Siento mucho los retrasos, actualizaré el blog de vez en cuando, pero tened paciencia, please:



La vida de un sacerdote en Madrid es algo compleja, hacemos lo que podemos y que Dios ponga el resto. Si quieres contribuir pide a Dios que nos envíe más sacerdotes.

Un fuerte abrazo

miércoles, 14 de mayo de 2008

Domingo de la Santísima Trinidad:

Domingo despues de Pentecostés
La Santísima Trinidad
22 de mayo de 2005

PRIMERA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DEL ÉXODO 34, 4b-6. 8-9

En aquellos días, Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, como le había mandado el Señor, llevando en la mano las dos tablas de piedra. El Señor bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés pronunció el nombre del Señor. El Señor pasó ante él, proclamando:

--Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad.

Moisés, al momento, se inclinó y se echó por tierra. Y le dijo:

--Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque ése es un pueblo de cerviz dura; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya.

Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL (Dn 3, 52. 53. 54. 55. 56)

R.- A TI GLORIA Y ALABANZA POR LOS SIGLOS.

Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,

bendito tu nombre santo y glorioso. R.-

Bendito eres en el templo de tu santa gloria. R.-

Bendito eres sobre el trono de tu reino. R.

Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas los abismos. R.-

Bendito eres en la bóveda del cielo. R.-

SEGUNDA LECTURA

LECTURA DE LA SEGUNDA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 13, 11-13

Hermanos:

Alegraos, trabajad por vuestra perfección, animaos; tened un mismo sentir y vivid en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros. Saludaos mutuamente con el beso santo. Os saludan todos los fieles. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con vosotros.

Palabra de Dios

ALELUYA Ap 1, 8

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, al Dios que es, que era y que viene.

EVANGELIO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 3, 16-18

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

Palabra del Señor

Extraído de Betania

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