Siento mucho los retrasos, actualizaré el blog de vez en cuando, pero tened paciencia, please:



La vida de un sacerdote en Madrid es algo compleja, hacemos lo que podemos y que Dios ponga el resto. Si quieres contribuir pide a Dios que nos envíe más sacerdotes.

Un fuerte abrazo

miércoles, 10 de octubre de 2012

Última catequesis de los domingos

Ya sabéis que en principio, debería haber dejado ya las catequesis de los domingos, pero para facilitar a Don Elvis su progresiva incorporación a la parroquia, voy a desarrollar una última catequesis para los niños que vienen los domingos.

La oración del Rosario:

Ya sabemos que es algo muy bueno orar y hablar con Dios Padre, con nuestro Señor Jesucristo, con el Espíritu Santo dador de Vida y con María, nuestra Señora.

De hecho, sin un trato cotidiano, no podemos llamarnos cristianos. Un cristiano es una persona que vive con Jesús, sin ese trato íntimo y cercano, es imposible que estemos viviendo con Él.

Pues bien, además de ayudarnos para la oración de la lectura de la Sagrada Biblia y de algún libro piadoso que nos ayude a centrar la atención en lo que queremos considerar con el Señor, hay una ayuda especial a la oración especialmente indicada para los más sencillos. Es uno de los modos de orar que más complacen a Dios y a María.

Por su sencillez, es especialmente indicada para comenzar la oración contemplativa porque arranca de nuestro corazón las vaharadas soberbias de pensar que nosotros somos capaces de tratar directamente con Dios.

Por su cadencia, al ser una oración rítmica te ayuda a acompasar el corazón con lo que dices y es una forma magnífica de entrar en contemplación.

Por su contenido, es una oración magnífica, pocas veces podrás decir a la Vigen María cosas más bonitas que las que le dicen los que rezan el Rosario. Además, al contemplar cada misterio durante unos segundos, poco a poco vas entrando en la consideración de los Misterios de la vida de Cristo y de nuestra Señora. Te vas empapando de la Escritura y llegas a darte cuenta de que constantemente estás en la presencia de Dios, que Nuestro Señor te acompaña todos los instantes de la vida y que la Virgen María guardas tus entradas y salidas.

En el año 1208 la Virgen María se apareció a Santo Domingo de Guzmán y le pidió que mucha gente rezara el Rosario, entre otras cosas le prometió:

LAS QUINCE PROMESAS DE LA VIRGEN MARÍA A QUIENES RECEN EL ROSARIO

1.- Aquellos que recen con enorme fe el rosario recibirán gracias especiales.
2.- Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
3.- El Rosario es un arma poderosa par no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.
4.- Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las misma almas se santificarán por este medio.
5.- El alma que se encomiende a mí en el Rosario, no perecerá.
6.- Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida, no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
7.- Aquel que sea verdadero devoto del Rosario, no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
8.- Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte, encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
9.- Liberaré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
10.- Los niños devotos del Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
11.- Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
12.- Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
13.- Mi Hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
14.- Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único Hijo, Jesús Cristo.
15.- La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

BENEFICIOS DEL ROSARIO

1.- Nos eleva gradualmente al perfecto conocimiento de Jesucristo.
2.- Purifica nuestras almas del pecado.
3.- Nos permite vencer a nuestros enemigos.
4.- Nos facilita la práctica de las virtudes.
5.- Nos abrasa en amor de Jesucristo.
6.- Nos consigue de Dios toda clase de gracias.
7.- Nos proporciona con qué pagar todas nuestras deudas con Dios y con los hombres.


EL SANTO ROSARIO ES CONSIDERADO COMO LA ORACIÓN PERFECTA PORQUE JUNTO CON EL ESTA AUNADA LA MAJESTUOSA HISTORIA DE NUESTRA SALVACIÓN. CON EL ROSARIO DE HECHO, MEDITAMOS LOS MISTERIOS DE GOZO, DE DOLOR Y DE GLORIA DE JESÚS Y MARÍA. ES UNA ORACIÓN SIMPLE, HUMILDE COMO MARÍA. ES UNA ORACIÓN QUE PODEMOS HACER CON ELLA, LA MADRE DE DIOS. CON EL AVE MARÍA LA INVITAMOS A QUE RECE POR NOSOTROS. LA VIRGEN SIEMPRE NOS OTORGA LO QUE PEDIMOS. ELLA UNE SU ORACIÓN AL LA NUESTRA. POR LO TANTO, ÉSTA ES MÁS PODEROSA, PORQUE MARÍA RECOGE LO QUE ELLA PIDE, JESÚS NUNCA DICE NO A LO QUE SU MADRE LE PIDE. EN CADA UNA DE SUS APARICIONES, NOS INVITA A REZAR EL ROSARIO COMO UN ARMA PODEROSA EN CONTRA DEL MALIGNO, PARA TRAERNOS LA VERDADERA PAZ.

Es una oración que gusta mucho a la Virgen María porque una persona soberbia nunca sería capaz de rezarla, pues la encontraría monótona y vulgar. Sólo los sencillos son capaces de recorrer las cuentas del Rosario con sencillez de corazón, hablando confiadamente con su Madre y honrando al Señor. Junto con la oración litúrgica es lo que mejor puede preparar el corazón a recibir todos los regalos que Dios deposita en las manos de su Madre para nosotros.

Con esta simple oración, Dios hace caer las murallas con las que rodeamos nuestro corazón y lo abre a la gracia. Es la oración más poderosa que Dios nos ha ofrecido. Con esta oración la Santa Liga conquistó el Mediterraneo para la cristiandad, muchos pecadores se han convertido, muchos contumaces han abrazado la fe, muchos pecadores han recuperado las fuerzas y la gracia de Dios y muchas personas se han visto libres de las asechanzas  del Enemigo.

Si hacemos caso de Lourdes y Fátima y tantas otras veces en las que María se ha aparecido, siempre ha hablado del Rosario como su oración favorita y estoy absolutamente convencido de que es por su tremenda sencillez. El mejor camino para llegar a Dios es la humildad. Si alguien reza cada día el Rosario, nunca tendrá la soberbia de pensar que sabe más que Dios o que su Iglesia.

De hecho, no hay oración que aborrezca más el diablo que el Santo Rosario. Es una oración que muestra nuestra obediencia a la Santa Madre Iglesia porque ha sido muy recomendada por todas los Papas y los Santos. Cuando tienes la cabeza desorientada y no eres capaz de centrarte, siempre puedes acudir a repetir estas 50 Avemarías que aquietan tu corazón y te ofrecen la certeza de estar en manos de María porque no hay Camino más seguro para llegar a Jesús que las manos de su Madre.

Realmente, si ofreces cada misterio o incluso cada Avemaría por una intención concreta, te estás asegurando un baño de gracia para la persona por quien lo ofreces... Pero hay un camino todavía mejor. Renuncia a pedir tú directamente las cosas, abandónate en manos de María y ofrécele a ella directamente cada misterio y será Ella quien se encargue de pedirle al Padre por sus propias intenciones y Dios aplicará la gracia que corresponde a tus ratitos de oración a las personas que más convengan. Tú abandónate en María que Ella sabe más, te quiere más y puede más.

La segunda parte de la catequesis consistiría en enseñarles a rezar el Rosario. Si no conseguimos un Rosario para cada uno, lo que sí nos ha dado Dios son 10 dedos en las manos, uno por cada Avemaría. Les enseñáis los misterios, a contemplarlos, a poner una intención en cada misterio, luego las letanías y sobretodo a que lo recen diariamente y tengan el Rosario siempre en el bolsillo, dispuesto para ser usado.

Un fuerte abrazo y me encanta que mi última catequesis sea sobre el Rosario de María.

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