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martes, 15 de septiembre de 2015

De manifestaciones y cristianos cabreados...

Que los cristianos tenemos derecho a quejarnos es cierto, que tenemos la obligación de hacer ver lo que no va bien en nuestra sociedad, también. Lo que ya no es cierto es que tengamos derecho a sólo quejarnos.

Tenemos también una obligación más grave todavía, influir en el ambiente. Veo muchas manifestaciones y veo también que hay algunas personas que se asocian no sólo para quejarse, sino para hacer algo bueno por los demás, como son RED MADRE, PROYECTO RAQUEL... Pero ¿dónde están todos esos cristianos que se quejan de las leyes en las manifestaciones el resto del año? Un chaval, que trata de influir en su ambiente, muy majo, me decía el otro día que él ya no iba a ir a ninguna manifestación más.

Me explicaba apesadumbrado que las últimas veces había percibido que el ambiente cada vez se tensa más, con más violencia e insultos. Me decía que cada vez más cree que si en vez de manifestarnos rezáramos más, sería más útil. Los políticos escuchan poco, Dios escucha más.

Por otro lado, cada vez voy teniendo una convicción más segura: quien espera que a España la arreglen los políticos, siempre se quejará y con eso creerá que ya ha hecho lo suficiente. A España y al mundo lo van a arreglar aquellos que se entreguen por Dios al servicio de sus hermanos.

Ya estoy harto de que los cristianos pocas veces aportemos soluciones prácticas y las más de las veces nos limitemos a lloriquear que nadie nos hace caso y a criticar a los demás. ¿Quieres hacer algo práctico? Sal de tu casa, sirve a los demás, apúntate a aquellas asociaciones que sabes que están cambiando España poco a poco y deja de lamentarte porque los que deberían no hacen nada. El que deberías hacer algo eres tú. Sólo tú puedes hacer aquello que Dios te ha encomendado a ti.

De hecho, a partir de ahora, cada vez que se convoque una manifestación, lo que recomiendo es que se vaya allá rezando el Rosario, seguro que es más útil. 

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