Siento mucho los retrasos, actualizaré el blog de vez en cuando, pero tened paciencia, please:



La vida de un sacerdote en Madrid es algo compleja, hacemos lo que podemos y que Dios ponga el resto. Si quieres contribuir pide a Dios que nos envíe más sacerdotes.

Un fuerte abrazo

viernes, 7 de enero de 2011

Sobre una objeción en "¿Qué son las Congregaciones Marianas de la Asunción?":

Hace poco recibí este comentario en la entrada que más visitas tiene de todo el blog (Se ve que me sigue poca gente, je...) 
 
Anónimo dijo...
me parece fenomenal el articulo y le felicito por ello.Sin embargo no estoy de acuerdo con lo que has dicho de la libertad personal. me parece una falta de libertad, sino una muestra de coherencia y madurez ,cuando ya estas centrado en tu camino en dedicarte exclusivamente a el.De lo contrario, me pareceria un poco incoherente y de no saber que queires realmente, el ir a medios de formacion en distintas instituciones religiosas. Me parece que si te comprometes con un camino ,porque te ha dado la gana y estas contento,debes ser fiel a el ...y no dedicarte a "picotear" en distintos lados.muchas gracias.
Hay veces que a una persona le aprieta el zapato por algún lado y se cree que todo son críticas. Mira en ningún momento he dicho que uno no se pueda comprometer. De hecho, soy sacerdote católico. De modo, que si no me gustara el compromiso, mal iba por este camino.Lo que no me gusta es que se imponga.

Creo que efectivamente, todo el mundo debería comprometerse con Dios hasta el final, pero lo que no creo es que nadie deba imponérselo a los demás. Uno tiene que ser libre para escoger dónde entregarse, para que Dios pueda hablar en el fondo de su corazón y sugerirle (nunca impone) lo que quiera de esa persona.

Gracias a Dios, en la Congre, entra mucha gente sin saber muy bien a lo que va. Al principio, van a una reunión, faltan a dos... Poco a poco, les va enganchando y acaban por no perderse una, aunque nunca se consagren. Por desgracia, he conocido otras instituciones que si no te entregas a ellos, te sugieren que te marches.

Con lo cual, una capacidad tremenda que tienen para formar a mucha gente, se pierde.

Mira, el fundador del Opus Dei, san José María Escrivá de Balaguer decía que hay personas a las que Dios llama a ser como agujas, entran en la Obra, salen y se llevan un hilo precioso de formación. No tienen por qué pedir la admisión en el Opus Dei. Este ejemplo lo pongo para que se vea que la Congre no es el único lugar donde se puede vivir esa libertad.

Hay muchas personas que se benefician de la formación, los retiros y la gran fuerza que tiene la Congre, sin tener que dar un paso para incorporarse. Quizás, vean claramente que aunque les viene muy bien y disfrutan con los apostolados de la Congre, quizás Dios les esté reservando otra cosa. Dicho de otro modo, quien decide cuál es la vocación de cada uno es Dios, no el director del equipo de cada uno. ¿Acaso un ser humano puede saber lo que Dios quiere para otro? Podemos tener indicios, pensar que es de sentido común, pero la decisión es de Dios y de la persona que responde a su llamada. En todo caso, ni el director espiritual lo sabrá nunca absolutamente, podrá ayudar a discernir si lo que la persona ve es del buen espíritu o no, pero poco más.

Otro caso puede ser el de algunas personas que teniendo una vocación específica, como puede ser al Opus Dei, prefieren tener también una cierta espiritualidad común con su mujer y acuden a las reuniones de equipo de la Congre, acompañando a su mujer o a su marido, sin tener por qué adquirir ningún compromiso. En todo caso, querido "anónimo", me parece un poco tremendo decir que quien no quiera comprometerse con un camino determinado, esté picoteando aquí y allá. Hay momentos en la vida en los que hay que decidirse y otros en los que es necesario estar abiertos a lo que Dios quiera y, en todo caso, es tremendamente arriesgado juzgar a nadie.

Tienes todo el derecho del mundo a comprometerte en un camino determinado, pero no tienes ningún derecho a exigir a nadie ese mismo compromiso. Eso ya no es coherencia, es imposición y Cristo no obraba así. Simplemente, el Señor invitaba a su seguimiento y el resto se jugaba entre la gracia de Dios y la libertad de la otra persona.

Si quieres que hablemos más claro, llámame: 619 612 693 begin_of_the_skype_highlighting              619 612 693      end_of_the_skype_highlighting.- Borja

P.D.- A mí tampoco me parece bien "picotear", pero una cosa es eso y otra... Creo que nos entendemos, ¿verdad?
 
 

1 comentario:

  1. Quizás me haya pasado en el tono, perdonadme, pero es que me fastidia tremendamente todo lo que huele a dudar de que Dios habla a cada uno en su propia liberalidad. Dios con cada persona hace lo que le da la gana, juega, baila y nos lleva por donde no sabemos a donde Él quiere.

    ¡Viva Dios, viva la libertad y viva la capacidad de cada uno de hacer lo que le de la gana!

    Gracias a Dios, en la Congre sí se sabe lo que es el compromiso, pues ha sido el seno maduro que ha dado a luz muchas vocaciones eclesiales tanto a distintos institutos religiosos (Compañía del Salvador, monjitas de Talavera, discípulos de los corazones de Jesús y de María, clarisas y carmelitas...) como a los seminarios de Madrid, Toledo y Getafe.

    Como decía Juan Pablo II: "La verdad no se impone, se propone".

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