algún sacerdote que tú conoces que puede acogerle con cariño y aconsejarle con verdad.
  • Dice San Agustín que quien salva un alma, tiene la suya asegurada.
  • Para más aclaración consultar: "http://www.sacerdotecatolico.blogspot.com.es/2013/02/la-amistad-y-el-apostolado.html"

martes, 19 de febrero de 2013

Qué activo está el Diablo... ¡Véncele con toda la omnipotencia de Dios!

El domingo meditábamos en la Misa sobre las tentaciones de Jesús y todos los curas de la parroquia, entre otras cosas, hablábamos de la existencia real de un ser personal, de naturaleza angélica, enemigo del hombre, que quiere nuestra perdición e influye en nuestro interior con tentaciones, pero no puede anular nuestra voluntad, aunque sí mermarla por la repetición de pecados, al que la Iglesia llama Satanás o Diablo (el que divide, el que rompe...)

Más o menos, veníamos a explicar el proceso de la tentación y cómo influye el Diablo y cuánta guerra tenemos que presentar al pecado... Pues bien, al hablar de los efectos del pecado sobre nuestra vida venían algunos a confesarse... ¡Pobrecitos! Cuánto daño nos hace el Diablo, cuántas vidas rotas... Me daban ganas de llorar y de reír. Llorar por ver el sufrimiento de una humanidad lejos de Dios; de reír al comprobar cómo Dios rompe nuestras cadenas y nos libera especialmente a través de los sacramentos. Dios no se ata a la economía sacramental, tiene modos y caminos que no conocemos para llegar a sanar a cada uno, si nos dejamos, pero es evidente que a través de los sacramentos es su especialidad. ¡Cuántas personas recuperan la alegría y la esperanza de que es posible vivir de otro modo gracias a la experiencia de la confesión!

Y me daba cuenta del tremendo influjo, de la saña, del odio, de la manipulación que el Diablo vierte sobre los hijos de Dios. ¡Qué activo está el Diablo en nuestro días! ¡Cómo trata de perdernos a todos! Y sin embargo, está encadenado, pero por la soberbia del mundo, cuántas personas y cuántos cristianos le rondan pensando que no necesitan a Dios, creyendo ser autosuficientes. Planeando sus vidas no sólo al margen de Dios, sino incluso contra Dios y siguen yendo a Misa, y siguen comulgando sin pensar que no importa a cuántas Misas vayas, sino que realmente quieras cumplir su Voluntad.

Y también cuántas personas hay que simplemente por dejar la oración y la dirección espiritual van cayendo por un plano inclinado hasta que al final pierden todo gusto por la convivencia con Dios y acaban renunciando a todo por conformarse con los espejuelos estúpidos que les ofrece el Diablo. ¡Cuánta gente piensa que hacer lo que les de la gana les va a liberar de angustias! Sólo para descubrir horrorizados que han perdido todo lo que merecía la pena en sus vidas.

¿Por qué tenemos que tocar fondo para fiarnos de Dios? ¿por qué tenemos que perderlo todo siguiendo la tentación para descubrir que no nos lleva a nada bueno? ¿por qué pensamos que nuestro Padre Dios es un ogro que no nos quiere?

Muchas veces nos olvidamos que si no luchamos contra nuestros pecados el diablo sigue amarrándonos, influyendo en nuestra voluntad. No basta confesarse, es necesario poner los medios para evitar el pecado. Tiene dos poderosos secuaces: el mundo y nuestra propia debilidad (lo que siempre se ha llamado la "carne"). No os dejéis influir por lo que está de moda, por lo que piensa la sociedad, por el mal llamado "sentido común".

Hoy por hoy, parece como que Satanás estuviera más activo que nunca. ¡Qué horror! Cuántas vidas deshechas y lo que más le interesa son los consagrados, de un modo muy especial los sacerdotes dedicados al apostolado y las familias, especialísimamente va detrás de la mujer.

¡Qué fácil es evitar sus asechanzas! Basta con ceñirse a los sacramentos, la dirección espiritual, la oración y una vida limpia y sencilla. No os compliquéis la vida. Dios puede mucho más que el enemigo, pero no podemos dejarnos atrapar, no podemos acercarnos a él. No seas valiente con el enemigo, huye de él, escóndete en los brazos de tu Padre y vive sin miedo que tu Padre nunca le permitirá que te haga daño. ¡Eres hijo de Dios! ¿a quién vas a temer? Lo único que debemos temer es a la locura de nuestra soberbia cuando clamamos por recuperar nuestros fueros.

No hay nada que odie más Satanás que la sencillez y la humildad, salvo claro está lo mucho que nos Ama Dios. ¡Eso no lo puede soportar!. Agárrate a la mano de María que es la que mejor personifica todo lo que Satanás no puede soportar y vive con mucha paz, sin ningún miedo. ¡Estás en buenas manos!

Si te das cuenta en el rezo del Rosario se dan estas cosas que tanto odia el enemigo: lo primero, la razón por la que rezas el Rosario no es porque sea una oración súper original que te aporte grandes sentimientos, sino pura y llanamente por un cariño gratuito a la Virgen. Comienzas desgranando Avemarías casi como un sacrificio a María y poco a poco te vas encariñando con una oración sencilla, muy humilde, alejada de grandes teologías (como diría Carlos Sainz o Luis Moya: "a ras"). Una oración repetitiva, que poco a poco va calando en el corazón, como una fina llovizna que empapa la tierra.

Es una oración que sólo comprenden los humildes. el soberbio en seguida quiere sentirse importante y al poco tiempo comenzará a sustituirla por una contemplación en la que se pueda escuchar a sí mismo impartiendo preciosos discursos y enseñanzas. El humilde sabe que cada Avemaría es una rosa para nuestra Madre, una espina menos, una simple sonrisa. el soberbio empieza a plantearse que es una pérdida de tiempo, que hay cosas mejores y más importantes que hacer. "He oído, me han dicho, un cura me explicó..." Excusas baratas que se lleva el viento.

Una oración que rezas simplemente porque lo ha pedido María y sabes que es su preferida... Por eso son los cañones de Navarone de la gracia de Dios. Es un arma poderosísima. Una canción que me cantaba mi padre al despertarme los domingos decía: "El demonio al oído te está diciendo: Deja Misa y Rosario... Sigue durmiendo".

¡Viva María... Viva el Rosario!

lunes, 18 de febrero de 2013

Si yo fuera Dios...

No tengo ninguna duda. Si yo fuera Dios no habría metido tanto la pata como Él. Si yo fuera Dios no habría creado la libertad, una libertad que el hombre puede utilizar para hacer daño, para manipular, para destrozar y para hacer sufrir...

Si yo fuera Dios habría creado un munod perfecto, que nadie tuviera que mejorar...

Si yo fuera Dios y hubiera hecho esto que digo tampoco os amaría porque no me fiaría de vosotros. Si yo fuera Dios tampoco existiería el amor porque para que haya amor tiene que haber necesariamente libertad. Si hubiera creado un mundo perfecto el hombre no podría desarrollar su capacidad creadora y seríamos todos unos estúpidos, inútiles y zánganos...

¡Gracias a Dios que yo no soy Dios!

¡Cuántas veces juzgamos a Dios! Cuántas veces tratamos de enmendar sus errores... Cuántas veces nos equivocamos porque no tenemos visión de  conjunto. ¡No juzgues a Dios! Fíate de Él y haz lo que te diga. Sigue sus planes, cumple su Voluntad y al final comprobgarás que es lo mejor que podrías haber hecho en toda tu vida.

viernes, 15 de febrero de 2013

Otra enseñanza que saco de la renuncia del Papa

Es impresionante, ante un mismo hecho dos grandes de nuestro tiempo reaccionan de modo casi contradictorio y los dos piensan que están haciendo lo que Dios quiere. ¿Cómo puede ser que ante una situación realmente semejante puedan tomarse dos posiciones tan contrarias como las que han asumido Juan Pablo II y Benedicto XVI? Además ocurre una cosa: yo sinceramente creo que los dos tenían razón.

Vemos que ante la imposibilidad de seguir ejerciendo el ministerio petrino Juan Pablo II decidió continuar y Benedicto XVI dejarlo. Puede ser que Dios no esté en estas decisiones y nos deje libertad para que hagamos lo que creamos mejor en conciencia, pero creo que Dios sí que está detrás de cada uno de los acontecimientos de nuestra vida, con su providencia amorosísima.

O Juan Pablo II se excedió y se sacrificó en una situación inútil y Benedicto XVI ha resultado ser un cobarde; o Juan Pablo II se inmoló en un sacrificio de expiación y Benedicto XVI ha hecho lo que debía retirándose por el bien de la Iglesia. A poco que lo pienses, te das cuenta de que no podemos juzgar a ninguno. Dios no usa las mismas cartas con todos. Tiene una relación peculiar con cada persona y no nos pide lo mismo a todos. Incluso teniendo la misma vocación sacerdotal no me pide lo mismo a mí que a mis compañeros de parroquia. Con cada uno tiene una relación peculiar. Lo mismo pasa con los Papas. Lo que uno ha hecho, no es lo que otro debe hacer.

Muchas veces, creamos un molde absurdo, pensando que ya conocemos cómo actúa el Señor y tratamos de que todo el mundo pase por el aro. Nada más lejos de la realidad. Cuando en alguna ocasión alguien dice: "No. El único modo de que Dios pueda actuar en esta situación es..." Y se equivoca garrafalmente. Dios es Dios. Él es el Único que lo conoce todo y lo puede todo y cuando un camino se cierra, Él abre un boquete a dentelladas. Nadie puede escrutar sus caminos. Nadie puede conocer absolutamente sus modos de actuar. Lo que hoy parece seguro, mañana no lo es. No quieras dominar a Dios.

Por eso, esta diatriba sobre si lo mejor es seguir hasta el final o marcharse es estéril. Benedicto XVI no abandona el episcopado, símplemente cambia de diócesis. No hay una ordenación pontificia. El Papa es "primus inter pares". Nunca ha dejado de ser obispo y no va a dejarlo ahora, pero asume otro ministerio episcopal. No es un divorcio, ni una secularización, como creen algunos que no tienen ni idea de teología.

Tanto el uno como el otro han buscado cumplir con perfección la voluntad de Dios. Hay veces que queriendo cumplir la voluntad de Dios el Diablo puede tentarnos con apariencia de bien. Por eso es tan importante la dirección espiritual y que el director espiritual sea humilde y reconozca que no es Dios para saberse todos sus caminos. Yo no sé qué quiere Dios de cada persona que trato. Lo único que puedo hacer es acompañar y ayudar a discernir si los motivos para hacer una cosa u otra son de Dios, provienen de nosotros mismos o son tentaciones de Satanás.

La responsabilidad de la vida es de cada uno. Yo no me voy a salvar o a condenar por lo que tú decidas hacer con tu vida. Por eso, no puede haber una obediencia en la dirección espiritual. Lo único que el director puede exigir es sinceridad y seriedad con los tiempos y las citas. Es la persona la que debe decidir si el consejo que le das prefiere seguirlo o rechazarlo, pero sí puedes pedirle que te indique lo que ha decidido para saber por dónde va y no hacerte una imagen falsa de sus decisiones.

Seguramente, tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI han consultado con sus consejeros más íntimos y los dos alcanzaron la certeza moral de estar sirviendo a la Iglesia de dos modos completamente diferentes. Cada caminante siga su camino...

¡Qué importante es descubrir el paso de Dios por tu propia vida para aprender a reconocer sus insinuaciones!. Lo que es para uno, no lo es para otro. Huye de las recetas estereotipadas porque hacen mucho daño. A mí me pasó una vez, como se suponía que Dios tenía que actuar de un modo concreto y quien me aconsejaba creía que conocía la voluntad de Dios sobre mí, tuvo la ocurrencia de mandarme que olvidara la posibilidad de ser sacerdote porque lo lógico es que Dios no me hubiera llevado por el Opus Dei para luego desmarcarme, ¡cómo Dios iba a jugar con las personas!...

Poco tiempo después, descubrí que Dios no sólo jugaba conmigo, sino que bailaba y corría y reía y disfrutaba y se lo pasaba pipa mientras yo daba vueltas y vueltas sin saber qué iba a ser de mi vida. ¡Gracias a Dios que no sabe ser serio! ¡Gracias a Dios que sabe reírse de mis clichés y seguridades! Porque de no ser así, Dios no sería más grande que yo. Si Dios me hiciera caso, posiblemente no sería Dios.

Al tiempo, una vez que ya me había ido vi una película del fundador del Opus Dei en la que explicaba que Dios dejaba que una persona entrara en la Obra para luego marcharse poco después, como una aguja que entra en un tejido para salir de él llevándose un hilo de formación y experiencia de Dios que, de otro modo, no habría podido tener. ¡Ojalá los hijos espirituales de San Josemaría Escrivá de Balaguer sean como él!

Fíate de Él y deja que baile contigo. Te tomará de la mano, te pondrá a dar vueltas hasta que el mundo parezca que se ha vuelto del revés y entonces cuando creas que te estás cayendo y te la vas a pegar contra el suelo, descubrirás que has ido a parar a sus brazos y te encontrarás con su sonrisa irónica que te pregunta: ¿Qué creías que iba a pasar? Y cuando creas que ya te sabes el paso de baile, te cambia el ritmo y vuelta a empezar.

Menos mal que Dios es original y tiene un modo de tratar a cada persona distinto que a los demás. Por lo menos, así lo hizo conmigo y os aseguro que vivo con mucha más ilusión, con mucha mayor entrega y con mucha más alegría, aunque a veces toque sufrir, que cuando creía que conocía los caminos de Dios... ¡Menudo aburrimiento! 

Un Dios que ha creado el mundo y no se ha repetido en dos hojas de árbol jamás. Un Dios que se ha enamorado de cada uno y a cada uno nos ha hecho distintos, sin jamás repetirse... ¿Cómo íbamos a dudar que tiene una solución distinta para cada uno de sus hijos?

Al final, sólo queda postrarse ante la grandeza de Dios y darle gracias porque nos toma por el pito del sereno. Porque no nos toma muy en serio, ¡de otro modo sería terrible! Aprende a reírte con Dios, por lo menos vivirás con más alegría, esperando que en el momento que menos te lo esperes, viene Dios y lo pone todo patas arriba. Ja, ja, ja... ¡Qué juerga!

Al final, haz lo que creas que Dios te pide y no pienses que le va a pedir lo mismo a todos. A cada uno nos lleva por donde a Él le da la gana. ¿No te parece lo mejor?

Un fuerte abrazo. Menudos Papas estamos teniendo en este siglo de oro de la Iglesia.

jueves, 14 de febrero de 2013

El "RENUNCIO" de Yago de la Cierva o cuando la ideología, sea del signo que sea, se enfrenta con la realidad

Hoy he estado comiendo con un compañero del seminario y me hizo leer un artículo de Yago de la Cierva sobre la renuncia del Santo Padre, que el diario "El Mundo" titulaba "Traición a la tradición".

A medida que lo iba leyendo me iba calentando hasta parecer una locomotora. ¿Cómo puede ser que un "periodista" católico, parece ser además del Opus Dei, se deje llevar por el arrebato de decir que el Papa parece un "hombre de 85 años que se divorciara"?, ¿cómo se puede insinuar que el Papa se salta la tradición cuando el mismo código de derecho canónico admite la posibilidad de la renuncia?, ¿cómo puede decir una persona mínimamente inteligente que el Papa "se ha ido encerrando en su mundo"?, ¿cómo se le puede acusar de pelagianismo? En fin, un artículo que parece mentira que lo haya escrito un profesor de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, el buque insignia de las universidades de la Prelatura Personal del Opus Dei y Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

Además, escribe para "El Mundo" y como un aspirante deja que manipulen su artículo dándole un título tan "glamouroso". Gracias a Dios que José Luis Restán y otros han estado rápidos y le han obligado a rectificar. en esa rectificación se desdice completamente de casi todo lo que dijo antes. ¿Lo ha publicado sin pensar o le han obligado a desdecirse? A lo mejor ha rectificado por obediencia cosa que diría mucho de él y de la institución a la que NO representa. Es cierto que los miembros de la prelatura no representan a esa institución en sus intervenciones públicas o privadas, pero ¡cuánto daño puede hacer un hombre al que la Iglesia le ha encomendado puestos de responsabilidad por no pensar lo que dice! Por lo menos es un chico obediente

En fin, os enlazo el muy desafortunado artículo de Yago de la Cierva y las réplicas de José Luis Restán, que publica Religión en Libertad. La última réplica la podéis encontrar en el Facebook de José Luis Restán, al que desde este humilde blog felicito y saludo con todo mi respeto, que ha aumentado en muchos puntos por la contundencia y claridad de su exposición. ¡No deja en pie piedra sobre piedra de los argumentos del tal Yago!

Intensa discrepancia entre Yago de la Cierva y José Luis Restán

He tenido que cortar y volver a escribir bastante el artículo porque no quiero juzgar a Yago de la Cierva, quizás, como todavía estoy caliente haya cosas que se me hayan escapado. Le pido perdón a él y a quien sufra por mi falta de delicadeza.

Me preocupa enormemente, este ambiente general dentro de los católicos de juzgar a todos y en todo caso (como si fuéramos una instancia superior incluso a Dios). Nos falta humildad. Hay quienes lo primero que dicen del Papa es "¡Cuánto nos quiere!". Y ¡ay! del pobre obispo que no les quiera. Como si por querernos más o menos le debemos una obediencia mayor o menor. Mirad, por mucho que un Papa me odiara no estaría legitimado para dejar de obedecerle. Si mi obispo me odia no por eso podría dejar de obedecerle. Si mi párroc me odiara no por eso podría dejar de obedecerle. Otra cosa es si me ordena que cometa un pecado. Es el único caso en el que no puedo obedecer.

En esto me dió una lección trepidante mi santo patrono, cuando eligieron a un Papa opuesto a la Compañía de Jesús en todo y tras orar 15 minutos recuperó la paz porque sabía que cualquier decisión del Santo Padre vendría directamente de las manos de Dios Padre. y mira por donde, fue durante el servicio de San Francisco de Borja cuando la Compañia de Jesús creció y se desarrolló como nunca...

Un abrazo a todos y os pido oraciones por el Santo Padre (¡que todavía lo es!) Benedicto XVI. Aunque ya sé que mis lectores rezáis diariamente por él.

Hemos vuelto de la convivencia...

El domingo a las 22:00 horas regresamos del Cortijo de Jaén. En una zona impresionante por su belleza natural, rodeado de olivos por todas partes, nos encontramos con un cortijo muy bien dispuesto para pasar las vacaciones una gran familia.

Nos recibió un frío terrible y una bóveda celeste rutilante de estrellas. Al no haber farolas en varios kilómetros a la redonda pudimos disfrutar del cielo en pleno apogeo, sin una sola nube que nos lo empañara.

Un tiempo formidable, con muchísimo frío, pero con una luz del sol clara, diáfana, azul... ¡Vamos, que parecía que había alquilado el tiempo!

Allá nos presentamos siete personas en la furgoneta de la parroquia. El sábado por la mañana se nos unieron cuatro personas más en un coche. De distintas edades, el menor es de 17 años, el mayor de los laicos (claro está) tendrá 28 ó 30 años. Formaron un grupo fenomenal. Nu tuvimos ningún enfado (y conmigo eso es difícil...), se rieron como enanos, disfrutaron muchísimo y rezaron que es una maravilla.

No teníamos demasiados planes fijos. Nos levantamos cada día a una hora, se acostaban también cuando les daba la gana (después de jugar al mus), por las noches jugamos al tabú y a otros juegos que fue una auténtica juerga. A dos de ellos a la mañana siguiente les dolían los abdominales de las risas de la noche pasada... Simplemente yo quería que se acostumbraran a disfrutar sin necesidad de grandes planes y que aprendan a rezar un poquito cada día (ofrecimiento de obras, un ratito de oración mental, Misa diaria, rosario, visita al Santísmo, examen de conciencia y tres Avemarías antes de acostarse). todo muy sencillo... ¡Y triunfamos!

Han regresado todos muy contentos, encantados, un poco más fuertes en la fe y mucho más amigos que cuando salieron. Algunos me reconocían que al venir no venían con demasiadas ganas; que les daba pereza; pero que les había compensado por activa y por pasiva, que había sido una gran convivencia.

Si es que los planes sencillos son los mejores.

¡Gracias a Dios y a la Virgen María!

La renuncia del Santo Padre

Vamos a dividir este artículo en cuatro fases:


  1. El discurso íntegro del Santo Padre;
  2. La legislación canónica pertinente;
  3. Antecedentes históricos y repercusiones posibles;
  4. Visión personalísima de los acontecimientos.

1.- El discurso íntegro del Santo Padre, recogido directamente de la página de la Santa Sede (www.vatican.va):

Queridísimos hermanos,

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.

Vaticano, 10 de febrero 2013.
BENEDICTUS PP XVI



2.- Legislación canónica pertinente:

332 § 1.    El Romano Pontífice obtiene la potestad plena y suprema en la Iglesia mediante la elección legítima por él aceptada juntamente con la consagración episcopal. Por lo tanto, el elegido para el pontificado supremo que ya ostenta el carácter episcopal, obtiene esa potestad desde el momento mismo de su aceptación. Pero si el elegido carece del carácter episcopal, ha de ser ordenado Obispo inmediatamente.

 § 2.    Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie.



3.- Antecedentes históricos y repercusiones posibles:

Vemos que lo único que exige la Iglesia para que un Papa renuncie es que sea libre y se manifieste formalmente. Evidentemente, al ser la máxima autoridad en la Iglesia, nadie tiene que aceptar su renuncia para que sea efectiva. El Santo Padre decide, en este tema, lo que quiere.

Como la historia es la que más nos puede enseñar en este tema, veamos qué lecciones nos da.

Éstos son los Papas que renunciaron a lo largo de la historia:

88-97: Clemente I renuncia a favor de Evaristo , porque tras ser arrestado y condenado al exilio decidió que los católicos no se quedasen sin un guía espiritual.
230-235: Papa Ponciano dejó su cargo a favor del Papa Antero al haber sido enviado al exilio.
536-537: Papa Silverio fue obligado a renunciar a favor del Papa Vigilio.
10 de marzo al 1 de mayo de 1045: Benedicto IX abdica en un primer momento a favor de Silvestre III y después retomó el cargo para pasarlo a Gregorio VI, quien fue acusado de haberlo adquirido ilegalmente y decidió también renunciar.
29 de agosto al 13 de diciembre de 1294: El caso más conocido fue el del papa Celestino V, quien ha pasado a la historia como el pontífice del "gran rechazo", pues su pontificado duró del 29 de agosto al 13 de diciembre de 1294 y después se retiró a una vida de ermitaña. Tras su renuncia fue elegido Bonifacio VIII.
1406-1415: El último papa que renunció fue Gregorio XII, que vivió el llamado Cisma de Occidente, en el que coincidieron tres papas al mismo tiempo: además de Gregorio XII, el papa de Roma; Benedicto XIII, el papa de Avignon, y el llamado "antipapa" Juan XXIII.
Con el concilio de Constanza, el emperador Segismundo obligó a dimitir a los tres pontífices, pero sólo Gregorio XII obedeció y después de él fue elegido Martín V.
2005-2013: Benedicto XVI anuncia su renuncia al cargo por “falta de fuerzas”.
Con la historia de la Iglesia aprendemos que excepto el caso en que rechazó el cargo para que la Iglesia no se quedara sin cabeza visible, pues le prohibían ejercer su ministerio, el resto de los casos han sido tremendamente dañinos para la vida de la Iglesia, pues el Papa que dimitía, posteriormente al considerar que su sucesor no era digno, trataba de influir en algo. Las únicas excepciones son Gregorio XII y San Celestino V.
Estudiemos cada caso: A.- Gregorio XII.- Fue elegido por unos cardenales que no habían sido válidamente nombrados, de modo que se convertía en uno de los problemas más graves de la historia de la Iglesia. Por lo que no puede considerarse como un Papa que renunciara porque era un anti-Papa. Además murió antes de que nombraran al Papa que reunificaría la Iglesia de Occidente: Martin V.
De modo que sólo nos queda, como única excepción la de San Celestino V. Es curioso, en las crónicas sólo se dice que se retiró como ermitaño. Lo que no se dice es que Bonifacio VIII, uno de los Papas de hierro de la Iglesia, al no fiarse del silencio del pusilánime San Celestino V, decidió "mejorar" su ermita encerrándole de por vida en una mazmorra vaticana. Así garantizaba que no hubiera problemas.
De modo que aunque los Papas puedan renunciar, pocos casos ha habido. ¿Cómo es posible que Benedicto XVI decida tomar una salida que habitualmente siempre ha termino mal?
Él mismo ha decidido cómo va a evitar que nadie pueda manipular nada de lo que diga en perjuicio del nuevo Papa. Desde que su renuncia sea efectiva hasta que se reúna el cónclave para elegir a su sucesor, Benedicto XVI, Joseph Ratzinguer, se retirará a Castel Gandolfo y no aparecerá en el cónclave. Desde ese momento, la Iglesia estará en Sede Vacante y cuando se elija al nuevo Pontífice, Joseph Ratzinguer se retirará a un monasterio de clausura dentro de los Estados Vaticanos; para garantizar su silencio y su paz; que nadie pueda molestarle desde entonces.

4.- Visión personalísima de los acontecimientos:
Personalmente, creo que es un gran acierto. Desde el comienzo de su pontificado muchos han comparado a Benedicto XVI con su antecesor, tildando a Juan Pablo II de "Magno", negando que pudieran compararse.
Creo yo, que este juicio es injusto porque Benedicto XVI en muchos temas ha superado a su antecesor que como polaco y oriental todavía estaba anclado en el viejo sistema eclesiástico. De ahí sus errores en el pontificado, ocultando los casos de curas pederastas para evitar el escándalo de los sencillos. Hoy sabemos que era un error, entonces no sé qué hubiera decidido yo, en todo caso quizás intentara solucionar el daño sin que apareciera en la opinión pública. La Iglesia siempre ha tenido mucho miedo al escándalo.
Benedicto XVI ha resultado tener una inteligencia mucho más adaptada a nuestra sociedad contemporánea eligiendo otro camino: el trabajo sencillo, la reforma de la curia que tanto daño hizo a la Iglesia y exigiendo claridad ante las graves ofensas a la dignidad de la persona que algunos clérigos ocasionaron. La pretensión de Benedicto XVI fue siempre la de colaborar  con la justicia para llevar a la cárcel a estos monstruos y, por supuesto, arrancarles del ministerio sacerdotal. Que jamás pudieran volver a hacer daño a nadie. Aunque ello desencadenara repercusiones públicas, a las que él jamás tuvo miedo, como hoy también ha demostrado.
Una persona me ha dicho que es difícil medir el daño que puede ocasionar en la opinión pública esta renuncia del Papa. A mí me queda claro que la Iglesia no es un partido político. Tenemos que cumplir la voluntad de Dios, tenemos que ser fieles a nuestra conciencia rectamente formada aunque pueda tener consecuencias perjudiciales ante la opinión pública. A mí me importa la opinión de Dios, no la opinión pública.
El contraste en la decisión que cada uno tomó en la última etapa de su vida también demuestra lo diferentes que eran. Juan Pablo II ofreciendo su dolor, su sufrimiento y su postración como testimonio profético contra la utilización de las personas. Benedicto XVI juzgando, con conciencia clara que sus limitaciones perjudicaban a la Iglesia y que ya no tiene fuerzas para desempeñar la autoridad de Pedro. Benedicto XVI nos da hoy una lección impresionante sobre lo que significa la palabra "autoridad", en la Iglesia siempre ha significado "servicio". De hecho, los Papas, desde San Gregorio Magno, usan la expresión "servus servorum Dei" para referirse a su ministerio: "Siervo de los siervos de Dios".
Cree Benedicto XVI que si la autoridad petrina es un servicio, en cuento no pueda ser desempeñado correctamente ese servicio también debe dejar de detentar la autoridad. Quizás viendo cómo la Curia (a la que ha intentado reformar con duras decisiones) pudo aprovecharse de la vejez del anciano Juan Pablo II haya podido decidir que asuma el timón de la Iglesia otro al que no le fallen las fuerzas, como él está viendo que cada vez le faltan más.
En todo son dos decisiones que eran necesarias en nuestra época. Podríamos asumir las dos como un compendio sobre la autoridad: "En esta vida lo más importante no es ser útil sino ser amado y amar" y"Sirve con toda el ama, con toda tu inteligencia, con todas tus fuerzas y cuando te falten, no quieras ser imprescindible".
Cada uno tomó su decisión y yo creo que cada una fue necesaria y un testimonio evangélico de gran envergadura. Los dos deberían ser considerados como "Magnos". El problema es que ese calificativo se usa para comparar y éstos Papitas que hemos tenido son incomparables a cualquier otro.
¡Qué grandeza de espíritu ha demostrado Benedicto XVI! no dejando que el recuerdo de su amado antecesor dictara las decisiones que él y sólo él ha debido tomar. Menuda libertad de corazón ha manifestado al mundo con todas y cada una de las elecciones que ha firmado en estos ocho años de pontificado.
Hay mucha gente que anda absolutamente afectada y perpleja ante esta decisión del Papa. A mí no me quita la paz. Quien rige los destinos de la Iglesia es el mismo Cristo y a mí no me salva ningún Papa, sino sólo Dios. Por eso, no me queda ninguna duda sobre que el nuevo Papa será el que el Espíritu Santo suscite en el corazón de los cardenales electores. Sólo nos queda rezar por el Papa que tenemos y por el que vendrá para que siempre sean fieles a lo que Dios les  pida.
Cuando elijan al nuevo Papa le obedeceremos igual (o mejor) que lo que hemos obedecido a Benedicto XVI, rezamos por él lo mismo que por los otros, aprenderemos de él (más o menos) estudiando todo el Magisterio que nos ofrezca y aprenderemos a amarle como hemos procurado amar a todos. De hecho, ya tenía más cariño a Benedicto XVI que a Juan Pablo II porque le entendía mejor, me caía humanamente mejor y siempre le ví más sencillo, más proclive al trato de tú a tú con los pequeños. Así que aunque dentro de poco deje de ser mi Santo Padre, seguiré rezando por él con todo mi corazón. Pero si algún día tratara de corregir, enmendar o imponerse al nuevo Papa que elijan en cónclave, nunca le escucharía porque el Papa será quien sea no quien fue. No hay opción al cisma. Ya sea "progre" o "carca", ya sea gordo o delgado, ya sea guapo o feo, joven o viejo, quien salga elegido en el Cónclave, ése será mi Papa.
Si os queda alguna duda, por favor, comentadla y trataré de aclararla...
Muchas gracias


viernes, 8 de febrero de 2013

Catequesis de los domingos: Generosidad

Una cosa que suelo hacer es si algo funciona para qué lo vas a cambiar. Esto lo he cortado y pegado de "Catholic.net", con algún arreglo personal. Es muy sencilla, pero así me ahorro el trabajo... Je, je, je...

 La virtud de la generosidad, dar a los demás lo mejor. Dar hasta que duela.

Enseñar a poner el corazón en cada acción que nos lleve a compartir con los demás...

En realidad, todos nacemos marcados por el pecado original y después del bautismo, queda en nosotros una inclinación al pecado, al desorden, que llamamos "concupiscencia". Nadie nace siendo generoso, por eso es una de las virtudes que se deben educar. La generosidad no nos sale naturalmente, debemos aprenderla.

Por eso, los bebés quieren todo lo que les llama la atención y los papás deben negarles muchas cosas. Incluso, al principio, cuando los papás quieren que comparta un juguete, el niño se echa a llorar histérico. Una de las primeras palabras que aprendemos es "mío" (como las gaviotas de "Nemo") y algunos se pasan la vida repitiéndola. Sólo aceptando un poco de sufrimiento somos capaces de aprender esta importantísima virtud.

Definición
  La generosidad es la virtud que nos conduce a dar y darnos a los demás de una manera habitual, firme y decidida, buscando su bien y poniendo a su servicio lo mejor de nosotros mismos, tanto bienes materiales como cualidades y talentos.

La solidaridad es una determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; no es un sentimiento superficial por los males de tantas personas cercanas o lejanas, sino una actitud definida y clara de procurar el bien de todos y cada uno. Es una virtud operativa, no se trata de lo que sientas, sino de lo que hagas.

Meta

Formarnos en la generosidad, el desprendimiento y en el dar lo mejor de sí, contrarrestando los efectos del egoísmo. Salir de sí mismos y experimentar la felicidad que proporciona el donarse a los demás y vivir el valor del servicio, que implica una participación y solidaridad profunda con el otro.

Sentir la felicidad de los demás como propia, porque esto nos hará más felices en la vida porque compartiremos no sólo los propios éxitos y logros sino los de los demás.

Sólo se podrá ser realmente feliz haciendo felices a los demás, preocupándonos por los otros aún si nosotros mismos nos encontramos en el sufrimiento. Y como fruto de esta comprensión y convencimiento, nos comprometemos con los demás, viviendo la generosidad y la solidaridad

Somos responsables de la felicidad de los demás, que lo que hagamos o dejemos de hacer siempre tendrá repercusiones positivas o negativas en los que nos rodean, y como fruto de este convencimiento debemos optar por participar buscando siempre el bien común.

¿Por qué nos interesa fomentar la virtud de la generosidad?

¨ Porque experimentaremos que "hay más alegría en dar que en recibir" (como dice san Pablo que decía nuestro Señor), y podremos elegir una vida de generosidad que nos brindará una mayor felicidad y realización personal.

¨ Porque asumiremos que también somos.

¨ Porque descubriremos que el valor de la persona no se mide por la cantidad que da sino por la alegría y la generosidad que manifiesta en sus detalles. La manera de dar vale más que lo que se da. Y así seremos capaces de ver a las personas no en función de lo que tienen sino de lo que son.

¨ Porque aprenderemos que ser generosos es saber dar, acompañando lo que damos con ternura, afecto y alegría. Que se debe poner el corazón en cada acción que nos lleve a compartir y viviremos la verdadera generosidad en nuestra relación con todas las personas.

¨ Porque dar es el acto en que se expresa el amor y una persona que sabe amar es generosa. Comprenderemos que compartir no se limita a dar cosas materiales, sino que involucra el tiempo, la atención, el amor, los sentimientos, etcétera y estaremos capacitados a amar con madurez y sinceridad, sin egoísmo.

¨ Porque no se trata únicamente de aprender a dar cosas, sino de aprender a darse uno mismo. Ser generoso no es dar lo que nos sobre, sino dar lo que somos. Este es el fundamento de la felicidad humana.

¨ Porque es enriquecer a los que nos rodean con nuestros propios valores, colaborando en la transformación de la sociedad, sin permitir que se desperdicien los dones y cualidades que Dios ha dado a cada uno.

¨ Porque compartir implica estar atento y saber reconocer la necesidad del otro, abriéndose a los demás y abriendo el propio interior al amor de los otros.

¨ Porque la solidaridad debe ser una actitud habitual, firme y perseverante de servicio, de poner atención en las necesidades de los demás, aún a costa de los beneficios propios.

¨ Porque valorar y ayudar a los compañeros y participar con ellos llevará a la solidaridad y a la generosidad.

¨ Porque la solidaridad implica un compromiso que en muchas ocasiones nos obliga a dejar nuestra comodidad e intereses inmediatos por el bien común. Este compromiso lo debe llevar a buscar siempre los mejores medios, comprometiendo a la persona para servir y trabajar con generosidad por los demás. Ésta ha sido una de las causas más profundas de la crisis actual: el individualismo, el materialismo, el egoísmo y la pereza brutal... la cultura del pelotazo. ¡Ha llegado el momento de reaccionar y de vivir en vez de que te vivan!

¨ Porque ser generoso en el servicio a los demás da sentido a la propia vida.

¨ Porque al vivir esta virtud no desde un punto de vista teórico, sino práctico, lograremos una mayor armonía en la familia y en la sociedad, trabajando y luchando juntos y capacitaremos a los demás a formar la propia familia con más posibilidades de estabilidad, éxito y felicidad. Muchos de los problemas que tenemos en casa y con los amigos es por nuestro propio egoísmo larvado y por el egoísmo de los demás. Se trata de ahogar el mal en abundancia de bien... Ya verás cómo mejora tu vida significativamente.

Vivir la generosidad significa

¨ Dar con alegría.

¨ Compartir de buen modo.

¨ Dar algo que es valioso para mí.

¨ Guardar parte de mi dinero o de mis cosas para ayudar a quien lo necesite.

 
¨ Compartir con una sonrisa aunque me sienta mal.

¨ Compartir mi tiempo escuchando con atención lo que otros tengan que decirme, aunque yo tenga otras cosas que hacer o realmente no me interese mucho lo que dicen.


¨ Estar siempre pendiente de las necesidades de los demás, más que de las mías. Tener el prejuicio de pensar siempre antes en los demás.

¨ Estar siempre dispuesto a dar lo mejor de mí ante las necesidades de los demás.

¨ Ayudar sin que nadie me lo pida.

¨ Compartir mi tiempo ayudando aunque tenga que dejar de hacer otras cosas que me gustan.

¨ Estar pendiente de las necesidades de los demás.

¨ Hacer algo cada día por el bien de los demás, buscando la manera mejor y más eficaz de hacerlo, dando siempre lo mejor de mí.



Qué facilita la vivencia de esta virtud

Las virtudes de:

¨ Servicio, y las capacidades de desprendimiento y disponibilidad que nos ayudan a ser capaces de dar y darnos en el momento en que se necesite.

¨ Alegría y amabilidad que nos lleva a ser generosos dando siempre lo mejor de nosotros.

¨ Compañerismo y participación que nos ayudan a buscar y trabajar por el bien común y a contrarrestar el ambiente de egoísmo que prevalece en la sociedad.

¨ Comprensión y responsabilidad que nos ayudan a entender las necesidades de los demás, y a sentir que somos responsables de dar una respuesta comprometida y seria ante las necesidades de los otros.

¨ Gratitud y hospitalidad que nos conducen a darnos cuenta de los dones que tenemos, dar gracias por ellos y compartirlos con otros.

¨ Magnanimidad, que nos lleva a tener miras altas en el servicio a los demás.

¨ Fomentar un ambiente en donde se atiendan las necesidades de los demás antes que las propias.

¨ Ejercitarse en actos de servicio voluntario.


Qué dificulta la vivencia de esta virtud

 ¨ La competitividad mal entendida y egoísta que lleva a pensar en el otro es enemigo en potencia.
 
¨ Ambiente de egoísmo e individualismo.

¨ Pusilanimidad, estrechez de miras.

¨ Dureza de corazón .

En el Evangelio podemos encontrar cómo Jesús valora la generosidad:

«Estaba Jesús en el templo y veía cómo los ricos iban echando dinero en el cofre de las ofrendas. Vio también a una viuda pobre que echaba dos monedas de poco valor y dijo: "Les aseguro que esa viuda pobre ha echado más que todos los demás; porque ésos han echado de lo que les sobra, mientras que ésta ha echado todo lo que tenía para vivir."» Lc 21, 1-4.

«Jesús recorría toda Galilea, enseñando en sus Sinagogas, anunciaba la buena noticia del reino y curaba las enfermedades y las dolencias del pueblo.» Lc 6, 17

«Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da lástima esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen que comer. No quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan por el camino."
Los discípulos le dijeron: “¿De dónde vamos a sacar en un despoblado para dar de comer a tanta gente?”
Jesús les preguntó: “¿Cuántos panes tienen? Ellos le respondieron: siete, y unos pocos pececillos.”
Entonces Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y se los iba dando a los discípulos, y éstos a la gente. Comieron todos hasta saciarse, y recogieron siete cestos llenos de los trozos sobrantes. Los que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar mujeres y niños.»
Mt 15, 32-38.

«Entonces el rey dirá a los de un lado: “Vengan, benditos de mi Padre, tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; era un extraño, y me hospedaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel y fueron a verme”. Entonces le responderán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos; sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo fuiste un extraño y te hospedamos, o estuviste desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?” Y el rey les responderá: “Les aseguro que cuando lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron”.» Mt 25, 34-40. 

Al final, te darás cuenta de que merece la pena vivir para los demás, aunque a veces sean desagradecidos porque a la larga se generan una serie de relaciones personales distintas que mejoran la calidad de las personas y porque, además, es el único camino que se nos ha dado para salvarnos. Por mucho que reces, si no eres generoso... ¡al pozo! Y aunque no reces, si eres generoso... ¡te salvas!... Pero, sinceramente, si no rezas... Dudo mucho que vayas a perseverar siendo generoso cuando te enfrentes al egoísmo circundante.

Un abrazo

Convivencia con jóvenes

Pues, realmente a mí me apetencen poco estos planes. Estoy con mentalidad de viejo y donde esté mi camita, que se quede lo demás... Pero veo que vienen bien estos planes.

Al principio, me da una pereza espantosa, luego se va pasando y uno asume las cosas y al final te lo pasas divinamente, porque además me voy con gente excepcional. Si tuviera que aguantar a los típicos majaderos borrachuzos, pues quizás ya no montaría estos planes, pero voy con gente muy buena que saben lo que quieren y están dispuestos a crecer porque de hecho, ya están creciendo a pasos agigantados. ¡Qué maravilla es verles hacerse unas personas de provecho!... Je, je...

La verdad es que no vamos a hacer nada especial. Me voy con jóvenes de 18 p'arriba. No les voy a dar ninguna charla, ni vamos a hacer nada formativo especial. Simplemente quiero que nos vayamos a descansar y a disfrutar unos días y que puedan empezar a acostumbrarse a llevar un ritmo de vida cristiano (ofrecimiento de obras, Ángelus, oración, Rosario, Misa y examen de conciencia diarios).

No todo puede ser hacer cosas extraordinarias, sino vivir la presencia constante de Dios en todas las actividades de la jornada. Así que nos vamos a descansar en el cortijo de una familia de la parroquia que nos lo dejan. Al parecer vamos a tener un fin de semana con un tiempo extraordinario, gracias a Dios.

Los planes van a ser muy sencillitos: conocer la ciudad de Segura, dar un paseo por el coto del cortijo, reírnos, hablar, jugar por la noche a juegos de mesa divididos en equipos... En fin, lo mismo que haríamos cada uno por nuestro lado, pero en la presencia de Dios. a ver si nos acostumbramos a rezar un poquito cada día y a ir a Misa diariamente. ¡Ojalá fructifique esto!

Mi afán es que vean que no hay que hacer nada especial para poder vivir con Dios y que ellos solitos, en su casita, pueden hacer lo mismo que vamos a hacer todos juntos. Por eso no preparo grandes meditaciones, sino todo muy sencillito y normal. Me encantaría que cuando vuelvan a casita, echen de menos lo que han vivido aquí y comiencen a rezar por su cuenta un ratito. Con eso me doy con un canto en los dientes y para eso os pido que recéis por ellos.

Un fuerte abrazo

P.D.- Cuando estés tirado en el sofá, aburrido, piensa que yo estoy en la sierra de Jaen, tranquilamente, pasándomelo pipa... (A que soy mala persona...)

jueves, 7 de febrero de 2013

El cansancio del sacerdote

Hay ocasiones en las que llevas días durmiendo mal por tonto, por no dejar para otro día algo que podrías relegar perfectamente y terminas agotado. Con sueño, dolor de cabeza, con ganas de que todo el mundo te deje en paz. Son días en que si te descuidas tratas con menos cariño a los feligreses...

Encima, es justo es esas ocasiones cuando te vienen encima los problemas, quizás motivados porque estás más cansado y bajas la guardia.

Y es que, a veces, los curas tenemos la culpa de todo. Me viene una persona y me dice que va a dejar el grupo porque esperaba más de mí, porque no doy la talla, porque no vivo lo que predico... ¡Y tiene toda la razón! Le he pedido perdón, le he dicho que si hubiera hablado antes conmigo podríamos haberlo solucionado, le he dicho que quiero enmendarme... Pero nada. Quiere dejar el grupo porque se ha escandalizado y considera que no se trata de mejorar es que hay ciertas cosas que no deberían tener que mejorar. Que hago daño a la sensibilidad y que hay bromas que no se pueden hacer.

Pues bien, hasta allí podía ir. Esa reacción es desproporcionada e injusta. Todos tenemos derecho a meter la pata, incluso los curas, sobretodo cuando tienes la firme voluntad de corregirte. Otra cosa es que hay personas que se pasan la vida buscando excusas para no dar un paso. Es el manido tema de: "¿Para qué voy a ir a Misa cuando los que van son tan malos?". Sinceramente, yo no voy a Misa porque los cristianos sean muy buenos, sino porque necesito acercarme a Cristo. aunque nadie le buscara, yo trataría de acercarme a Él porque le quiero, al margen de que todos en la Iglesia seamos unos pecadores empedernidos... ¡Y lo somos! Barro, pero barro enamorado.

Así que si os molesto, si os hago daño... ¡Perdonadme, por el amor de Dios! Y antes de nada, decídmelo, para que me pueda corregir... Pero si no queréis perdonadme... ¡Es vuestro problema! Yo, me confesaré, trataré cada día de mejorar (muchas veces sin conseguirlo) y me basta conque mi Señor me mire con una sonrisa. Que tú me juzgues me importa tan poco como cuando me alabas. Me da pena por ti, porque pierdes una ocasión de oro y porque nunca vas a encontrar la comunidad que buscas... porque no existe. Ojalá me equivoque; por tu bien; pero hace muchos siglos que los cátaros, los puros y los perfectos desaparecieron de la faz de la tierra.

En fin, ya sabes que siempre tendrás abiertas las puertas de la parroquia y del grupo que hoy rechazas por mi culpa (es cierto), pero ¿qué más puedo hacer para convencerte? No puedo borrar el pasado. No puedo callar las palabras, que tú consideras hirientes, y sólo fueron una broma que, tienes razón, no debí hacer. No quise hacerte daño. Pero no voy a revolvarme por el suelo. He hecho lo que he podido, ahora me sacudo el polvo del camino y sigo caminando con una sonrisa. Al fin y al cabo, ni tú me perteneces, ni yo te pertenezco. Somos de Dios y Dios te concede la libertad para volar. Pues, hija, vuela alto y muy lejos... Y ya me contarás si en algún lugar encuentras la comunidad perfecta. Yo, por mi parte, seguiré rezando por ti, es lo único que puedo hacer.

De todos modos, me vienen bien estos porrazos porque ya no me acosdaba de lo que era fracasar. Toda mi vida he estado en parroquias de fracaso, donde hiciera lo que hiciere, nunca conseguía lo que quería. En cambio, en esta parroquia por poco que siembres, cosechas a espuertas... Es una parroquia anhelante de Cristo y de Verdad y, como hacen apostolado, cada vez viene más gente. Así que uno tiende a pensar que es un cura formidable por lo mucho que trabaja. Estas cosas te dan la imagen de ti mismo. Te das cuenta de que sigues alejando a algunos por tus pecados... Dios mío, ¡cuánto tendré que expiar! Por un lado, te llenas de alegría por la misericordia del Señor y por otro, de dolor por el sufrimiento que causas a veces, sin otro motivo que tu estupidez. No me arrepiento de decir las verdades cuando hay que decirlas, de causar ese tipo de dolor que cura porque hace reaccionar a los tibios, sino de este otro dolor que te he causado a ti porque esperabas otra cosa de mí y te he defraudado.

Al final, sólo puedo decir a mi Dios: ¡Gracias, perdón... y ayúdame más!