Siento mucho los retrasos, actualizaré el blog de vez en cuando, pero tened paciencia, please:



La vida de un sacerdote en Madrid es algo compleja, hacemos lo que podemos y que Dios ponga el resto. Si quieres contribuir pide a Dios que nos envíe más sacerdotes.

Un fuerte abrazo

jueves, 1 de noviembre de 2018

Palabra de vida: Lucas, 1, 1 - 1, 25




En la actividad de Juveniles de San Rafael Arnáiz vamos a comenzar un nuevo método de formación. Por eso, recupero mi viejo y olvidado blog para introducir en él estas catequesis. Vamos a intentar que los chavales tengan un acceso directo a Jesús. Si conocen a Jesús, le amarán y si le aman irán buscándole en su vida. De eso se trata, que busquen a Jesús, que le encuentren y amándole, le sigan.

Cada semana introduciremos la nueva catequesis.



Lc1 1 Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, 2 como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, 3 también yo he resuelto escribírtelos por su orden, ilustre Teófilo, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, 4 para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido. 3: Hch 1,1.

EVANGELIO DE LA INFANCIA (1,5-2,52)

Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista

5 En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel. 6 Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. 7 No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada. 8 Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, 9 según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; 10 la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. 11 Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor. 13 Pero el ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. 14 Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. 15 Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, 16 y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. 17 Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto». 18 Zacarías replicó al ángel: «¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada». 19 Respondiendo el ángel, le dijo: «Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. 20 Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno». 21 El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. 22 Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo. 23 Al cumplirse los días de su servicio en el templo, volvió a casa. 24 Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir de casa cinco meses, diciendo: 25 «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando se ha fijado en mí para quitar mi oprobio ante la gente». 5: 1 Crón 24,10 | 7: 1 Sam 1,5s | 15: Núm 6,2s | 17: Eclo 48,10s; Mal 3,23s; Mt 17,10-13 |

 El esquema de este sistema es muy fácil. Consta de tres partes: la catequesis en sí, un rato de oración aprovechando el texto del evangelio y un ratito para compartir lo que ellos vayan viendo y respondan las preguntas que les hacemos. Al principio, la parte primera será mayor y a medida que se vayan acostumbrando se irá reduciendo esa primera parte y aumentando la tercera del compartir.
Aquí pondré lo necesario para la primera y la tercera partes, la segunda, que es la oración, lo dejo a la capacidad de quien dirija la oración ese día.

1.- Catequesis:

Lucas comparte fuentes con los evangelios sinópticos, pero además tiene alguna fuente propia. Esto es, conoce cosas sobre Jesús que los demás ignoran. Lucas debió tener trato habitual con la Virgen María, algo que parece que los demás obvian. Seguramente, lo mismo que sabe Lucas lo sabría Juan, pero como Juan escribe su evangelio después que los demás, seguramente no quiso añadir nada, pues le parecería suficiente lo que había compartido Lucas en su evangelio.

Por otro lado, se ve que efectivamente es cierto lo que dice Lucas, que ha buscado a los testigos oculares de lo que ocurrió para transmitirlo fielmente.

Otro interrogante que surge es ¿Quién es Teófilo, al que va destinado el evangelio y los Hechos de los Apóstoles que escribe Lucas? Bien pudo ser una persona real, pero a los efectos que nos interesan podemos quedarnos conque ese nombre significa "Amigo de Dios". Quien fuera realmente no nos interesa, nos basta considerar que está destinado a todos los Amigos de Dios.

Así que lo que sacamos en claro es que Lucas pretende escribir su evangelio no como una fábula o como una catequesis, sino como un estudio sacado de personas que vieron lo que cuenta,  tratando de relatar unos acontecimientos que él realmente cree que ocurrieron.

De modo que la doctrina evangélica es una enseñanza que se recibe y él trata de mostrar que es "sólida". Asentada sobre el testimonio de muchas personas.

Pasamos a explicar el anuncio del nacimiento de San Juan Bautista:

Resultado de imagen de anuncio a Zacarías
Zacarías era sacerdote, casado con una descendiente de Aarón, hermano de Moisés, el primer sacerdote de la historia de Israel. Le tocaba entrar en el Santuario, la parte más santa de todo el templo.

Era una estancia cubierta con un velo para que nadie pudiera ver lo que en ella se guardaba. En principio, se conservaba en ella el arca de la Alianza y en el arca estaba guardadas tres cosas: una porción del maná, la vara de Aarón y las tablas de la Ley. Por eso, el Arca de la Alianza era el objeto más sagrado de todo Israel. Todo el templo estaba construído para albergarla y el altar donde se ofrecían a Dios todos los sacrificios de Israel estaba dispuesto ante esta sala, como para que Dios lo viera todo desde allí. Por eso, se cubría la entrada a este Sancta Sanctorum con un velo, por respeto a Dios. Mientras el arca estuviera en el templo se supone que Dios permanecería en el templo.


La tapa del Arca de la Alianza estaba hecha de madera noble, cubierta de oro y sobre ella estaban dispuestos dos ángeles que extendían sus alas por encima de ellos hasta casi tocarse, como cubriendo el arca con sus alas y en medio había una especie de bandeja donde se quemaba incienso en honor a Dios. Era allí donde Zacarías estaba preparando el incienso como una ofrenda agradable a Dios.

Dice el evangelio que Zacarías y su mujer eran justos. Para la Biblia, el término justicia, no es que dieran a cada uno lo que le correspondía. Es un término mucho más grande, significa que siempre hacían lo que Dios les pedía. Es una forma de decir que eran santos.

Los ángeles no son seres como niñitos regordetes que algunos cuadros nos han representado. Son seres espirituales, no tienen cuerpo, pero pueden aparecerse con apariencia humana, si quieren. Son mensajeros de Dios y son reflejo de su Grandeza y Poder, por eso quienes les ven se llenan de temor porque se dan cuenta de la inmensa diferencia que hay entre nosotros y Dios y se sobrecogen por verse tan débiles e indignos de la Gloria de Dios.

No todo lo malo que nos pasa, ni toda enfermedad es un castigo de Dios. Hay veces que es por culpa de nuestra naturaleza herida. Hemos heredado una naturaleza tocada y herida por el pecado y por eso hay un cierto caos, falta de armonía y por eso a veces nos faltan cosas que por naturaleza deberíamos tener. No es por culpa de nadie en concreto y es culpa de todos los pecados del mundo, en general. Es por eso, que Isabel era estéril. Se habían pasado la vida rezando por tener un hijo.

Para una familia judía, no tener descendencia era lo peor que podía ocurrir, era como que tu vida no servía para nada y había una superstición, por la cual creían que Dios les maldecía. Eso no fue cierto nunca, es como muchas supersticiones que tienen los cristianos, al margen de la fe. Habitualmente, la mujer solía sufrir el desprecio de las gentes.

Por eso, Zacarías rezaba todos los días para tener un hijo. Eran ya mayores y aún así el anciano sacderdote seguía rezando. Seguramente, lo haría ya mecánicamente, sin fijarse, tan acostumbrado estaba a sus oraciones, pero ya no esperaba que fuera posible.

El ángel se aparece físicamente a Zacarías (a la derecha del altar del incienso), Zacarías se llena de miedo y el ángel, después de tranquilizarle le anuncia que sus ruegos han sido escuchados, que tendrá un hijo y le anuncia lo que Dios quiere para su hijo. Que será grande a los ojos de Dios, la alegría de todo el mundo, que preparará el corazón del pueblo para Dios, que estará lleno del Espíritu Santo y le advierte que no beba licor. No debía beber porque estaría consagrado a Dios y no podría perder su libertad nunca. ¡La iba a necesitar!

Pero Zacarías duda. No pregunta como María qué debe hacer, sino que pregunta cómo podrá estar seguro. ¿Qué más necesitaba? Se le aparece el ángel Gabriel y todavía duda que vaya a ser posible. Por eso es castigado con la mudez, hasta el nacimiento de su hijo.

Todo el mundo estaba esperando que Zacarías saliera y cuando por fin aparece se dan cuenta de que algo ha tenido que ocurrirle. Tuvo que explicarse por señas. ¡Qué importante es poder explicar lo que te pasa!

Por fin se va a su casa, Isabel queda embarazada, pero no quiere que nadie se entere hasta ver en qué queda todo. A veces somos imprudentes, nos exponemos y no le dejamos a Dios hacer su obra en nosotros por falta de discreción. A veces, tenemos que callar y dejar que las cosas maduren antes de decir a todo el mundo lo que ocurre. Isabel es discreta y sabe esperar y dejar que su embarazo madure. Sabe callarse y rezar... Poco después Dios le mandó a su prima la Virgen María y allí ya lo pudo comentar con quien podía ayudarla. Eso es el secreto del rey. Hay cosas que no hay que comentarlas con nadie, sino ser prudente, tener paciencia, orar con perseverancia y hablarlo con tus padres o tu director espiritual. Nadie tiene por qué saber lo que Dios hace contigo, salvo quienes de verdad te quieren y pueden ayudarte.


Preguntas para compartir:

1.- ¿Crees que es cierto lo que cuentan los evangelios? ¿Por qué?

2.- ¿Consideras que eres amigo de Dios?, piensa en cómo se tratan habitualmente los amigos y dime si tú tratas así a Dios. A veces, le tratamos por obligación, en ese caso no somos amigos sino esclavos. Otras veces, pasamos de Él, entonces somos conocidos, no amigos...

3.- ¿Eres justo? ¿Haces siempre lo que Dios te pide?

4.- ¿Por qué los judíos ofrecían sacrificios a Dios?

5.- Cuando te pasa algo o tienes que sufrir una enfermedad echas la culpa a Dios?

6.- ¿Has pensado alguna vez que igual que Juan tú puedes tener una misión muy importante en esta vida? ¿Cómo puedes descubrirla?

7.- ¿Es malo el alcohol? ¿Nadie puede beber? ¿Por qué San Juan Bautista no podía probarlo?

8.- ¿Tú has dudado de que Dios pueda cumplir sus promesas contigo? ¿Crees que no va a poder hacerte santo?

9.- ¿Alguna vez por bocazas, por adelantarte, te has dado cuenta de que has metido la mata porque la cosa no estaba madura? ¿O has pedido consejo a alguien que no te ha podido ayudar y te expones a que realmente te hagan daño? ¿Tienes a alguna persona de confianza, que sepa más que tú de los temas de la vida con quien puedas aconsejarte? ¿Te fías de tus padres, de algún sacerdote, de algún monitor? ¿Entiendes para qué sirve el acompañamiento espiritual?




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