Siento mucho los retrasos, actualizaré el blog de vez en cuando, pero tened paciencia, please:



La vida de un sacerdote en Madrid es algo compleja, hacemos lo que podemos y que Dios ponga el resto. Si quieres contribuir pide a Dios que nos envíe más sacerdotes.

Un fuerte abrazo

lunes, 21 de julio de 2008

Madrid próxima sede de la JMJ



Madrid será la próxima sede de la jornada mundial de la Juventud. Se celebrará en agosto de 2011 y nos tocará acoger a los jóvenes cristianos de todo el mundo.

¡¡ SI, SI, SI, NOS VEMOS EN MADRID !!

Este es el grito que coreaban los jóvenes españoles ayer en Sydney.

sábado, 19 de julio de 2008

jornada mundial de la juventud Sydney 08


Este es el enlace a la página principal de la Jornada Mundial de la Juventud.

http://www.wyd2008.org/index.php/es/

En la página tenéis un enlace a la JMJ Media Player en la que vienen los videos de los reumenes de todos los actos.

martes, 8 de julio de 2008

El Papa habla del Sagrado Corazón:


El decálogo del Corazón de Jesús, según Benedicto XVI
El domingo 1 de junio, en sus palabras previas al rezo del Ángelus, el Papa Benedicto XVI habló de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, trazando una síntesis de este misterio y culto. He aquí, en forma de decálogo, redactado por Jesús de las Heras, director de la revista Ecclesia, sus ideas y frases.
El Corazón de Cristo es símbolo de la fe cristiana
El Corazón de Jesús, síntesis de la Encarnación y de la Redención
El Sagrado Corazón, manantial de bondad y de verdad
El Corazón de Jesús, expresión de la buena nueva del amor
El Sagrado Corazón, palpitación de una presencia en que se puede confiar
Jesús de las Heras
Ciudad del Vaticano, 1 de junio 2008.
Dicen que ha resucitado
Vittorio Messori
Vencer el miedo
Magdi Allam
El torrente oculto
Ronald A. Knox

1.- El Corazón de Cristo es símbolo de la fe cristiana, particularmente amado tanto por el pueblo como por los místicos y los teólogos, pues expresa de una manera sencilla y auténtica la "buena noticia" del amor, resumiendo en sí el misterio de la encarnación y de la Redención.

2.- La solemnidad litúrgica del Sagrado Corazón de Jesús es la tercera y última de las fiestas que han seguido al Tiempo Pascual, tras la Santísima Trinidad y el Corpus Christi. Esta sucesión hace pensar en un movimiento hacia el centro: un movimiento del espíritu guiado por el mismo Dios.

3.- Desde el horizonte infinito de su amor, de hecho, Dios ha querido entrar en los límites de la historia y de la condición humana, ha tomado un cuerpo y un corazón, para que podamos contemplar y encontrar el infinito en el finito, el Misterio invisible e inefable en el Corazón humano de Jesús, el Nazareno.

4.- En mi primera encíclica sobre el tema del amor, el punto de partida ha sido precisamente la mirada dirigida al costado traspasado de Cristo, del que habla Juan en su Evangelio (Cf. 19,37; Deus caritas est, 12).

5.- Este centro de la fe es también la fuente de la esperanza en la que hemos sido salvados, esperanza que ha sido el tema de mi segunda encíclica.

6.- Toda persona necesita un "centro" para su propia vida, un manantial de verdad y de bondad al que recurrir ante la sucesión de las diferentes situaciones y en el cansancio de la vida cotidiana.

7.- Cada uno de nosotros, cuando se detiene en silencio, necesita sentir no sólo el palpitar de su corazón, sino, de manera más profunda, el palpitar de una presencia confiable, que se puede percibir con los sentidos de la fe y que, sin embargo, es mucho más real: la presencia de Cristo, corazón del mundo.

8.- Os invito, por tanto, a cada uno de vosotros a renovar en el mes de junio su propia devoción al Corazón de Cristo.

9.- Uno de los caminos para revitalizar esta devoción al Corazón de Cristo es valorar y practicar también la tradicional oración de ofrecimiento del día y teniendo presentes las intenciones que propongo a toda la Iglesia.

10.- Junto al Sagrado Corazón de Jesús, la liturgia nos invita a venerar el Corazón Inmaculado de María. Encomendémonos siempre a ella con gran confianza.

viernes, 4 de julio de 2008

Conversiones, ¡aún existen!


Cambia mi vida o mátame


Juan Antonio Ruiz

El arte de ser feliz
Ignacio Larrañaga

"Hasta tres millones de dólares mensuales"

Multimillonario y famoso, galán de varias actrices de Hollywood, jefe de uno de los cárteles de droga más importantes del mundo y ser quien decidía, para decirlo con sus palabras, «a qué Presidente teníamos que sobornar». No, no les estoy describiendo al personaje de Al Pacino en Carlito’s Way o a Marlon Brando en El Padrino. Es el simple retrato de Jorge Valdés.

De 52 años y cubano de origen, Jorge es consciente de que su vida representa un milagro. Salido de Cuba cuando Castro llegó al poder, perdió la fe al no entender la pobreza económica en que vivía su familia en sus primeros años en Estados Unidos. Los ruegos de su madre resultaron vanos: se declaró agnóstico.

Después de graduarse como contador, un profesor le pidió ayuda para unos clientes suyos que trabajaban en un almacén. Accedió y descubrió que «se trataba de los cabecillas del “Cartel de Medellín”», con los que empezó a colaborar como su contador, ayudándoles a lavar dinero en el extranjero, manejando unos 50 millones de dólares al mes.

«A los 21 años –son palabras suyas– me hicieron cabecilla de la distribución del Cartel en Estados Unidos. Manejaba el 95% de toda la cocaína que entraba a ese país. Ganaba hasta tres millones de dólares mensuales. Ya había cruzado la línea, yo era jefe de todo».

Casado y con dos hijos, Jorge crecía en poder y placeres: «Con el dinero ganado mantenía mansiones en Nueva York, Los Ángeles, Miami, Medellín, Cartagena, todas compradas. Empecé a salir con todas las artistas de Hollywood; pensaba que entre más tuviera, más feliz sería». Para completar la corona de sus bienes, sumaba aviones y barcos para trasladar la droga.

Su hija de tres años

Pero mira por dónde, una niña de tres años tocó a la puerta y cambió el rumbo de su vida. Sí, es verdad que ya antes su madre había estado rezando por él y que un vacío interior se había apoderado de su alma, pero fue su hijita la que dio la primera gran estocada.

«Tenía una fiesta en mi casa y mi ex esposa fue a dejar a mi hija, que me empezó a tocar la puerta. Me decía "papi, soy yo, Cristal". Fue la primera vez en mi vida que me sentí sucio y pensé “lo único que tengo en mi vida es esa niñita de 3 años”. Todo ya estaba corrupto y no le pude abrir la puerta, porque si lo hacía, la corrompería a ella también. Ella siguió tocando y una hora después le abrí: lloraba en el piso».

Decidió terminar. Dejó Miami, se recluyó en un rancho y contrató a un maestro para que le enseñara karate. La primera lección que recibió fue abrir una Biblia… Se topó, después de varios años, con la Palabra de Dios.

"... o mátame"

Además, empezó a ver cómo su maestro vivía en un mundo muy reducido, con una casa pequeña, un automóvil viejo y casado con la misma mujer 25 años. Y, cosa extrañísima para él, ¡era plenamente feliz!

Un día, hastiado ya de sí mismo… pero permítanme que sea él quien nos lo cuente: «me fui a mi cuarto, me puse de rodillas y dije “Dios, si tú existes y eres capaz de perdonar a alguien como yo, cambia mi vida o mátame. Pero yo no puedo vivir más así”».

Dos meses después, lo arrestaron por su pasado criminal. Cumplió cinco años de condena, ya transformado. Ahí en la cárcel, estudió teología, en la que sacó su doctorado al salir.

Actualmente, Jorge lleva a cabo diversas misiones: asesora al Pentágono y ayuda, con una compañía por él fundada, en la restauración de lugares afectados por catástrofes, entre otras cosas. Pero, aquello que más gozo le produce y a lo que siente que Dios le ha llamado, es cambiar el corazón de los hombres, a «traer un mensaje de esperanza».

Dios se vale de todo para acercarnos a Él. Con Jorge, se sirvió de una niña de tres años y de unas clases de karate. A lo mejor también lleva tiempo tocando a nuestra puerta, pero tal vez nos falte la valentía de Jorge Valdés para lanzar esa no fácil oración: Señor, «¡cambia mi vida o mátame!».

Con datos de La Segunda (Chile), 11 de abril de 2008.


miércoles, 2 de julio de 2008

Historias verídicas:


La Historia de Tommy
Esta historia fue la que nos inspiró a empezar 'Tommy's Window'

David Brandt Berg
El caballero de la resignxación
Vintila Horia

Su sencillo ministerio desde la ventana

Tommy era un chiquillo inválido que vendía periódicos, cuyo cuerpo deforme y casi imposibilitado yacía lastimosamente en un camastro de una vieja casa de apartamentos que daba a una concurrida calle de una gran ciudad del este de los EE.UU. Le había pedido a otro chiquillo repartidor de periódicos amigo suyo que le llevara el libro que hablaba del Hombre que fue por todas partes haciendo el bien. El chiquillo buscó y rebuscó ese libro sin nombre para su amigo inválido, hasta que por fin un librero se dio cuenta de que debía de referirse a la Biblia y a la historia de Jesús. El chiquillo reunió los pocos centavos que tenía y el amable librero le dio un ejemplar del Nuevo Testamento, que él se apresuró a llevar a Tom a su camastro del tercer piso.

Comenzaron a leerlo juntos, hasta que Tommy se salvó gracias a las palabras que leyó en el libro, y él también quiso hacer el bien como el Hombre del libro. Pero estaba inválido y ni siquiera podía salir del apartamento de una sola habitación en el que vivía con su anciana tía. Pero oró pidiéndole a Dios que le ayudara, ¡y el Señor le mostró un plan! Se puso a garabatear penosamente versículos de la Biblia que podían ayudar a la gente en pedacitos de papel que luego tiraba desde su ventana del tercer piso y que revoloteaban hasta caer en la concurrida calle. Los transeúntes los veían caer y, movidos por la curiosidad, los recogían para ver qué decían. Así leían las Palabras del Hombre que fue por todas partes haciendo el bien: ¡Cristo Jesús! Ese chiquillo ayudó, animó y consoló a muchas personas, que hasta llegaron a salvarse gracias a su sencillo ministerio de la Biblia desde su ventanita.

El origen de los papelitos Cierto día, un rico hombre de negocios tuvo una conversión maravillosa al leer uno de aquellos versiculitos. Tras encontrar a Cristo, regresó al lugar donde había recogido el trocito de papel gracias al cual había conocido al Señor para tratar de averiguar cómo había llegado hasta allí. Y de pronto vio caer revoloteando en la acera otro papelito; y una pobre y cansada anciana se agachó trabajosamente a recogerlo. Observó que se le iluminaba el rostro al leerlo. ¡Y cuando reemprendió la marcha, parecía que caminara con nuevas fuerzas! El hombre se quedó clavado donde estaba, sin dejar de mirar hacia arriba, decidido a averiguar el origen de aquellos papelitos. Tuvo que esperar mucho rato, porque el pobre Tommy, que estaba inválido, tardaba mucho en garabatear penosamente aunque sólo fuera un versículo en uno de aquellos papelitos. De pronto, el hombre de negocios fijó la vista en una ventana de donde alguien extendía una manecita menuda y delgada para tirar un papelito que parecía igual a los que había visto antes, e igual al que le había proporcionado a él toda una nueva vida. Se fijó bien donde estaba la ventana, subió corriendo las escaleras de la mugrosa casa, y por fin encontró el cuchitril de Tommy, ¡el misionero de la acera!
Un ofrecimiento muy sugerente y atractivo

Esta historia es verídica, y ojalá me acordara de como se llamaba el hombre, pero si mal no recuerdo era fabricante de sombreros en Filadelfia. El y Tom se hicieron enseguida muy amigos, y él le proporcionó a Tom toda la ayuda y cuidados médicos que pudo. Al final le invito a irse a vivir con él a una mansión suntuosa que tenia en una zona residencial. Pero con gran asombro suyo, Tom le respondió: «Tendré que consultarlo con mi amigo.» ¡Se refería a Jesús!

Al día siguiente, el hombre regresó, esperando ansiosamente la respuesta de Tommy. Curiosamente, Tom le hizo algunas preguntas extrañas: «¿Dónde dijo que estaba su casa?» «Está muy lejos, en el campo», dijo el hombre, «es una finca muy grande y muy hermosa; tendrás una habitación muy bonita para ti, criados que te atenderán, comidas deliciosas, una buena cama, todas las comodidades y cuidados y todo lo que siempre has soñado. Mi mujer y yo te querremos mucho y te criaremos como a nuestro propio hijo». Tom volvió a preguntar, con tono vacilante: «¿Pasará alguien por delante de mi ventana?» Sorprendido y algo desconcertado, el hombre contestó: «Pues... claro que no, sólo algún criado de vez en cuando, y quizás el jardinero. ¿Comprendes, Tom? Es una finca preciosa, lejos de los ruidos, el ajetreo de la ciudad y del barullo de la gente. Tendrás tranquilidad y podrás descansar, leer y hacer todo lo que quieras, lejos de toda la suciedad, el humo, el ruido y la agitación de la gente».

Ahora alguien está pasando

Después de pasar un largo rato callado y pensativo, la cara de Tom se puso muy triste, pues no quería herir a su nuevo amigo. Pero por fin dijo con voz baja, pero firme, y con los ojos llenos de lágrimas: «Lo siento, pero comprenda usted que no podría vivir donde nadie pasara por delante de mi ventana».

Esta es la historia verídica de un chico que era tan ignorante y estaba tan desvalido y aislado que a nadie se le habría ocurrido que pudiera realizar un ministerio, y que aparentemente tenía todo tipo de excusas para no servir a los demás, dado que más bien necesitaba que le sirvieran a él. ¡Pero el amor dio con la solución!

¡Ahora mismo, alguien está pasando por la ventana de nuestra vida! ¿Ha encontrado nuestro amor una forma de ayudarle? ¿Les hemos mostrado el amor de Dios? Él lo hará sin que importen las limitaciones de cada uno, porque Dios también tiene una ventana, y ha prometido que si le obedecemos y abrimos a los demás las ventanas de nuestra vida, "Él abrirá las ventanas de los cielos y derramará bendición hasta que sobreabunde" (Mal.3:10).



martes, 1 de julio de 2008

La verdad sobre el aborto:

S.O.S. Familia.
Conozca toda la verdad sobre el aborto
"No deseo el hijo que espero.
¿Puedo abortarlo?
¿El Estado me lo puede permitir?
¿Poqué la Iglesia lo prohibe?"
La mano de Dios. Autobiografía y conversión del llamado "rey del aborto"
Bernard Nathanson

Todos podemos hacer mucho

Estimado/a amigo/a:

Mientras más pienso y trabajo para defender la vida y las madres expuestas a abortar, el tema se me presenta más incomprensible y más injusto.

Esto se ve agravado por las alarmantes noticias de que ya se están articulando los lobbies feministas y la Asociación de Clínicas que mantienen el gran negocio de la industria del aborto.

Piden al Congreso ampliar las facilidades para abortar y dar mejor cobertura legal a sus siniestras actividades.

¡Parece que no les bastan 100 mil abortos al año!

Conversando con varios colaboradores de S.O.S. Familia, hemos llegado a la conclusión de que es necesario hacer un trabajo mucho más intenso y profundo para dar a conocer toda la verdad sobre el aborto.

Para ello, hemos preparado un folleto sobre el tema, muy bien presentado, que pueda ser distribuido a gran escala en toda España.

Estoy seguro que a Vd. le gustará conocerlo y difundirlo. Vd. lo puede ver y descargar ahora, o solicitarnos ejemplares impresos en la sección Pedidos o al teléfono 91 552 7823.

Su distribución es gratuita y, con la generosa colaboración de nuestros asociados, ya hemos lanzado los primeros 50 mil ejemplares.

Cuento con Vd. para esta gran labor social de ayudar a crear una conciencia recta, clara y profunda en el público, del horrendo mal que significa el aborto.

La vida de apenas un niño y –para quien es católico– el hecho de que pueda ser bautizado, ¿no justificaría su esfuerzo?

¿Vd. ya pensó en los tremendos traumas psicológicos, morales y de conciencia de las infelices madres que son inducidas a matar al hijo en sus propias entrañas?

Conozca y difunda ampliamente Toda la verdad sobre el aborto (más).

Cordialmente,

Francisco J. González
Coordinador


domingo, 29 de junio de 2008

Algunos discriminan antes del nacimiento:

Discriminaciones prenatales

Mientras en numerosas naciones se trabaja intensamente por superar discriminaciones de tipo cultural, racial, socioeconómico, por promover una sociedad en la que se respete y asista a los discapacitados, el útero de la madre se ha convertido en una especie de “paraíso discriminatorio”, en un lugar peligroso.


Fernando Pascual
Arquitectos de la cultura de la muerte
Donald De Marco, Benjamin D. Wike

Discriminación: depende de cuál

Mientras en numerosas naciones se trabaja intensamente por superar discriminaciones de tipo cultural, racial, socioeconómico, por promover una sociedad en la que se respete y asista a los discapacitados, el útero de la madre se ha convertido en una especie de “paraíso discriminatorio”, en un lugar peligroso.

Se trata de una situación extraña y compleja. Continuamente se aplican nuevas normas para insertar a los discapacitados en la vida ordinaria. Se pide que los edificios tengan rampas para las sillas de rueda, que los colegios acojan a niños minusválidos y los traten con normalidad, que haya cuotas de alumnos provenientes de clases sociales más desfavorecidas en las universidades, que se supriman barreras raciales que marginen a grupos humanos.

Mientras, toda una industria de la discriminación permite y, a veces, exige el realizar diagnósticos prenatales que buscan, fundamentalmente, descubrir deformaciones o enfermedades en los embriones y fetos. Si un ser humano no nacido tiene algún tipo de discapacidad, su eliminación está permitida. No faltan los casos en los que se presiona explícitamente a las mujeres para que lo aborten.

Todo ello no es sino el resultado de una mentalidad discriminatoria, quizá de la máxima expresión de la misma. En estos casos no se aísla o margina a quien sufre alguna enfermedad o no goza de ciertas cualidades deseadas por los padres, sino que simplemente se suprime su vida, a veces con dinero público.

¿Terapéutico?

Algunos países han llegado a aprobar leyes con la que resulta plenamente “normal” la eliminación de embriones y fetos que morirían poco tiempo después de nacer (no faltará quienes alarguen este criterio a algunos meses o años), como si esto fuese un bien para la sociedad. Según este criterio, sólo sería protegido en el seno materno el hijo que tuviese buena salud. Los demás son discriminados, condenados a un aborto mal llamado “terapéutico”.

En este contexto se coloca una observación importante: algunos diagnósticos prenatales conllevan un cierto porcentaje de errores. Esto significa que algunos test declararían sanos a embriones o fetos que serían enfermos, lo cual permitiría el nacimiento de hijos no deseados. Otras veces, también por error, se declararían enfermos a embriones o fetos sanos, y así serían abortados quienes podrían haber nacido con aquellas cualidades que la sociedad exige para “otorgar” el derecho a vivir.

Esta observación, sin embargo, es marginal. El centro de la cuestión no está en que “estamos eliminando fetos sanos” o “se nos están escapando fetos enfermos”. La pregunta que no podemos rehuir es esta: este individuo humano, este hijo, ¿vale menos porque no reúne las condiciones de perfección que imponen algunos adultos, porque tiene la síndrome de Down, porque tiene un defecto físico?

Los defensores de los derechos humanos tienen un campo de trabajo enorme para superar esta situación de injusticia. Ninguna nación progresista puede permitir la discriminación de seres humanos que sufran alguna discapacidad. Ni fuera ni dentro del útero materno.

Contradicción médica

Los médicos, a su vez, llamados a ser promotores de la salud, no pueden dedicarse sólo a curar a los adultos minusválidos y enfermos y permitir, al mismo tiempo, la muerte de embriones y fetos “inferiores”. Cualquier discriminación, en ese sentido, demuestra la degradación ética de un pueblo que mide el valor de los individuos humanos según cualidades físicas socialmente reconocidas: quienes no alcanzan un mínimo de perfección estarían condenados, si están todavía en el útero de sus madres, a su eliminación.

Superar la mentalidad discriminatoria exige un trabajo serio, profundo, por defender la dignidad de cada ser humano. Nadie puede ser eliminado por no ser perfecto, por estar enfermo, o porque va a morir más temprano o más tarde.

La vida es un tesoro frágil que exige respeto y apoyo. Sólo desde ese respeto tendremos una medicina digna de un mundo más justo y más abierto a los débiles, a los marginados, a los enfermos, a todos los hombres y mujeres sin distinciones o prejuicios discriminatorios.