Hoy, Don Manuel Martín de Nicolás me ha presentado en la parroquia con una entrevista. La gente se lo ha pasado pipa, mi hermana me ha dicho que ha sido la forma más original de presentar a un cura que ha visto nunca y Don Manuel lo ha hecho con toda delicadeza y cariño.
En definitiva, ya soy un vicario parroquial más de Nuestra Señor de la Visitación de Las Rozas. Me lo estoy pasando genial. Mucha gente se confiesa, hay bastantes grupos que atender y posibilidad de encajar las direcciones espirituales a lo largo del día. La parroquia está abierta practicamente todo el día. De ocho de la mañana a una o una y media de la tarde y de cinco a diez de la noche.
Pero lo mejor son los compañeros. No voy a decir demasiado porque quizás lean el blog, pero doy muchísimas gracias a Dios por tener compañeros tan educados y que forman un cuerpo blindado, son sacerdotes que se quieren y eso es lo más grande de una parroquia. No tanto los grupos, sino la unidad presbiteral. Cuando en una parroquia los curas son un equipo, ya puede haber problemas que allí está Dios.
Si los curas no se quieren... Olvídate de hacer apostolado. No hay nada que hacer. Pero si tienes al lado un amigo sacerdote, nada nos detendrá. ¡Bendito sea Dios!
Me ha dicho mi hermana, literalmente, de otro modo no me atrevería a publicarlo: "Me daba pereza ir (viven al final de Arturo Soria, hay un buen trecho hasta mi parroquia), pero me ha encantado. Hemos conoocido a tu párroco y es majísimo. Además había muchas familias y niños y era todo gente muy buena. Vas a estar fenomenal, me vas a ver más por aquí que por tu antigua parroquia. además se puede aparcar bien por tu zona".
Creo que no hay más que decir.
Buenas noches.
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