Siento mucho los retrasos, actualizaré el blog de vez en cuando, pero tened paciencia, please:



La vida de un sacerdote en Madrid es algo compleja, hacemos lo que podemos y que Dios ponga el resto. Si quieres contribuir pide a Dios que nos envíe más sacerdotes.

Un fuerte abrazo

domingo, 25 de julio de 2010

Himno de la Compañía de Jesús que cantábamos en el campamento:


Fundador
sois Ignacio y general
de la Compañía real
que Jesús
con su nombre distinguió.
La legión de Loiola
con fiel Corazón,
sin temor enarbola
la cruz por pendón.
Lance, lance la lid
fiero Luzbel
a sus monstruos en tropel,
de Luzbel las legiones
ya se ven marchar
y sus negros pendones
el sol enlutar.
Compañía de Jesús
corre la lid
¡a la lid!
Del infierno la gente
no apaguen tu ardor,
que ilumina tu frente,
de Ignacio el valor.
Ya, voces escúchanse
de trompas bélicas.
El santo ejército,
sin tregua bátese
y alza sus lábaros
en la batalla campal.
Fiel presagio
del lauro bélico
y de la paz,
del lauro y de la paz. ¡De la paz!

Espero que os haya gustado. Un abrazo.

viernes, 23 de julio de 2010

¿Y qué son las Congregaciones Marianas de la Asunción?


Llevo un tiempo dando la barrila con las Congregaciones. ¿Y qué es eso?

No voy a dar una definición oficial, sino descriptiva de lo que he visto en unos cuatro años de observación y casi un mes de colaboración.

La "vieja guardia" de los jesuitas:
Antes de nada, debo decir que aunque parezca que me meto demasiado con los jesuitas, les tengo un cariño, un respeto y una admiración que pocos pueden sentir. Uno de los mejores directores espirituales que he tenido en mi vida fue un jesuita. Yo mismo hubiera pedido humildemente la entrada en la Compañía si no tuviera miedo a "perderme" por la deriva que desde el concilio han experimentado. Es de justicia advertir, que gracias a Dios, esa deriva sinuosa está siendo corregida. Hoy por hoy, no entro porque hay que estudiar demasiado y me considero ya muy torpe, como para obtener dos doctorados (uno civil y otro eclesiástico). Todo esto lo digo para que nadie se lleve a error, pensando que son críticas gratuitas.

Un chiste antiguo comenta que hay cuatro escuelas dentro de la Compañía: la primera sería la de los que consideran a San Ignacio, como "nuestro padre y fundador, San Ignacio de Loyola"; otros son los de "San Ignacio, a secas"; una tercera escuela sería la de "Íñigo de Loyola, pues"; y, por fin, la última escuela jesuítica serían aquellos que le llaman "Nachete, coño".

No hay que escandalizarse de algunas cosas. Es evidente que la Compañía de Jesús ha sido siempre la avanzadilla de la Iglesia por el coraje de sus miembros y su gran capacidad y entusiasmo. De este modo, suelen ser los primeros que reaccionan y los que más lejos llegan, para bien o para mal. También son los primeros que regresan cuando se dan cuenta de que se han equivocado, claro está que tienen que darse cuenta y eso no es fácil para nadie.

Pues bien, lo que yo llamo "la vieja guardia", serían aquellos jesuitas, ya mayores, que resistieron firmes el embate postconciliar, fieles a la Iglesia católica, a las enseñanzas de San Ignacio de Loyola y a su cuarto voto de obediencia al Papa . En una época convulsa, de reformas y cambios, en la que muchos dilapidaron los tesoros de la tradición de la Iglesia, la "vieja guardia" supo mantener lo esencial de la Iglesia y adoptar el verdadedo espíritu del Concilio Vaticano II. Son aquellos que sufrieron toda clase de injusticas y críticas, les llamaron retrógrados y carcas y ahora su fidelidad se ha visto reconocida cuando se han comprobado cuáles son los frutos de los trabajos de aquellos que tanto les reprochaban su falta de "aggiornamento": polvo, cenizas y falta de vocaciones, mientras que ellos no han dejado de producir frutos granados, los únicos que siguieron sentándose a confesar durante horas. Son los jesuitas de corte clásico, con una ascésis castrense y una visión clara y distinta de la realidad. Cada uno se dedicó a una parcela diferente del pueblo de Dios, aunque entre ellos se crearon lazos de afecto, respeto y colaboración. Los auténticos hijos de San Ignacio: el padre Morales, el padre Carlos Valverde, el padre Maruri...

Las "cuatro" congregaciones marianas de la Asunción:

En principio, según tengo entendido, la historia de las Congregaciones Marianas de la Asunción, se remontan al siglo XVI-XVII, siendo una forma desde entonces habitual en el apostolado de la Comañía de Jesús. Por desgracia, tras el Concilio Vaticano II, a los jesuitas les comenzó a salir sarpullidos por la mera referencia a la Madre de Dios y cambiaron el nombre de sus grupos apostólicos ("Grupos de Vida Cristiana" empezaron a llamarse), salvo excepciones.

En pleno siglo XX, un jesuita de esta "vieja guardia", tomó a su cargo, junto a varios jóvenes profesionales formados en el ICAI, las Congregaciones Marianas de la Asunción y para distinguir su asociación de tantas otras que se habían vinculado a esta advocación mariana, unieron al título el santo patrón de los ingenieros del ICAI, San Fructuoso.

Con el tiempo, a esta congregación se le añadió una rama juvenil: Congregación Mariana de la Ascensión y San Juan Berchmans (el patrón de los estudiantes y de la juventud de los jesuitas, decía que para ser santo basta cumplir, con amor de Dios, tus obligaciones cotidianas). A esta congregación empezaron a incorporarse los hijos de la primera rama, primero como "montañeros" , para en un paso de madurez pasar a ser postulates y congregantes de su propia asociación juvenil, vinculada a la primera fundación, pero con una autonomía necesaria.

Posteriormente, los padres preocupados por la educación de sus hijos desde niños y ante la necesidad de que alguien atendiera a los niños mientras los padres se reunían, fundaron una tercera rama, dependiente de la primera, la Congregación mariana de la Asunción y San Luis Gonzaga (fue un jesuita que murió muy joven contagiado por los enfermos a los que se entregó durante una epidemia. Le caracterizaba la virtud de la inocencia y la pureza) para los niños, y Congregación mariana de la Asunción y Santa Beatriz de Silva (una mujer bellísima y delicada, fundadora de las concepcionistas, enamoradísima de la Virgen María, quien llegó a tomarla como dama de compañía, arrebatándosela a la reina Isabel), para los niñas. A esta congregación pertenecían los hijos pequeños de los congregantes de San Fructuoso y de quienes querían participar en sus apostolados, como "alevines". Al ser una rama creada para niños preadolescentes, no pueden vincularse a ella con ningún compromiso que exija responsabilidad personal. Para dara el paso de congregante debían pasar a la de San Juan Berchmans.

A estas congregaciones se les añadiría una cuarta en la que cabrían aquellas personas que ya no son "estudiantes", pero no se han casado. Serían los llamados jóvenes "profesionales". Su santo patrón es San Pedro Canisio.

Espiritualidad de las congregaciones:

Lo más interesante de estas congregaciones, es su carisma. Unen a una sólida formación humana y cristiana, la espiritualidad ignaciana de toda la vida: amor sincero y concreto a María, devoción al Sagrado Corazón, dirección espiritual, oración contemplativa, frecuencia sacramental, unidad de vida, virtudes humanas... Y un gran respeto por la Iglesia y una sicera y leal obediencia a sus pastores.

Un botón de muestra: Antes se reunían en sus propias casas y allí tenían la reunión, que consiste en una rato de formación en el que se comenta un tema importante, luego celebran la Eucaristía y por fin, comparten un piscolabis. Pues bien, en Madrid, Don Antonio María Rouco Varela ordenó que no se celebrara la Eucaristía habitualmente fuera de lugar sagrado. Esto lo hizo con el propósito de acabar con los tejemanejes de algunos curas que se eximían de un trabajo pastoral estable y celebraban misitas privadas en las casas de algunos "fieles" suyos. Pues bien, los miembros de la Congre, alquilaron unos locales y prepararon una capilla con las debidas licencias para obedecer las disposiciones del obispo. En todo caso, a ellos no les afectaba dicha prohibición, puesto que la razón por la que celebraban en sus casas era muy distinta. En todo caso, por delicadeza en la obediencia, prefirieron cambiar su modo de proceder.

Todo esto lo hace muy atractivo, pero además existe una nota de excelencia que a mí, personalmente, me encanta: un respeto por la libertad personal exquisito. Mientras que otras instituciones de la Iglesia no son capaces de permitir que uno de sus miembros acuda a medios de formación en otro lugar, las congregaciones están abiertas a todo. Una persona puede ir a círculos del Opus Dei (por ejemplo) y cuando quiera acercarse por los locales de la Congre. No hace falta un compromiso estable con la Congre para disfrutar de todos los medios apostólicos que ésta pone a tu alcance. Están al servicio de todos. No hay un proselitismo agresivo, pero evidentemente cuando algo te ayuda, tiendes a proponérselo a quienes quieres.

Para vivir este respeto a la libertad es necesario una gran confianza en la persona. Si piensas que alguien es estúpido o débil, todo van a ser peligros. Si conoces la capacidad que Dios le da para distinguir el bien, todo se convierte en ocasión de crecimiento. Este es el humanismo en el que se educan estas personas.

Por esta misma regla de tres, son personas que se integran perfectamente en cualquier sociedad, en cualquier parroquia. De hecho, es curioso, pero un dato incontrastable, en las parroquias donde he trabajado, siempre he podido apoyarme en estas personas. No sólo se entregan a su "movimiento", sino que buscan una entrega eclesial. Van donde la Iglesia les necesita. A diferencia de otras instituciones, lo hacen con responsabilidad personal. No es la congre, la que me ayuda en la parroquia, es la familia Sastre o los Soriano Izquierdo, quienes van a Misa a su parroquia y echan una mano en los apostolados que se les piden.

Sólo tienen un problema: les faltan capellanes. De este modo, cuando estas familias te preguntan si puedes ayudarles, siendo las personas que te están ayudando a sacar la parroquia adelante, ¿cómo vas a poder negarte?

Un fuerte abrazo.

POR CRISTO, POR LA VIRGEN, POR ESPAÑA...

¡¡ MÁS, MÁS Y MÁS !!

miércoles, 21 de julio de 2010

¡De Madrid al cielo!


Por la gracias de Dios, o por las vueltas que da la vida, he pasado de estar en la mejor parroquia de Madrid a estar destinado en dos parroquias del centro de Madrid. Os cuento y me decís si os parece exagerado que saliera de la mejor parroquia de Madrid:

Es una parroquia con muchísima población joven, familias jóvenes, niños, adolecentes, universitarios... Con una formación religiosa más que aceptable, con muchísimos grupos, mucho movimiento... Tanto que va gente de todo Madrid. Es la parroquia con más confesiones y comuniones de toda la Diócesis. ¡Vamos, te sientas a confesar y no paras! Tienen que sacarte con una espátula.

Una parroquia con un párroco muy humano, que sabe lo que quiere y es fiel a la Iglesia. Es un tipo noble donde los haya, que cuida a sus curas, como si fuera su madre y les defiende a capa y espada. Además predica de una manera que ¡se le entiende todo! Con un equipo sacerdotal, que además de compañeros son amigos. ¿Dónde se ha visto que los curas se quieran? Además tienen muy buena formación y unas ganas locas de trabajar. Podría seguir escribiendo sobre ellos toda la noche porque después de todo son de mis mejores amigos, pero basta una nota: valen tanto, que yo no duré allí ni un año entero. Jua, jua...

Pues bien, salí de esa parroquia fascinante y fui a dar con mis huesos en dos parroquias del centro de Madrid, acogido y recogido por uno de los sacerdotes más buenos que os podáis imaginar.

Son dos parroquias, que entre las dos no superamos los tres mil habitantes, con una media de edad considerable y las pocas familias jóvenes que hay, viven su fe o bien en la parroquia de la que he salido o bien en Schönsttat. Creo que lo he escrito mal, pero eso les pasa por provenir de un alemán. Son parroquias que por mucho que te sientes a confesar nunca tendrás una cola de espera.

Mi principal cometido es distribuir la comunión a los ancianitos y enfermos. Al principio me costaba un mundo, pero llevándomelo a la oración descubrí que todas estas personas son las que realmente importan en la Iglesia. Todo el mundo quiere trabajar con jóvenes y con matrimonios, pero ¿quién cuida de nuestros mayores?

Son los que han perseverado en la fe y en las pruebas de la vida, son los que han luchado toda su vida por sacar la parroquia y sus familias adelante. Son los que ya no tienen apenas fuerzas, sus hijos no les hacen mucho caso, y sufren como locos viendo cómo muchos dejan de creer y alegrándose un montón cuando alguien se acerca a Dios. Son los que saben realmente de qué va la vida.

Ahora tengo el privilegio de poder cuidarles. Piensa un poco. Cuando seas viejo y necesites que un cura te acerque la comunión a casa, ¿no te resultará útil que un cura joven esté destinado en tu parroquia de viejos? Ésta es la previsión que ha hecho Don Antonio María Rouco Varela conmigo.

Por si no fuera bastante, los curas que atienden a los jóvenes, ¿a cuántos acompañan hasta el cielo? Pues bien, tengo el santo orgullo y el tremendo honor de haber acompañado; sólo durante este curso que termina; a más de diez feligreses de mis parroquias hasta el cielo con los sacramentos y la indulgencia plenaria en peligro de muerte.

Decidme, si no estoy en uno de los mejores puestos de la Iglesia Católica. Vamos, mucho mejor que Santa María de Caná son Santa Elena y Santa Bárbara, mis dos joyitas.

P.D.- De hecho, muchos de mis feligreses son los abuelos de los niños de Caná.

Un fuerte abrazo

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... de misiones.

Mientras disfrutaba del campamento recibí una llamada del hijo mayor de la familia que me ha embarcado en esta aventura con las Congregaciones marianas de la Asunción.
Pensaba irse a la República Dominicana con unos amigos suyos, pero el cura con el que iban de misiones, había pinchado, tenía que quedarse a atender unos pueblos de la diócesis de Alcalá.

Me pedía ayuda. Ingenuo de mí, llamé a unos quince curas a ver si alguno les podía acompañar, pero ninguno estaba disponible.

Al cabo de un día, vuelvo a recibir una llamada. Parece que han pensado en adaptar su viaje a mis vacaciones para que pueda acompañarles yo. Que no me preocupe por nada, puesto que han recibido una subvención para poder montar un comedor en la parroquia que nos acoge y los gastos del viaje los sufraga Mafre.

No me queda más remedio que aceptar. ¿Cómo voy a negarme? Y eso que las misiones me parecen fenomenal, pero para curas mejores y más agerridos que yo. Eso de irte a un lugar sin aire acondicionado no es lo mío.

Ya os contaré mis experiencias. Vamos un matrimonio de recién casados, que van y vuelven conmigo, y cinco jóvenes dispuestos a todo, que se quedan diez días más trabajando por Dios y por la evangelización de los pueblos.

Con estos planes, ¿cómo voy a poder negarles nada? Yo creo, que ya me han conquistado para trabajar con ellos todo este curso... y lo que te rondaré morena...

Esto podría ser la historia de cómo Dios se sirve del cura más inútil de Madrid para ayudar a una asociación familiar. Que sea lo que Dios quiera. Vaya por delante que a mi párroco, todo le ha parecido fenomenal. ¡Es un tío grande!. Todavía más grande muestra que es su corazón de pastor porque dejarme echarles una mano significa complicarle la vida con las bodas de Santa Bárbara.

Pues nos vamos el uno o el dos de agosto... ¡ya veremos qué os cuento a la vuelta!

Un fuerte abrazo

Este verano...

Gracias a Dios, este año me están pidiendo desde las Congregaciones marianas de la Asunción que les ayude con determinados temas.

Este verano me he ido de campamento con los Alevines de la Asunción y San Luis Gonzaga. Ha sido una "gonzaga", perdón, una gozada, tanto`por los mandos (monitores), como por los niños. He disfrutado como hacía tiempo que no lo hacía. No me tenía que pelear con nadie para celebrar cada día la Misa, es más, cuando hubo riesgo de que no pudiera celebrarla con ellos; pues tenía que bautizar a una niña en Madrid; cambiaron horarios para situar la Misa en el mejor momento.

Todos los días se levantaban los mandos media hora antes de lo normal para poder rezar tranquilos, rezaban el Rosario con los chavales y les daban catequesis, ¡vamos!, ha sido el campamento más católico que he podido hacer en muchos años.

No todo se queda en esto, sino que los mandos han estado pendientes en todo momento de los chavales, jugando con ellos, motivándoles, emocionándoles, cuidándoles...

Han sido unos monitores unidos (se nota que incluso humanamente se llevan muy bien), pendientes de los niños, siendo los primeros en rezar y en dar ejemplo de virtudes domésticas y de una profunda alegría en el servicio. Supieron ganarse la confianza de los niños, puesto que siempre han estado con ellos, sin hacerse los "estupendos", sino siviendo como jabatos y lograron crear un ambiente de alegría, exigencia, virtudes humanas y amistad que los chavales, con los pocos días que hemos compartido, pueden llevarse en la mochila para siempre.

Los niños volvieron a Madrid encantados y felices.

En definitiva, con este campamento se han ganado al cura para siempre. No es que no se puedan mejorar algunas cosas, pero vamos en el camino correcto.

Padres, si queréis que vuestros hijos el próximo año puedan disfrutar de un campamento cristiano, en el que se lo pasen genial y además practiquen todas las virtudes necesarias para ser realmente hombres hechos y derechos, apuntadles a los campamentos de Alevines o Montañeros, según la edad, de las Congregaciones marianas de la Asunción y San Luis Gonzaga. Os lo recomiendo vivamente.

martes, 13 de julio de 2010

Todo listo para la beatificación del Cardenal Newman en septiembre

La liturgia de Benedicto XVI, según Guido Marini, su Maestro de Ceremonias

Los mejores himnos de las JMJ

Benedicto XVI: "La fe y la razón están íntimamente relacionadas"

Espectaculares esculturas acompañarán el Via Crucis de la JMJ Madrid 2011

Presentación de la campaña de Voluntarios

Presentación del Vía Crucis de la JMJ

El Alma de Madrid