Siento mucho los retrasos, actualizaré el blog de vez en cuando, pero tened paciencia, please:



La vida de un sacerdote en Madrid es algo compleja, hacemos lo que podemos y que Dios ponga el resto. Si quieres contribuir pide a Dios que nos envíe más sacerdotes.

Un fuerte abrazo

jueves, 28 de agosto de 2014

Sobre la guerra y la necesidad de detener al agresor injusto...

EE.UU. contempla bombardear al Estado Islámico en Iraq

Hace unos días una feligresa me preguntó que qué me parecía que el Papa estuviera de acuerdo con los bombardeos sobre Iraq por parte de EEUU.

Me pilló de nuevas, no sabía nada y le dije que me extrañaba muchísimo que el Papa estuviera de acuerdo con la guerra porque de eso sólo salen males mayores. A los hechos me remito... Hoy, que tengo un ratillo para leer un poco de todo me encuentro con la entrevista que le hicieron a la vuelta de Corea y os transmito tanto la pregunta como la respuesta:

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(Papa Francisco)
Gracias por esta pregunta tan clara. En estos casos, cuando hay una agresión injusta, sólo puedo decir que es lícito detener al agresor injusto. Subrayo el verbo: detener. No digo bombardear, declarar la guerra, sino detenerlo. Habrá que estudiar los medios con los que se le puede detener. Detener al agresor injusto es lícito. Pero también hemos de tener memoria. Muchas veces, con esta excusa de detener al agresor injusto, las potencias se han apoderado de pueblos y han hecho una auténtica guerra de conquista. Una sola nación no puede determinar cómo detener a un agresor injusto. Después de la Segunda Guerra Mundial, surgió la idea de las Naciones Unidas: es allí donde se debe discutir, decir: “¿Se trata de un agresor injusto? Parece que sí. ¿Cómo detenerlo?”. Solamente así, nada más.>>

Por lo que parece, el Papa piensa como yo.. Je, je, je... Una sola nación no puede apropiarse de la respuesta que afecta a todo el mundo. Puede ser que venga bien por la velocidad de la respuesta y la brutalidad del genocidio al que nos enfrentamos, pero han sido tantas guerras iniciadas por una sola parte que uno se aterra ante la soberbia de unos pocos que se creen los portavoces de Dios. Por eso, como es algo que va a afectar no sólo a ese país sino a toda la familia humana, se hace necesario que haya una discusión global sobre las medidas a tomar y sobretodo que se agoten las medidas diplomáticas y pacíficas antes de un ataque que puede ser injusto y con toda seguridad va a afectar a inocentes.