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jueves, 26 de abril de 2012

Punto y aparte sobre las apariciones de María...

    Es curioso... Llevo unos días y siempre que he hablado con un cura "con entendederas" de las apariciones marianas, me ha remitido al catecismo, a lo que dice la Iglesia que ya publicamos en su día sobre las "revelaciones particulares" y la "Revelación pública".

    ¿Por qué he hecho este experimento? Porque un amigo mío me dijo que siempre decimos lo mismo... pues ¡Gracias a Dios! Por lo menos todos coincidimos en hacer caso al Catecismo.

    Este amigo mío, con un cierto tono de reproche me dijo: "Ya, pero si es cierto que María se aparece, ¿no será que tiene algo que enseñarnos que quizás estemos dejando de vivir de la Revelación pública?

    Pues tienes toda la razón, evidentemente, muy pocas veces se predica ya de lo que María prefiere insistir. Quizás por eso, insista tanto.

    Que no vaya a decir nada nuevo, no significa que no nos descubra un Mediterráneo en la comprensión de lo que no sabemos... pero deberíamos saber ya porque está en la Biblia.

    Si os dais cuenta, en todas las apariciones, digamos "válidas" de María siempre insiste en varios puntos:
  1. Existencia del cielo, del purgatorio y del infierno y necesidad de rezar por los pecadores;
  2. Necesidad de la conversión;
  3. Necesidad de los sacramentos;
  4. Necesidad de la lectura y meditación de la Palabra de Dios;
  5. Necesidad de la oración;
  6. Necesidad del Rosario y de la devoción a María;
  7. Necesidad de la penitencia.
  8. Necesidad de cuidar a los hijos más pequeños de Dios.

    Efectivamente, cualquiera de estos temas es importantísimo. Sí, incluso el de rezar el Rosario. Mirad, nuestra fe católica se apoya en un trípode: Santísima Trinidad, Eucaristía, Meternidad divina de María. Si tocas cualquiera de estos puntos de apoyo, tu fe católica cae.

    Hagamos ahora el siguiente experimento: Id a vuestras parroquias durante un ciclo litúrgico y observad cuántas veces se habla de estos temas.

    Os hago una recomendación: Si sobre alguno de estos temas no se habla nunca; tomad lo del rosario por cualquier práctica de devoción a María; uede ser la coronilla, puede ser el Angelus o el Regina Coeli, el Acordaos o cualquier otro acto de amor a María. Simplemente, puede ser acudir con confianza a nuestra Madre...

    Pero si hay algún tema del que no se hable durante todo un año... Yo que vosotros no volvía a esa parroquia.

    ¿Son tan tremendos estos temas? ¿Es tan difícil predicar sobre estos temas?

    Pues sí porque a la gente no le gusta pensar en la posibilidad del infierno. Nos gusta pensar que si somos buenos vamos al Cielo, pero no basta, es necesario aceptar la salvación, son necesarios los sacramentos, la penitencia y la oración.

    Ayer mismo me decía una persona, que es muy buena, que el otro día no le gustó nada lo que prediqué, que le dió miedo... Pero se confesó. De eso se trata, no de meter miedo, sino de que cada uno contraste su vida con lo que Dios nos pide y nos ofrece y que tomemos cartas en el asunto. La predicación no puede consistir en clamar las conciencias, sino en decir lo que Dios quiere. 

    Para evitar sospechas, simplemente dije que no se trata de ser buenos, sino de vivir conforme a la Resurrección de Cristo. Que es necesario ir a Misa y vivir la comunidad de la Iglesia. Vivir la vida de Cristo, apoyarse en la fe de tus hermanos y que ellos puedan apoyarse en la tuya. Que los paganos son buenas personas, pero que eso no basta para salvarse. Que todos tenemos la exigencia moral de buscar la Verdad, no conformarnos con ser buenos.

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